El costo de las libras de más
En el primer trimestre del año, las inscripciones en los gimnasios tienen un repunte del 50 %. El gasto en productos saludables también aumenta.
Ya sea por el exceso de calorías consumidas en diciembre, el propósito de empezar el año con un estilo de vida saludable, o las ganas de llegar a la temporada playera con el cuerpo ideal, enero es el mes de lo ‘fit’ en todo.
Según datos de la Asociación Internacional de Salud, Deporte y Raqueta (IHRSA), durante el primer trimestre del año las inscripciones en centros deportivos, gimnasios, academias de zumba, crossfit y otras disciplinas aumentan entre un 50 % y un 70 %.
“Desde el primer día laborable de enero, la afluencia se dispara al doble y el gimnasio se abarrota. Es el propósito de Año Nuevo más popular”, comenta risueño Darwin Zambrano, entrenador del Miriam’s Gym, uno de los gimnasios más antiguos del Puerto Principal.
Para acoger la demanda, indica, han optado por la innovación, que incluye nuevos equipos y clases para dar cabida al número creciente de usuarios. Pero esta estrategia también es una manera de diferenciarse de la competencia, que cada vez es mayor.
“Cada año hay más gimnasios y más gente interesada en vivir una vida más saludable y ponerse en forma. Nos obliga a estar continuamente pendientes del mercado y añadiendo nuevas clases y servicios”, dice.
Las cifras lo respaldan. Según datos nacionales, el país pasó de un promedio de 300 gimnasios a nivel nacional en 2008 a 989 en 2018. Este año, la tendencia va hacia el aumento.
Ejemplos claros son los reciéninaugurados locales de las cadenas Nova Gym (Plaza Mayor) y Hometown Gym. A este último, ubicado en el centro comercial Albán Borja, llegaron más de un centenar de usuarios a inscribirse desde el 6 de enero. En las redes sociales, circularon varios videos de las largas filas al interior del sitio, que abrió sus puertas a unos clientes que exigen cada vez más atención. La cadena de gimnasios pasó de un centro, ubicado en la ciudadela Los Ceibos, a seis en una década. Este año planea abrir cuatro más.
Darwin Zambrano,
entrenador Miriam’s Gym
En promedio, los ecuatorianos gastan $ 40 mensuales en mantenerse saludables. Según datos del Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC), esta cifra aumenta en las provincias de Pichincha y Guayas, donde también se registra la mayor cantidad de usuarios.
Pero hay negocio para todos, incluso los más pequeños. Para Isabel Jordán, propietaria de la academia de baile Zúmbalo, la competencia está en la atención personalizada. “Obviamente, los gimnasios pequeños no podemos competir con las cadenas, pero podemos ofrecer servicios diferenciados y una atención personalizada. Nosotros, como Zúmbalo, hemos encontrado un nicho y ofrecemos clases especializadas, como Strong by Zumba, que no hay en todas partes”, explica.
Sin embargo, en lo que coinciden los propietarios es que el interés por ponerse en forma tiene una fecha de caducidad de tres meses. Después de ese plazo, el 60 % de los inscritos desertan.
“La realidad es que para mediados de febrero o inicios de marzo hay mucha gente que no vuelve. Por lo general es gente que no ve los resultados que quiere en ese tiempo, o que le cuesta llevar una alimentación saludable. Aun así, suele haber otro repunte entre junio y agosto, más pequeño sin duda, pero hay”, reitera Daniel Marín, copropietario de Whole Fitness.
Con el fin de mantener a sus clientes, agrega, opta por las promociones y los talleres. “Damos cursos de nutrición una vez al mes y promociones por fechas especiales como el Día de la Madre. La idea es que quienes vienen no se queden solo por tener mejor cuerpo, sino porque se enamoran del estilo de vida y se sienten parte de una comunidad”.
Enero también es el mes de la comida saludable, registrando un repunte de entre el 20 % y 30 % en la venta de productos bajos en calorías, sin azúcar y sin gluten, principalmente. Pero a diferencia de la efervescencia de los gimnasios en el primer trimestre del año, esta tendencia se mantiene y va en aumento. Así lo señala Cristina Keller, quien se dedica a la venta de granola y dulces bajos en calorías a través de una plataforma digital.
“Desde que abrí hace tres años, enero es el mes de más venta, incluso más que en diciembre. Las personas buscan cómo comer mejor y cómo mantenerse en forma. Diría que en enero mis pedidos aumentan en un 30 %, pero nunca bajan del todo. Hay más interés, sobre todo de los guayaquileños, en estar saludables”.
Juan Andrade y su pareja, Gabriela Suárez, crearon Delidietas hace cuatro años. El negocio se dedica a la venta de dietas a domicilio. “Nos va muy bien con las promociones, sobre todo en empresas. Es la época en la que la gente más busca cuidarse y nosotros ofrecemos comida saludable y controles de peso mensuales”. El servicio, que cuesta en promedio $ 130 mensuales, aumenta en un 20 % en esta época, pero se mantiene conforme avanza el año. “Diría que entre mayo y abril solemos perder unas diez personas de cada veinte, pero nunca nos quedamos sin clientes. Ya no es solo una moda”.
Sobre el crecimiento de la industria de la comida saludable, no hay estadísticas específicas, pero sí un incentivo que incluso viene desde el Estado. En 2016 el Ministerio de Salud Pública creó el reconocimiento ‘Responsabilidad Nutricional’ para promover a las cafeterías y restaurantes que incluyeran en su menú opciones saludables y en las que se mostrara el contenido calórico. Empezó con dos establecimientos y concluyó 2018 con más de cien.
Lo ‘fit’, una inversión con miras hacia el futuro
El crecimiento de los gimnasios no es exclusivamente local, sino una tendencia cada vez mayor. Desde 2016, en América Latina la industria ‘fitness’ factura aproximadamente $ 6 billones anuales. El 50 % de ellos se recauda en el primer y segundo trimestre del año.
Ecuador está en el séptimo lugar en número de gimnasios de la región, pese a su aumento constante. Los superan, con creces, Brasil (donde hay 34.500 centros), México (con 12.376) y Argentina (con 7.910).
En Europa hay 61.984 complejos y la industria genera anualmente 27.200 millones de euros el año, lo que impulsa una creciente inversión en el sector, que según datos de EuropeActive es de 8 % al año.
Ahí, lo ‘fitness’ no es solo cuestión de salud, sino también de negocios. “Las grandes firmas de capital de riesgo están invirtiendo en gimnasios. Los motivos para fijarse en ellos son dos: el mercado que existe en torno al concepto de lo saludable, que es un movimiento imparable, y las palancas de que disponen las cadenas de gimnasios para acelerar su crecimiento en el contexto de unas inversiones cuyo horizonte temporal es de cuatro a seis años y buscan rentabilidades anuales de entre el 20 % y el 25 %”, explicó Pelayo Novoa, socio de la consultora BDO, al diario El País.
Este agregó que en los dos últimos años, las “grandes fortunas” estuvieron detrás de las 15 operaciones por las que más de 150 gimnasios cambiaron de manos y sirvieron para que 60 compañías europeas gestionen unos 4.000 clubes en dicha región.