El rompope: entre la tradición navideña, el negocio y las rentas
Desde distintas ciudades del país, varios emprendimientos abastecen al mercado en esta época
Leche, huevo, azúcar y, la mayoría, con una dosis de alcohol, es la receta mágica que en muchos hogares acompaña la celebración navideña, incluso desde el inicio de la Novena, que empieza todos los 16 de diciembre. Y es por esta tradición que varios emprendimientos ponen a batir los ingredientes y a ofrecer sus creaciones.
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Leer másUno de ellos es el rompope “Las Abuela”, que con su lema “hecho en casa” es un producto que se ha convertido en un infaltable en las novenas y cenas de las familias en la zona de Cumbayá, en Quito. Erika Vaca y Valeria Carvajal son las herederas de una receta que recibió su abuela, en algún convento, proveniente de México.
“Mi abuelita era riobambeña. De lo que hemos investigado, esta es una receta que viene de las monjas clarisas de México, que en la época colonial se dedicaban a fabricar esta bebida con bastante licor. Desde ahí se fue derivando hasta que llegó a algun convento en Ecuador en 1862. Esa receta pasó a manos de mi abuela y ella nos enseñó a hacer. Hace 13 años creamos este emprendimiento, no solamente como negocio propio sino también como contribución a rescatar las tradiciones”.
Las dos amigas, y un ayudante, viven una temporada agitada de trabajo en la fabricación del rompope. Y en su venta, se las puede ubicar en cuanta feria de emprendimientos aparezcan en su zona. Y siempre con una sonrisa. La bebida la hacen solo en Navidad. Venden aproximadamente 1.000 botellas en esta temporada, a un precio de USD 15 cada una. “Ya la gente nos conoce, de verdad que somos como una tradición y decimos que estamos en todas las novenas de Cumbayá. Hemos mantenido ese precio desde hace algunos años, porque la botella puede ser un regalo para darlo. La persona que prueba nuestro rompope siempre vuelve”.
Una historia casi similar la ha vivido la familia de Verónica Velasco. En Samborondon, su bisabuela, María Jurado Baquerizo, comenzó a regalar el producto que elaboraba a sus amigas. Gracias a la acogida, ella descubrió un gran potencial en la receta y decidió convertirlo en un emprendimiento. Lo llamo “Rompope La Abuela”.
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Leer másDesde 1913, la fórmula de la bebida fue pasando de generación en generación. Primero con su abuela Mercedes Coronel de Moreno. Y en 1983, con su mamá, Susana Moreno Coronel. Esta última y Verónica han impulsado el negocio desde hace 41 años, aunque desde hace 13 tuvieron que cambiar el nombre a “Rompope Doña Meche”.
“Entró al país Ron Abuelo y nos impugnaron el nombre. Así que lo cambiamos. A lo largo de los años nos hemos adaptado a las tendencias del mercado, ampliando nuestra oferta con nuevos sabores, como el rompope de café y el de pistacho. Estos rompopes, que combinan tradición e innovación, se venden actualmente en diferentes supermercados del país y a través de nuestras redes sociales”.
Doña Meche es una empresa familiar. Madre e hija siempre están directamente involucradas en la producción, asegurándose de que cada botella cumpla con los estándares de calidad. En el proceso de elaboración trabajan siete personas, desde que el rompope se calienta en una marmita hasta que se coloca el sello de seguridad en cada botella. “Procuramos que nuestro rompope esté elaborado con productos frescos, por lo que comenzamos la producción en septiembre, garantizando que en octubre estemos listos para realizar la primera entrega a las cadenas de supermercados (Supermaxi, Mi Comisariato y Del Portal). Esta época nos ha tocado trabajar desde las 04:30, por el problema de la luz. Vendemos unas 15.000 botellas en época navideña”.
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