Ecuador amortigua la crisis del 2024, pero se aleja del crecimiento
Aun en crisis de seguridad y apagones, la previsión es que el PIB decrezca un 0,4%. El Gobierno olvidó estimular la inversión
Los problemas económicos heredados y las graves crisis de seguridad y energética llevaron a la economía ecuatoriana, en este 2024, rumbo al ‘despeñadero’. No obstante, una gestión fiscal evitó que el país tocara fondo (al cierre de año el PIB decrecerá solo un -0,4 %, según el FMI), aunque por esto tuviera que acumular un año más de estancamiento.
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El ministro de Economía, ha salido en los últimos días, a explicar públicamente que la caída “pudo ser peor”, destacando la labor de “sostenimiento” económico que ha ejercido desde su cartera, aún cuando el actual Gobierno arrancó con un 2024 enfrentando varias crisis: “Hemos logrado sostener la economía en medio de tres bombas: la primera explotó a fines de 2023 con un alto nivel de atrasos, luego siguió la de seguridad que explotó en los primeros días del 2024, seguida de la bomba energética, que se dio por una sequía no vista en los últimos 60 años y por la falta de inversión en el sector eléctrico en los últimos 10 años”, dijo Juan Carlos Vega, ministro de Economía y Finanzas.
Bajo ciertos matices, esta primera lectura la comparten expertos económicos, que de cerca han seguido la evolución de las cifras. Para Santiago Mosquera, analista económico y decano de la Escuela de Negocios de la Universidad de Las Américas (UDLA), es difícil calificar este año como bueno o malo, él prefiere destacar que hubo resultados mixtos, acompañados de factores que permitieron aplacar este año la caída del Producto Interno Bruto (PIB).
“La contracción pudo haber sido más grave”, coincide Mosquera, pero esta desaceleración económica estuvo acompañada por fuertes ‘shots’ de reformas fiscales, que entre otros temas, permitieron un retiro parcial de los subsidios a los combustibles y el incremento del Impuesto al Valor Agregado (IVA), del 12 al 15 %, en abril de este año. Esto último generó un aumento de la recaudación en casi un 18 % y una disminución en los atrasos y el déficit, que a fines de diciembre, según proyecta Vega, puede cerrar en $ 3.500 millones, versus los $ 5.000 millones de fines del año pasado.
Un segundo factor estuvo ligado al buen desempeño que tuvo del sector externo, atado a una caída de las importaciones (22.734 millones, un 6 % menos, hasta octubre, según el Banco Central del Ecuador) y un mayor arribo de remesas que, en parte, ayudaron a sostener las reservas internacionales, hoy cercanas a los $ 9.000 millones. Lo que hoy se ve reflejado también en los buenos índices de liquidez de la banca y sus niveles de depósitos, destacan economistas.
Año de transición
El embalse de Mazar está en el nivel más alto en casi tres meses
Leer másWalter Spurrier, analista económico, señala que esto, sin embargo, no ha sido suficiente para contener los efectos negativos de la inseguridad y los apagones, suscitados en abril y fines de este año. Para él, los resultados son los esperados, los que se veían venir tras un año de transición de este Gobierno, cuya gestión “no se dirigió a resolver los problemas de fondo de la economía, sino más bien a tratar de salir del paso”.
El incremento del IVA, anota, también tuvo un efecto negativo, pues significó absorber dinero de la economía de los hogares sin devolverla, lo que unido a la baja dinámica comercial generada por los cortes energéticos , dieron como resultado la recesión que hoy tenemos.
Débil gestión
Para los expertos, gran parte del buen comportamiento que tuvo el sector externo e incluso, los resultados del déficit, deben atribuirse a factores ajenos a la gestión del Gobierno.
La caída de la importación, anota Mosquera, dejó un resultado positivo, pero se dio por razones equivocadas, pues las compras externas dejaron de hacerse como una consecuencia de la crisis y el menor consumo de los hogares que hizo que este año, la inflación estuviera por debajo del 3%.
En lo que respecta al tema del déficit, añade, habría que analizar sus causas, “ver si este logro se dio tras una combinación de un compromiso del Gobierno por la consolidación fiscal (alineada a las exigencias del Fondo Monetario Internacional, FMI) o más bien, si se dio también por una dificultad de liquidez, que le ha impedido al gobierno gastar más”.
Para los analistas, el gran logro oficial se ciñe al haber encontrado fuentes para cubrir el hueco fiscal, tapando un problema pero a corto plazo. “Lo lamentable es que ni este gobierno ni el anterior han dado con una fórmula para poder reducir el gasto corriente, hacer más eficiente el gasto del sector público”, lo que permitiría dar sostenibilidad a un cambio.
Un año electoral
Pero con este panorama, ¿qué se hereda para el 2025? Los expertos vaticinan un leve rebote económico para el año que está por iniciar, dada las mejores condiciones del sistema eléctrico; no obstante, se guarda expectativa por el nuevo Gobierno que ganará en las urnas y por las nuevas políticas que termine adoptando.
Para Spurrier y Mosquera, la gestión del nuevo régimen debe estar encaminada a un mayor ajuste fiscal, pero también a preocuparse de una arista económica olvidada: El país tiene más de una década de nulos o leves crecimientos económicos y eso es lo que se tiene que revertir. Pero, ¿cómo escapar de esa trampa de crecimiento, dado que el sector público va a continuar en su proceso de consolidación fiscal exigido por el FMI? La única forma, dicen los analistas, será a través de inversión. Ecuador, hoy por hoy tiene niveles de inversión respecto al PIB de apenas el 19 %, y eso, dice Mosquera, no solo complica el crecimiento actual sino el crecimiento potencial para los próximos años. La clave está en mejorar las condiciones del país, para que el sector privado, local y foráneo, se anime a iniciar proyectos que ayuden a su vez a reactivar el mercado laboral.
Bajos precios y cortes tocaron las exportaciones
El sector exportador, una de las fuentes más importantes de ingresos para el país, también tuvo un año complejo. Felipe Ribadeneira, presidente de la Federación de Exportadores de Ecuador (Fedexpor), dice que algunos productos enfrentaron un contexto adverso debido al efecto que generaron los apagones en todas las cadenas productivas, así como a la volatilidad en los servicios logísticos a nivel internacional, lo cual impactó también sobre los costos de la logística externa, además algunos productos tuvieron una profundización de guerras de precios.
El ecuatoriano, empobrecido frente al peruano y colombiano
Leer másLa marcada desaceleración de la demanda en China afectó significativamente al banano, que registró una caída del 30% en volumen, y al camarón, con una reducción del 10% de su volumen en este destino. Esto último, dijo Ribadeneira, hizo que los efectos de un acuerdo comercial, que entró a regir en mayo de este año con el gigante asiático, aún sean moderados.
Son los convenios comerciales como el de China y de Costa Rica, el gran avance que se apunta este año la industria de exportación que, hasta octubre, según cifras del Banco Central del Ecuador (BCE), generaron ingresos por $ 20.018 millones, un 7 % más.
Para el 2025, el gran desafío sigue siendo el encontrar la fórmula para que el país saque mayor ventaja a estos acuerdos. “En el ámbito interno, aún hay una agenda de trabajo importante en materia de competitividad para concretar. Ecuador enfrenta un camino importante para alcanzar el principio de no exportar impuestos, donde el Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) sigue siendo un obstáculo crítico, este impuesto distorsiona la economía, desalienta el ingreso de capitales y se convierte en una herramienta de recaudación fácil para cubrir ineficiencias en la gestión estatal”, dijo.
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