La seducción del café especial

El café de especialidades de Ecuador cada día gana más fama en el mundo. Un quintal en el concurso Taza Dorada se ha llegado a vender hasta en 10.000 dólares. El grano ecuatoriano tiene sus particularidades. Por ejemplo en Loja, la planta está rodeada de árboles frutales y eso, más la ubicación geográfica y el clima, hace que el producto gane un sabor, olor y cuerpo singulares. Un café que tiene una puntuación de 80/100 es considerado de especialidades, y mientras más se acerque al 100, mayor precio tiene la libra de ese grano.

En los últimos años, el país ha llegado a acumular un déficit de café. Al año requiere unos 300.000 sacos para atender la demanda nacional, pues solo se cosechan más o menos 200.000 quintales, explica a Diario EXPRESO Pablo Acosta, experto en café de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL).

Pero aunque exista un faltante de forma general, la historia es diferente con el café de especialidades, ya que cada año aumenta el número de hectáreas cultivadas de estas variedades. “Se estima que la siembra del café de especialidades crece cada año en un 10 %. Asimismo, aumenta en un 10 % la venta de este producto y esto es porque el café ecuatoriano, en particular el gourmet, está que seduce a los compradores internacionales por su calidad, aroma y sabor. En el concurso Taza Dorada tenemos el récord de haber vendido en 100 dólares una libra, este fue uno que tuvo un puntaje más cerca a 100”, indica Pablo Pinargote, gerente de la Asociación Nacional Ecuatoriana de Café (Anecafé).

La provincia de Ecuador que se destaca por el café de especialidades es Loja. De los 17 años que se ha celebrado el concurso Taza Dorada, 12 veces la ha ganado esta provincia, destacó Pinargote. De allí la importancia de que desde el 2019 el producto tenga la denominación de origen otorgada por el Servicio de Derechos Intelectuales (Senadi), un sello que permite distinguir la oferta y diferenciarla por razón de su calidad, reputación u otras características que se deben a su origen geográfico. Pero de acuerdo con los expertos consultados por este Diario, esta distinción no se usa a plenitud. “Porque es complejo homologar el proceso y falta que los productores se asocien”, precisa Acosta.

Una situación parecida ocurre con la denominación del café de especialidades de Galápagos, pues no se le saca el máximo provecho a la distinción que legalmente tiene el producto. El tema entró en debate porque el presidente de la Cámara de Comercio de Loja, Julio Luna, sugirió que el café de especialidades debe promocionarse bajo una sola marca, como la que tiene Colombia, con su café Juan Valdez.

Acosta señala que el país no está listo para esto, precisamente porque todavía los productores no se han organizado para sacarle el máximo provecho a la denominación de origen. “Por ello planteo que cada quien tenga su propia marca, pero bajo el sello de calidad del país o de la denominación de origen o bajo la marca país”, anhela Acosta.

Pese a esta falta de coordinación, el café de especialidades de Ecuador seduce al mundo por su calidad. “Siempre vienen delegados a visitar la ruta del café en Vilcabamba”, dice Augusto Padilla, gerente de Vilcaroma Coffee.

Este Diario visitó hace unas semanas dicha localidad, y el día de la entrevista los cafeteros se preparaban para recibir una comitiva, que además de conocer el proceso para obtener el café de especialidades iban a catar un lote, con miras a comprarlo. Los extranjeros que esperaban eran de Estados Unidos, Costa Rica, Salvador y Perú.

Potenciar el cultivo

La siembra del café de especialidades crece 10 % cada año, pero hay un déficit de producción para atender la demanda nacional. La solución, según Pinargote, es que el Gobierno apoye con capacitación y créditos con años de gracia y una tasa baja. “Si se desarrolla una política agraria, en seis años se podría pasar de producir 250.000 quintales al año, a pasar a cosechar un millón de quintales”, proyecta Pinargote.

Según el estudio ‘Estado del cultivo de café en el Ecuador’, que data de 2022, entre las causas que provocaron la pérdida de la superficie para cultivar café estuvieron las plagas (en un 50 %), sequías y heladas (20 %)    y otros factores (30 %).

Un dato muy importante es que el rendimiento de la tonelada por hectárea es bajo en comparación con otros países de la región. En Ecuador ese valor es del 0,27 %, mientras que en Perú es del 0,94 % y en Colombia es del 0,99 %.

Estadísticas del Banco Central de Ecuador (BCE) señalan que de enero a mayo de 2024 el monto de las exportaciones de café y elaborados sumaron 55,4 millones de dólares. El incremento en relación al mismo período del 2023 fue del 2,2 %. El café es el quinto producto que más se vende al mundo de las exportaciones no petroleras tradicionales.

Los expertos consultados por este Diario concuerdan en que si el café ecuatoriano destaca por su calidad, pese a no contar con un adecuado apoyo gubernamental ni amplia promoción, es señal de que existe una riqueza que el país no está explotando plenamente.

A un campeón de barismo le gusta el café lojano

Manuel Romero es un productor de café de especialidades. Él empezó en este proyecto hace 16 años.

Su marca es Indera. Antes se desempeñaba como futbolista (era de la selección de Loja) y como taxista. Pese a ser de la cuarta generación de agricultores en Loja, empezó con el cultivo de café al casarse. Ha participado en el concurso Taza Dorada, donde llegó a vender un quintal de café en 5.000 dólares, lote que lo compró un empresario de Finlandia.

El café Indera se exporta a Australia, donde el comprador es el campeón internacional de barismo Sasa Sestic, quien tiene varias empresas y le gusta comprar el café lojano, según relató a Diario EXPRESO Romero.

Indera tiene dos cafeterías en Loja y solo sirve café de especialidades. Va a abrir una tercera este año en el centro de Loja, donde queda el monasterio de las Madres Conceptas, donde se va a respetar la arquitectura, que data de 1597. Este lugar es considerado la ‘cédula’ de identidad cultural, religiosa, colonial e histórica de los lojanos. La inauguración de la nueva cafetería será entre agosto y septiembre de este año .

Otra meta es abrir un punto de venta en Guayaquil y en Quito. “Lo ideal es llegar este año al Puerto Principal y a la capital del país, pero si no alcanzamos, máximo será en el primer semestre de 2025”, dice Romero.

Adicional a esto se está trabajando para hacer crecer la marca mediante la venta de franquicias. La inversión en Loja este año ha sido de unos 400.000 dólares. La apertura de la tienda en Guayaquil requiere una inversión de unos 90.000 dólares.

Llevan seis años exportando. Han vendido a Inglaterra, China, Estados Unidos, Canadá, Japón, Corea, Taiwán, Finlandia y Australia. Se está trabajando para llegar a nuevos mercados como Países Bajos y Arabia, a donde ya han enviado muestras.

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