La demanda de casa revive, pero el crédito la desacelera
Nuevas reglas y el lento desembolso ralentizan la dinámica. El Biess dice trabajar en diálogos para hallar soluciones, pero los constructores piden celeridad
Siete meses después de haber sido el primero en anunciar un plan piloto de reactivación, el sector inmobiliario sigue sin poder sentar bases firmes. Y la recuperación tan ansiada, aclaran los actores de esta industria, esta vez se estanca no por la falta de interés en la compra de casas (todo lo contrario, hay cifras que dan señales de mejoras), sino por políticas oficiales que no empujan esa dinámica: nuevos cambios en la forma de calificar proyectos y demoras en los desembolsos de créditos por parte del Biess son algunas trabas.
La construcción local busca levantarse a cualquier costo
Leer másConstructores y promotores inmobiliarios ven con desazón las sinergias del mercado. Les alienta ver cómo la caída de reservas, que en mayo de este año alcanzó el 70 %, llegó a retroceder un 20 % en octubre pasado; un resultado que podría ser mejor, sí, pero que es aceptable si se lo compara con el punto de partida y se toma en cuenta que aún se vive en un año de crisis.
Eso, explica Jaime Rumbea, representante de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Viviendas de Ecuador (Apive), deja entrever que quienes no han perdido su empleo y han podido conservar sus ingresos, siguen apostando por este tipo de inversiones. No obstante, dice, se trata de una demanda que hoy les es difícil atender. Según Apive, la colocación de préstamos, solo hasta agosto, cayó un 49 % en un mercado que hoy tiene nuevas reglas.
“Desde la semana pasada, el Biess ha empezado a desbaratar el esquema que se seguía para los proyectos calificados”, revela. Las promotoras no solo que están obligadas a redireccionar su trabajo con nuevos estudios jurídicos establecidos por la autoridad (una situación que les demanda reorganización y tiempo), sino que ahora deben esperar más para poder transferir el bien o un proyecto.
“Ahora se está haciendo una doble fiscalización de avalúos que se toma 15 días y más, en lugar de 72 horas”, alega. Una reforma que, en conjunto, está generando demoras de hasta cuatro meses en promedio para concluir el trámite con el Biess y recibir financiamiento. Todo esto, a puertas del cierre de año, que debería ser aprovechado por un mayor movimiento en ventas.
Las consecuencias se sienten con bienes sin transferirse, sobre todo por la falta de desembolsos. Joan Proaño, gerente de la constructora Proaño & Proaño y representante de Constructores Positivos, coincide en retratar este escenario. “Desde octubre hasta la actualidad, el tiempo más rápido en la entrega de crédito ha sido de 71 días; el más largo, de 168 días. Lo que quiere decir que están demorando casi 100 días en promedio, lo cual es mucho más tiempo de lo que se han demorado históricamente”.
EXPRESO ha consultado al Biess sobre el tema. Gustavo Montalvo, asesor de la entidad, admitió que existen nuevas reglas para mejorar las competencias, pero añadió que ya se trabaja para que esta transición no afecte los procesos en ejecución. “Hemos abierto un espacio de diálogo con los actores del sector, que toma su tiempo hasta ajustarnos. En el banco se han cambiado las administraciones, pero estamos trabajando para conjuntamente ir identificando problemas e ir definiendo soluciones”.
Sobre los desembolsos, mencionó que el banco, hasta noviembre de este año, ya ha emitido $ 320 millones en créditos hipotecarios y que aún restan operaciones pendientes por unos $ 150 millones. Se los canalizará, dice, conforme exista esa oferta.
No obstante, en el mercado se insiste en que esa oferta ya existe y se demanda celeridad para aplicar una política enfocada a una real reactivación del sector. Rumbea enfatiza que, en ese sentido, “la banca privada ha sido rápida en reactivarse, pero vemos en la cartera de promesas de compraventa que el 40 % de gente que ha recurrido al Biess aún necesita una respuesta”.
- PRESUPUESTO: $ 500 millones aprobados
Esta semana, el Consejo del Directorio del Biess decidió aprobar $ 500 millones como presupuesto para los hipotecarios del próximo año. Una cantidad que, sin embargo, es baba para un año que se espera sea de recuperación. En el 2019, los desembolsos alcanzaron los $ 610 millones, cuando la meta prevista bordeaba los $ 900 millones.
La entidad está demostrando mesura a la hora de colocar el dinero de los afiliados, sobre todo luego de experimentar un año de difícil pago, que se deriva en un incremento de la tasa de mora: del 7,9 % al 12,7%. “Se necesita trabajar en la seguridad en la constitución de hipotecas, garantías”, dice Gustavo Montalvo, su asesor.
No obstante, señala que la oferta de crédito no es un tema de números y que se irá moviendo de acuerdo con las necesidades. “Era necesario poner un presupuesto. Esto es un tema de que el banco estará en capacidad de aumentar recursos si hay una mayor demanda”.