Carola Ríos: “el contrabando se ha vuelto una forma de vida en el país”
La directora del Servicio Nacional de Aduanas del Ecuador (Senae) se refiere al tema como un problema social. El control, dice, no debe apuntar a pequeños vendedores, sino a la red que hay detrás
Tener más de dos décadas de experiencia en el campo del comercio exterior fue lo que motivó a Carola Ríos a aceptar llevar las riendas del Senae. Tras cuatro meses, aunque su entusiasmo se mantiene intacto, admite lo compleja que es la labor de transformar a esta institución. Las reformas, dice, no solo pasan por mejorar los recursos para fortalecer los controles, sino por erradicar hábitos de consumo de la ciudadanía para luchar ante el contrabando.
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Leer más- Una mayor vulnerabilidad de las fronteras ha permitido que el contrabando se duplique en la última década en el país. ¿Cómo abordan ustedes este tema?
- Como un problema nacional, con implicaciones sociales... donde no solo nos compete a nosotros vigilarlo. Este es un tema que, para erradicarlo, depende del ciudadano de a pie que compra los cigarrillos falsificados en el quiosco de la esquina.
Trabajamos en darle un norte bien claro a la Aduana: facilitar el comercio y controlar más.
- Y que también debería pasar por eliminar las acciones de corrupción de malos elementos que hay en la entidad. Esa es la denuncia que viene del sector empresarial.
- Por supuesto, hemos visto que eso está pasando... y para desarmar esas redes hemos creado una oficina que trabaja en fortalecer los procesos internos y en receptar las denuncias de los malos comportamientos de funcionarios aduaneros. Son denuncias que provienen del propio personal y de gente de afuera que está vigilante y que no se presta para estas irregularidades. Son casos que estamos investigando. Lo bueno acá es que tenemos certeza de que en la Aduana hay más personas buenas que malas; pero sí, nuestra tarea es hacer que estas personas malas sean las menos posibles.
- ¿Se trabaja en evaluación del personal?
- Sí, tenemos un programa de pruebas de integridad que nos permitirá conocer las tendencias conductuales del personal en distintos escenarios irregulares. Eso nos ayudará a saber qué tipo de personas poner en cargos más sensibles. No obstante, hay que entender que esto es parte de un problema que viene de años. Y que, en parte, se da por el debilitamiento que han tenido todos los entes de control, incluyendo a la Aduana. No tenemos fiscales, ni juzgados, ni peritos aduaneros.
- ¿Eso es lo que explica el incremento de contrabando?
- Así es, pero también la forma en que han venido trabajando otras administraciones. Al llegar nos hemos encontrado con que está desactualizado el 40 % de la base con la que se hace la valoración de productos que ingresan al país. Eso no ayuda al control del contrabando técnico. Por ejemplo, una camiseta de algodón se declara en $ 0,30, pero el kilo de materia prima cuesta $ 10. ¿Cómo una prenda terminada cuesta menos que la materia prima?
Nuestro interés no es ir a cerrar el quiosco a cualquier tendero, sino desarmar la red de contrabando.
- ¿Y cómo se corrige eso?
- Hemos llegado a acuerdos con nuestros pares de Colombia y de Perú para poder hacer la actualización. Y a diferencia de otros años, se está focalizando el control en los sectores más sensibles (confecciones, cigarrillos, alimentos, medicinas, perfumes, cosmética) y con tendencia a caer en subvaloración. Eso nos permite ser más eficientes. En lo que va del año hemos identificado 524 casos. De esos, 516 tuvieron que rectificar el valor y con ello hemos podido recuperar $ 8 millones en recaudación.
- ¿Y el control en la calle? ¿Qué pasa con los productos que se expenden afuera y que evidentemente son falsificados?
- Ahí tenemos una dificultad. Debemos entender que este es un problema social porque la gente lo ha normalizado. Cree que tiene derecho a trabajar en el contrabando. El contrabando ya se ha convertido en una forma de vida.
- ¿Pero cómo se revierte eso?
- El tendero de la esquina no es el que recibió la cajetilla en la frontera, no. Hay alguien que la cruzó, recibió la plata, la trajo. A nosotros no nos interesa cerrar el quiosco a alguien, eso generaría un problema social porque hay gente que vive de eso. Así no resolvemos nada. A nosotros nos interesa ir al origen, desarmar la red.
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Leer más- Y para llegar a eso, ¿qué se plantea en las mesas de trabajo?
- A nivel de instituciones del Estado hemos promovido la conformación de la Mesa Técnica para la Seguridad del Comercio. Mañana (hoy) tendremos la tercera reunión a nivel ministerial, donde se intercambian las acciones que llevaremos a cabo en materia de seguridad. Aún es muy pronto para decir que tenemos resultados. Pero estamos trabajando en eso. Por otro lado, creemos que una manera de enfrentar esta lacra social es creando oportunidades, crear una política pública que permita a la gente poder formalizarse, tener un empleo. Algo que se recoge en el proyecto de ley que el Gobierno está proponiendo y que aún no es debatido en la Asamblea.
- Eso incluye la revisión de aranceles. La excesiva presión tributaria, dicen los empresarios, da pie al contrabando.
- Totalmente. Eso hay que estudiarlo, todo es perfectible. Esto lo lleva el Ministerio de Producción, donde se conoce muy bien la problemática... Desde Senae no nos compete proponer esto porque solo somos un ente ejecutor; pero de haber un requerimiento técnico, una consulta, estamos dispuestos a aportar en el tema.
- SABER MÁS. La directora del Servicio Nacional de Aduanas del Ecuador (Senae) se graduó en Administración de Empresas en el Instituto DUOC UC de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Antes de pasar al sector público, se desempeñó como presidenta de la Cámara de Industrias de Cuenca y como gerente administrativa en Negocios Automotrices Neohyundai, una de las empresas de Grupo Eljuri.