El comercio no para y apoya las marcas pequeñas
Solo en La Aurora se edifican seis plazas comerciales. De los espacios ya construidos, más del 30 % se destina a emprendedores
Las plazas comerciales continúan su ruta de expansión en Guayaquil y en sus zonas colindantes. Hay unas que se apegan a la conocida estrategia de utilizar marcas reconocidas como método para enganchar clientes, pero su apuesta de fondo también es dar cabida a nuevos emprendimientos. Hay espacios que diversifican su oferta, otros que en cambio optan por especializarla.
En Guayaquil, 7 de 10 hogares compran en abastos de oferta
Leer másLos lugares donde se levantan siguen siendo aquellas zonas de desarrollo urbanístico sedientas aún de nuevos servicios. Plaza Tía La Joya (que en este año invirtió en su ampliación), Oasis Plaza, Bambú Plaza, Jardines Plaza, Plaza Mia, Oval, Plaza Victoria Club, Garden Plaza, Plaza Pacífico, Almax, entre otras, son edificaciones que están en funcionamiento total o parcial o en plena construcción en sectores como Daule o Samborondón. Todas con el mismo fin: dar la oportunidad de que pequeños negocios empiecen a ser conocidos, con miras a crecer y expandirse.
En zonas como en Guayaquil, donde la competencia en la oferta es mayor, los proyectos tampoco han parado. No obstante, es una oferta que se transforma y que se especializa. Así, hay ejemplos como Sport Garden (Miraflores), que apuesta por el deporte como su eje, o como Bambú Plaza, que ha optado por una oferta renovada que también viene de la mano de pequeños negocios.
Este último lugar está ubicado en vía a la costa y está demandando una inversión que supera los $ 3 millones. Dentro de sus planes de operatividad tiene previsto el uso del 30 % de sus locales para los pequeños comerciantes o aquellos que están en proceso de expansión, dice Jorge Jaramillo, arquitecto de la obra.
“Si bien tenemos ofertas culinarias con varios años de trayectoria y reconocimiento, también consideramos que es importante darle espacio a aquellos comercios más pequeños... Toda empresa grande fue una vez un pequeño puesto de trabajo”, comenta.
Si bien el edificio aún está en construcción y próximo a su apertura, explica que la mayoría de los 33 locales ya tiene una marca destinada para su uso. Si bien una parte de ellos serán ocupados por nombres comerciales reconocidos, no le niegan la oportunidad a aquellos de menor renombre.
Eli Jácome, gerente de Sports Garden, por su parte, comenta sus expectativas de venta. Espera que el funcionamiento de esta nueva plaza inyecte mayor dinamismo en Miraflores, que el flujo comercial sea mayor al que ya existe.
En su caso, dice, se dedicarán a presentar una variedad de servicios que fusionen la música, la comida y el deporte. Pero también tendrán locales que cumplan distintas funciones, como casas de apuestas, o se especialicen en la oferta de equipos atléticos. “No está en nuestros planes, solo dar servicios gastronómicos”, comenta.
Aumentar el flujo comercial es tan importante como darle la oportunidad de incrementar el comercio de marcas pequeñas.
De acuerdo a Jácome, con la inversión realizada en este edificio, que es más de 1,5 millones de dólares, la plaza contará con catorce locales y cuatro islas en la planta baja; en el primer piso habrá dos restaurantes y una isla de sportbet; y en el segundo piso estarán dos empresas que abrirán el abanico de posibilidades para el disfrute nocturno.
Entre las líneas comerciales grandes que se asentarán está Dolupa, Piqueos y Moritos, Chicken Grill, SportBet, entre otras. Mientras que los negocios que harán su debut o expansión están Smart Roll, Wings to Go, Hambrgr, etc.
En nuestra propuesta comercial estarán disponibles marcas grandes, pero no se dejará de lado al pequeño comerciante.
Carlos López, dueño de este último emprendimiento, espera duplicar sus ventas. Semanalmente llegan a vender más de 600 hamburguesas, pero la meta es seguir creciendo. En sus planes está también buscar nuevos espacios en Samborondón para finales del 2022.
López junto a su socio, comenzaron este negocio en el 2021 como una pequeña “hueca”, en Urdesa Norte. Todo inició, dice, por la necesidad de generar un ingreso extra para poder mantener a su familia a flote. Más adelante lograron expandirse a un local en Urdesa Central, entre Jiguas 112 y Bálsamos.
Con mi nuevo negocio, he apostado a las plazas comerciales para mi crecimiento, y creo fue la mejor opción para que mi apuesta sea exitosa.
“Para la apertura de nuestra nueva sucursal, hemos invertido entre $ 10.000 a $ 15.000 para materiales de cocina y decoraciones”, explica López.
Igual aspiración de crecimiento tiene Flor Villavicencio, dueña de Floreli, un salón de belleza que abrió desde febrero del 2021, en un pequeño espacio rentado en Garden Plaza (La Joya).
“Me había quedado sin trabajo hace ya casi un año, pasé un tiempo viviendo de mis ahorros, pero tenía que cuidar a mis dos hijos, fue en ese momento que decidí invertir en un negocio que bien puede fallar, como puede despegar”, comenta.
Explica que entre las razones para dedicarse a este negocio es la facilidad de ser su propio jefe y poder dedicarse más a su familia, debido a que en su anterior trabajo no tuvo tal oportunidad.
En su caso, ella tuvo que invertir más de $ 15.000 para adecuar el local, debido a que le entregaron la obra en gris; también debió gastar en costos de materiales para pintar uñas, depilación y otros servicios de belleza.
Comenta que su apuesta ha ido ganando ingresos de forma gradual. “La clientela que recibo cada mes va incrementando y lo que gano va para el alquiler y materiales. Aún no me da lo suficiente para vivir de esto, aún sobrevivo a base de mis ahorros, pero estoy segura de que crecerá”, relata optimista, Villavicencio.