Mayor auge por llevar el ‘pollo feliz’ al plato, pese a precios altos
La diferencia con el ave convencional es que no está hacinado. El proyecto de ley promueve animales sin estrés
En el mercado de Ecuador se comercializan desde hace unos cuatro años la carne y huevos de aves que fueron criadas sin estar amontonadas en un galpón, no recibieron maltrato, su carne no tiene restos de antibióticos y durante su vida no consumieron sustancias artificiales. En otras palabras, de ‘pollos felices’, sin estrés previo al faenamiento, según la certificación que tienen.
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Este tipo de proteína animal hoy se encuentra en varios negocios, especialmente los que están ubicados en la vía a Samborondón, por ejemplo, Gourmet, en Ciudad Celeste; Nelson Market, en Entreríos, en el km 8,5 de la vía a Samborondón y en Tornero III; Glow Market, en Jardines Plaza; La Vida Verde, por el Buijo Histórico; OHM, en Moderna Plaza, etc. Aunque también existen en otros puntos del país.
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Leer másEl tema del ‘pollo feliz’ se volvió una tendencia por el debate que se inició semanas atrás tras conocerse el diseño del proyecto de Ley de Defensa de los Animales No Humanos, que se analiza en la Comisión de Biodiversida de la Asamblea, que prepara un borrador que saldrá de cinco propuestas.
Entre los puntos que se plantean en la propuesta de ley, el artículo 17, literal C, busca que los animales no estén confinados permanentemente “en espacios reducidos como jaulas convencionales o jaulas de batería, jaulas de gestación, sistemas combinados, u otros que atenten contra el bienestar animal”.
Diario EXPRESO viajó hasta una de las granjas donde viven los ‘pollos felices’, en la vía a El Triunfo. Allí se mostró las formas de crianza, que se diferencian de las que se aplican en aves convencionales. No viven hacinadas en galpones. “Aquí tenemos cinco pollos por metro cuadrado versus los (negocios) que tienen una crianza convencional, donde por lo general son 15 por metro cuadrado”, indicó a este Diario el vocero de la marca San José.
¿Cómo es un día en la vida de un ‘pollo feliz’?
Por la mañana pasa libre, puede andar por el campo. En este caso le gusta estar bajo la sombra de las plantas de cacao. “El cultivo se beneficia de la presencia de las aves, porque el estiércol sirve de abono”, precisó el experto de San José.
de pollos de campo y 40,1 millones en planteles avícolas hubo en abril de 2023, según INEC.
En la finca se han instalado varios lugares donde los pollos pueden beber agua. Por la tarde las aves buscan resguardarse en el galpón, ya que después de las 18:00 pueden ser víctimas de otros animales depredadores. Entonces una persona cierra el galpón para protegerlos y al amanecer se vuelve a abrir.
No están obligados a comer constantemente. “A los pollos convencionales les ponen una luz para que estén comiendo con frecuencia. La meta es que se engorden y en 40 días se los pueda faenar. En nuestro caso el crecimiento y la ganancia de peso se demora más y por eso son faenados en 90 días”, indicó.
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Por esta razón es que la crianza y el producto final cuesta más. Producir una libra del pollo convencional vale 0,65 dólares, mientras que el ecológico 1,60 dólares. De allí que en el mercado se vende la libra a 2,20 dólares.
Los pollos ecológicos tienen certificaciones e incluso Agrocalidad es el ente que da el permiso y verifica cómo es el faenamiento allí. Sin un certificado, no se puede asegurar que esas aves no han estado enjauladas.
En el mercado ecuatoriano también hay carne de reses que han estado en libre pastoreo.
La Asociación de Productores de Alimentos Balanceados (Aprobal) considera que es loable establecer una normativa para precautelar la salud y el bienestar de los animales. “Lo que no es razonable, ni posible, además de ser atentatorio contra nuestra soberanía alimentaria, es buscar equiparar los parámetros de bienestar de un animal silvestre con los de una mascota o con los animales de producción”, sostiene el gremio.
Para el gremio, creer que el espacio del que disponen las gallinas ponedoras, los pollos de engorde o los cerdos es insuficiente, “es un error”. Según Aprobal, los sistemas de producción actuales son el resultado de más de un siglo de investigaciones que aseguran que las especies respectivas se desarrollen de la mejor manera, con comodidad y libres de estrés en los espacios donde actualmente se manejan las unidades de producción. “Solo así se podrá alimentar a la sociedad ofreciéndole la mejor calidad de proteína al menor precio posible”. Destaca que el bienestar y salud de los animales son fundamentales en todos los sistemas de producción. “No existe ninguna especie que se críe satisfactoriamente y produzca bien huevos, leche, miel o carne si no está bien cuidada y alimentada”.
No obstante, reconoce que tampoco se puede negar que hay un nicho de mercado que busca la proteína de animales que han llevado una vida digna y cuya carne está libre de antibióticos y no contiene sustancias artificiales. En los mercados, es típico ver pollos pintados de amarillo para hacerlos pasar como criollos, una práctica que combate Agrocalidad.
Por ello, para quienes buscan esta alternativa de alimentos lo mejor es verificar que el empaque tenga un sello que garantice que es carne de un animal ‘feliz’.
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