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El impacto no es solo en la producción de helados. Los proveedores de insumos también han sido golpeados.Gloria Taco / Expreso

Heladeros de Salcedo, a un paso de la crisis por cortes de energía

Los apagones obligan a bajar la producción o a suspender la elaboración  del producto

El cantón Salcedo, uno de los mayores productores de helados del país, vive una crisis que ha puesto en jaque a los empresarios y pequeñas industrias del sector. Los cortes de energía eléctrica, agravados por una falta de planificación de parte de las instituciones involucradas, han afectado gravemente la producción de este tradicional producto que se distribuye no solo a nivel nacional, sino también en mercados internacionales.

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Edgar Soria, propietario de la heladería artesanal La Suprema, ubicada en la vía Salcedo-Tena dijo que las dificultades iniciaron desde enero de este año cuando el gobierno declaró la guerra al crimen organizado. “Nosotros ya estábamos en crisis antes de los cortes de energía, principalmente por la delincuencia. Pero luego los apagones han agravado la situación”, explicó.

La microempresa de Soria produce entre 1.500 y 2.000 helados diarios y en los últimos siete días ha paralizado la producción. “Hubo fluctuaciones de energía que podrían dañar los equipos, por lo que optamos por no producir”, señaló. Esta decisión trajo consecuencias devastadoras para el negocio, ya que las deudas bancarias continúan acumulándose y han tenido que despedir a empleados.   

Cortes eléctricos de hasta 14 horas 

Los cortes de energía, que inicialmente duraban cuatro horas, se han extendido sin previo aviso hasta 14 horas al día. Según Soria, los horarios anunciados no se cumplen, lo que genera incertidumbre para los productores. “Planificamos nuestra producción en función de los horarios que nos dan, pero cuando no los respetan, todo se desorganiza. Es una cadena que nos afecta a todos”, mencionó.

El impacto no es solo en la producción de helados. Los proveedores de insumos también han sido golpeados. “Nosotros consumimos más de 1.500 litros de leche diarios, pero ahora la demanda ha disminuido y queremos realizar un nuevo censo para conocer la realidad de la situación”, indicó Soria. La crisis no solo afecta a los heladeros, sino también a los proveedores de leche y otros insumos, quienes han visto reducidas sus ventas debido a la baja en la producción.

Por su parte, Paco Hinojosa, gerente general de la empresa de helados Salcedo, una de las más grandes en elaboración de helados, compartió que la producción ha caído en un 60%. Antes de los apagones, su fábrica producía entre 15.000 y 20.000 helados diarios, pero en la actualidad apenas alcanzan los 6.000. “No es solo el problema de producir, sino también de vender. Nuestros clientes, al no tener garantizada la cadena de frío, no quieren comprar. Temen que los productos se dañen debido a los constantes cortes de energía”, comentó Hinojosa.

El costo de la energía eléctrica y la compra de generadores también ha sido un obstáculo. Hinojosa indicó que adquirir un generador para su planta de producción cuesta entre 1.500 y 2.000 dólares, una inversión que no todos pueden afrontar. Además, mencionó que los costos operativos aumentan debido al uso de combustible para mantener los generadores en funcionamiento.

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A nivel de empleo, la situación es alarmante. La empresa de Hinojosa emplea a 25 personas directamente, pero alrededor de 4.000 familias dependen indirectamente de la venta de helados en los puntos de distribución a nivel nacional. “Si esta situación persiste, nos veremos obligados a despedir a más personas, lo que afectará a muchas familias”, lamentó.

La falta de una solución a esta crisis energética ha generado incertidumbre entre los empresarios. “El gobierno central no ha dado respuesta. Ya son ocho o nueve meses desde que se asumió la responsabilidad, pero no vemos un plan claro”, dijo Hinojosa. Las fluctuaciones en los cronogramas de cortes y la falta de cumplimiento de estos impiden a los empresarios planificar con antelación.

La incertidumbre continúa, y los productores claman por una solución urgente antes de que las pérdidas económicas sean irreparables. Mientras tanto, intentan adaptarse trabajando en horarios nocturnos o compartiendo generadores entre varias plantas, pero el futuro sigue siendo incierto.

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