La extensión del aislamiento hace más frágil a la logística
Muchos productos no pueden movilizarse a los centros de consumo a nivel nacional. La industria reduce sus operaciones, afectando a sus proveedores.
Más empresas sienten los efectos de la recesión económica que causa la cuarentena sanitaria, que ha provocado fragilidad en la cadena logística integral, escaso consumo de los hogares y problemas de movilización en los trabajadores.
Empresas y trabajadores pueden ponerse de acuerdo para el pago de sueldos
Leer másSi el tiempo de aislamiento previsto hasta este lunes 30 de marzo había complicado incluso la sobrevivencia de varias empresas, ¿qué pasará con los días de encierro adicional que acaba de anunciar el Gobierno?
Este lunes la ministra de Gobierno, María Paula Romo, señaló que el aislamiento se extiende hasta el 5 de abril; y luego de esa fecha también habrá una nueva evaluación. Lo que se decida va a depender del comportamiento (contagio) del COVID-19 en el país.
Floralp y Lácteos La Polaca (Gustalac) son dos de las compañías afectadas del sector lácteo: decidieron disminuir o cerrar sus operaciones.
Otras empresas, de los sectores avícola, de las manufacturas de cartón, alimentos de consumo masivo, comidas rápidas, almacenes e incluso algunas del comercio exterior (exportaciones e importaciones) tienen problemas similares. En unas, los trabajos se han reducido al mantenimiento de las maquinarias dos veces por semana. Las industrias de gaseosas, cervezas, aceites, harinas, cereales están paralizadas o semiparalizadas.
Según un comunicado de Floralp, aerolíneas, restaurantes, cines, cadenas de comida rápida dentro y fuera de centros comerciales tienen prohibición de operar, quedando activos y cada vez con horarios más restringidos los supermercados y tiendas.
Por esta razón se ve afectada de manera muy importante la producción y comercialización con estos clientes. “Hemos redoblado esfuerzos, no solo acumulándonos de inventarios, sino también buscando otros canales como entregas a domicilio, ventas a entidades públicas, etcétera, para no afectar el volumen de ventas. Sin embargo, es imposible que con estas estrategias compensemos al 100 % el volumen normal de compra de leche y su posterior producción, pues el poder adquisitivo de la gente disminuye y todos nos peleamos por un pastel cada vez más pequeño, ilíquido y debilitado”.
La industria láctea y la del camarón tienen propuestas
Leer másPor esta razón, mientras dure la emergencia sanitaria y la incertidumbre respecto a las medidas que puede tomar el Gobierno y como consecuencia del comportamiento del mercado, “nos vemos en la penosa necesidad de dejar de comprar parte de la leche que normalmente hemos comprado”.
Algunas fábricas de leche y queso les han pedido a sus proveedores que bajen la producción. “Para esto y esperando que el impacto no sea muy grave, les recomendamos adelantar el secado de vacas, bajar el consumo de granos (concentrados) y lograr bajar en ese porcentaje el volumen de leche de su explotación”. El pequeño ganadero opta por hacer queso.
“Hemos establecido que desde el primero de abril tengamos que hacer un recorte del 20 % del acopio de su hacienda, dicho porcentaje podrá variar en función de las futuras medidas sanitarias”, señala.
Lácteos La Polaca (avena Polaca) en un comunicado público informó que paraliza las operaciones a nivel nacional para “salvaguardar la integridad de sus trabajadores y colaboradores en general”.
Según industriales, hay un problema de orden logístico. Los transportistas de la Sierra no quieren moverse hacia la Costa y esto complica el abastecimiento normal a los mercados grandes como Manabí y Guayaquil.
Además no hay consumo, “la demanda no existe. Hay gente hambrienta, desabastecida, hay mucha gente que va a estar desabastecida normalmente. Van a necesitar alimentos”, agrega.
A las avícolas de Guayas, especialmente, las afecta el cierre de los asaderos de Guayaquil, la reducción de los horarios de tiendas de barrio y restaurantes. En los primeros se concentra alrededor de una quinta parte del consumo.
Por otra parte los acuicultores no pueden, en su mayoría, abastecerse de alimento balanceados, y tampoco hay una demanda de parte de las empacadoras que procesan el camarón de exportación.
LECHE: LOS PRECIOS NO SE PUEDEN MANTENER POR LA ESCASA DEMANDA
“Nos esforzaremos por pagar conforme al calendario el 50 % de su leche y el restante “lo más rápido posible, que quincena a quincena les iremos informando”, señala Floralp en un comunicado a sus proveedores. “Con referencia al precio de la leche y para poder estimular más las ventas en canales de supermercados, tiendas y al consumidor final, es de su conocimiento que hemos establecido también una reducción en los precios de compra. Dichos precios se verán afectados en la medida que el mercado nos exija. Al haber más queso de pequeños ganaderos se reducen precios”.
AVÍCOLAS: DURO GOLPE A LA INDUSTRIA
Los problemas más graves radican en el tiempo de restricción por el toque de queda. “Es una pena, pero es la única manera de parar el virus”, señala un empresario. Hay otros problemas en la falta de consumo por la gran cantidad de locales cerrados, restaurantes, asaderos, hoteles, y la producción de pollos tiende a reducirse por estas razones, pero en general la oferta de productos en los supermercados está bastante normal. Hay problemas con los productos de la Sierra porque llegan en menores cantidades. En estos hay pequeños incrementos de precio.
ARROZ: GARANTÍA DE ABASTECIMIENTO
Al ser un producto no perecible y producirse en todas las provincias del Litoral ecuatoriano (en especial en Los Ríos y Guayas), el arroz seguirá en la mesa de los ecuatorianos durante el tiempo de duración de la pandemia. Las piladoras están abastecidas con suficiente producción, debido a las buenas cosechas de años anteriores, lo cual hace a la vez que el precio del grano se mantenga estable. Al estar las empresas agroindustriales en los centros de producción, se facilita el abastecimiento de la materia prima, así como la concurrencia del personal a sus puestos de trabajo.
CACAO: LAS GRANDES CHOCOLATERAS EN PARA
Los grandes compradores de cacao de Ecuador y del mundo han cerrado sus operaciones, lo cual hace que la cosecha actual no pueda comercializarse. Aunque esta no es la época de grandes producciones, lo poco que sale está afectado por la situación, lo que complica más el panorama de los agricultores, ya que el precio de la ‘pepa de oro’ también se ha reducido en el mercado internacional. Las fábricas de chocolate y confites también están paradas debido a que estos alimentos son los que menos se compran en épocas de crisis. Los gastos privilegian otros bienes.