En Ecuador, el coronavirus se lleva $ 646 millones de tributos en abril
Según el Servicio de Rentas Internas (SRI), solo ese mes, la recaudación del Impuesto a la Renta (IR) disminuyó un 67%. El temor a la pandemia, que suspendió y difirió pagos, entre las causas principales
Si el Gobierno esperaba cerrar el año con $ 1.000 millones menos en tributos, por causa de la crisis económica generada por el coronavirus, las cifras hasta el cuarto mes del año indican que la previsión inicial puede ser mucho más de lo que el Gobierno imagina. Según el SRI, solo de enero a abril de este año, el país obtuvo una recaudación neta de $ 4.524 millones, $ 534 millones menos que lo obtenido en igual periodo del año pasado ($ 646 millones menos si se toma en cuenta solo abril).
“Estimamos que este año se recaudará $ 1.000 millones menos en impuestos”
Leer másEn este periodo que ya recoge los primeros efectos de las restricciones de movilidad y operación de empresas, el tipo de tributo que resultó ser el más afectado fue el Impuesto a la Renta (IR). De acuerdo con el SRI, el cobro alcanzó los $ 1.835 millones, una caída del 18,9 % si se lo compara con el periodo del año pasado.
Esta disminución brusca no deja de sorprender al analista tributario, Napoleón Santamaría. El experto recuerda que marzo y abril son los meses en que los que, respectivamente, las personas naturales y empresas están obligadas a pagar el IR que, en este caso, correspondía al ejercicio fiscal de 2019, de ahí que se sorprende que la caída sea tan alta. La baja del IR llega al 67 % si se toma en cuenta solo abril.Si hay un efecto del coronavirus en el caso de este tributo, dice, aún debió ser indirecto.
“Lo que se nota aquí es que, claramente, tanto personas naturales como compañías no declararon el impuesto a la renta que les correspondía declarar y esto puede estar explicado por el temor que desde marzo ya empezó a originar la pandemia, temor a quedarse sin dinero o que, efectivamente, las empresas empezaron a tener problemas”, dice. No obstante, es un comportamiento que, señala, se debe investigar, porque no descarta la posibilidad de una elusión fiscal.Si bien el SRI implementó, vía orden presidencial, un diferimiento de pagos a partir de abril, Santamaría señala que este pudo haber tenido una menor incidencia, si se toma en cuenta que en un inicio el beneficio fue solo para las pequeñas empresas de ciertos sectores estratégicos.
El efecto de la pandemia, en cambio, sí llegó a incidir directamente en la recaudación del IVA (Impuesto al Valor Agregado) pues, en este caso, las cifras de abril ya reflejan lo recaudado en las últimas semanas de marzo, mes en que inició la crisis sanitaria. Y ahí, los datos oficiales mencionan que la baja fue de un 7,4%, al descender de $ 1.673 millones a $ 1.549 millones. Si se observa el IVA que se cobró por las importaciones la caída es mayor, llega al 21,7 %.
Eso demuestra, dice el experto, la medida en cómo el coronavirus llegó a afectar la economía del país y del mundo entero. En este periodo no solo que los mercados internacionales se paralizaron o las navieras y las exportaciones se detuvieron, sino que también el sector comercial empezó a tener prudencia, pensando en que los próximos meses podrían ser duros. Según el Banco Central del Ecuador (BCE), solo en el primer trimestre, la compra de materia prima y bienes de capital llegaron a bajar un 12% y 15,9%, respectivamente.
Hasta marzo, las ventas externas dieron un respiro al comercio
Leer másUn comportamiento de cautela que, advierte Santamaría, podría seguir en el año que resta y que marcará el nivel de recuperación que pueda tener la economía. “Lo más fuerte lo veremos en mayo, junio o julio”, señala.El SRI no ha vuelto a actualizar su estimación de la recaudación de este año que, en un inicio, sin pandemia, el ente preveía que sería de $ 13.900 millones. Marisol Paulina Andrade, directora del SRI, dijo a EXPRESO a inicios de mayo, que la política de diferimiento no incidirá de forma negativa porque no son pagos que se suspenden, sino que solo se prorrogan. No obstante, admitió que el impacto por la crisis será significativo, términos de recaudación.
El éxito de cobro, señala el analista, dependerá de cuánto lleguen a cambiar los hábitos de compra y consumo de los ciudadanos, pero también de las estrategias que el ente recaudador emplee para evitar una evasión en pagos. Este contexto de emergencia, recalca, ha fomentado la informalidad de ciertos negocios que, bajo la venta online y entregas a domicilio, habrían dejado de facturar. Lo mismo pasa con los nuevos emprendimientos que a la par de la crisis se han venido creando.