Más desempleo e inseguridad en Ecuador por las deportaciones de Estados Unidos
Es lo que advierten analistas económicos. Las remesas en el país son un 5 % del PIB. Se requiere empleo para los deportados
Trajo en sus manos una funda; allí entró todo el equipaje, de un viaje de unas ocho horas. Don Piloso, como se identifica, tiene 55 años de edad y fue uno de los deportados desde Estados Unidos que llegaron a Guayaquil la noche del pasado martes. Hace un mes, tras pagarle 20.000 dólares a un ‘coyote’ se transformó en un migrante informal en el país del norte. Para llegar allí, vendió parte de sus bienes; en Ecuador era un comerciante, su temor de no dar su nombre completo delata ser uno de los miles amenazados por delincuentes que les obligan a pagar ‘vacuna’ cada mes.
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El retorno de migrantes al país, a raíz de la agresiva política de deportaciones que empieza a ejecutar el nuevo gobierno de Donald Trump, genera incertidumbre, no solo para estas personas que ahora intentarán reinsertarse en un alicaído mercado laboral, sino para la propia economía del país. Para algunos analistas económicos, como Alberto Acosta Burneo, Ecuador no está preparado para el golpe que traerá consigo la deportación.
Acosta agrega que esta política, sin duda, tendrá un impacto inmediato en la economía de millones de familias que dependen de las remesas que estos migrantes enviaban. Y hace sus cálculos. Según cifras oficiales, la lista de ecuatorianos que serían deportados asciende a 31.252 personas. Acosta señala que si este número se cumple, eso representará un 4 % menos de las remesas, que más o menos serían 200 millones de dólares. Sin embargo, la prensa internacional habla de que ese número podría llegar a los 140.000. De ser así, las remesas caerían un 18 %, más o menos 875 millones de dólares, indica.
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Leer másLa falta de este dinero, advierte, se sentirá más en las localidades rurales, donde se depende fuertemente de esta ayuda económica.
Y es que el peso de las remesas en Ecuador hoy representa casi un 5 % de su Producto Interno Bruto (PIB). Según el Banco Central del Ecuador (BCE), de enero a septiembre del 2024, el país recibió 4.753 millones de dólares, de los cuales cerca de un 75 % provino de Estados Unidos, el 15 % de España y el 2,4 % de Italia.
Así, “las remesas se convierten en una fuente de ingresos importantes para dinamizar la economía en especial el consumo de las familias. Al bajar las remesas, caen las compras y las ventas”, enfatiza a Diario EXPRESO Diego Cueva, analista económico. Y si no hay suficientes ventas, caen las plazas de trabajo en los negocios y en las empresas. “Al retornar migrantes, el nivel de desempleo incrementará en el país, llegando a niveles de alrededor del 5 %”, estima Cueva. A diciembre del año pasado, esa tasa, según el INEC, cerró en 2, 7 %.
Y esto último preocupa. La falta de empleo puede empujar a algunos a involucrarse en acciones ilegales por el desespero de pagar las deudas que adquirieron para migrar de forma irregular y con ello aumentaría la inseguridad, indica el analista económico, Jorge Calderón.
Jorge Calderón
Sin trabajo y con deudas
La Cancillería de Ecuador, a través de un comunicado, enfatiza que las deportaciones desde EE.UU. llevan ejecutándose por varios años; en el 2023, regresaron 18.449 del país del norte; y el año pasado, 13.589 migrantes irregulares. Asegura que hay un plan de asistencia emergente para ecuatorianos en Estados Unidos y de apoyo a compatriotas retornados.
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Entre las acciones está el fortalecimiento de los servicios consulares, ampliación de las líneas de emergencia, asesoría legal gratuita y refuerzo del personal consular. Se incluirá también un chequeo médico, inserción social y asistencia psicológica. A los ecuatorianos retornados se les proporcionará además kits con implementos personales y apoyo monetario de emergencia para el transporte a sus localidades de origen.
Sin embargo, hay deportados que hoy se preguntan si podrán conseguir trabajo. “Porque para los jóvenes en Ecuador no hay suficientes cupos en las universidades para estudiar y mucho menos para conseguir una plaza laboral, siempre exigen experiencia”, se quejó uno de ellos.
Otra preocupación que tienen es cómo saldar sus deudas. Al salir del país no desaparecen las obligaciones financieras. De ser el caso, “tendrán que negociar el pago del crédito que han hecho”, indica César Calderón, gerente de Defensa Deudores Ecuador. Agrega que el sistema financiero por sí solo no va a tomar acciones a favor de los deudores deportados de Estados Unidos. Entonces, es necesario que las autoridades y la Asamblea Nacional apoyen un decreto para que existan 24 meses de gracia para ellos, el tiempo de gracia también puede ser hasta que consigan trabajo. Pero, conseguir una plaza laboral será lo más complejo; la Cancillería dice que va a ayudar en este proceso, pero no ha detallado cuántos cupos tienen, nombre de las empresas donde hay empleo. Por lo que para muchos deportados estas promesas son solo ‘humo’.
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