Subsidios y ‘gasolina barata’ en Ecuador, espejismo de bienestar
El país cerró el 2024 como uno de las naciones con los combustibles más baratos de la región
La eliminación progresiva del subsidio estatal a los combustibles que se ha venido aplicando en los últimos años, no ha sido impedimento para que Ecuador cierre el 2024 como uno de los países de Latinoamérica y el Caribe con los precios promedios más baratos por galón.
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Leer másSegún un reciente informe de Global Petrol Prices, difundido en los últimos días por Bloomberg, plataforma especializada en información económica y financiera, Ecuador, con un galón promedio de $ 2,6, aún logra tener los valores más económicos de la región, superado solo por países como Venezuela o Bolivia, donde también, por políticas estatales, se mantiene un fuerte componente de subsidios que inciden en las tarifas que paga el consumidor final.
En el caso de Ecuador, desde junio de 2024 los precios de las gasolinas extra y Ecopaís ya no tienen esta ayuda pública, que aún se mantiene para el diésel, el combustible que representa el 47 % del total de la demanda del sector automotor.
Pero esta realidad que aparenta traer ventajas para el consumidor y las empresas que aún se siguen beneficiando del diésel subsidiado, es un espejismo de bienestar, consideran algunos expertos de este mercado. El subsidio, que aún se otorga sin focalización (porque sigue siendo también un beneficio para los más ricos y contrabandistas), no ha impulsado una mayor labor productiva en el país, sino que ha derivado en mayores consumos y, con ello, una fuga de divisas que abona en la debilidad de las cuentas fiscales, pues a mayor importación, más subsidios que los gobiernos deben asumir.
Jorge Luis Hidalgo, gerente de la empresa Green Power, explica a Bloomberg que los Estados que siguen teniendo bajos precios con la ayuda de subsidios sufren en realidad efectos negativos, pues terminan pagando siempre más por combustible “porque lo manejan de forma monopólica y con altos valores de corrupción”.
En contraste están otros países como Uruguay, Brasil y Chile, que teniendo costos más altos por galón, han logrado tener una mayor autonomía energética y desarrollo sostenible.
Nelson Baldeón, experto en geopolítica energética y consultor empresarial en estos temas, coincide con esta teoría y se muestra en contra de que Ecuador continúe estando en la lista de países que conserven una política de subsidios. “El hecho de que te subsidien todo, que a un hijo siempre le subsidies todo en la casa, hará que nunca vea el verdadero valor de las cosas. ¿Y qué es lo que hace? Consumir, consumir y consumir, a pesar de que yo (Estado) tenga más gastos que él no va a sentir”, sostiene.
Las compras internacionales de derivados de petróleo que el país hizo en el 2024, en un contexto de crisis energética que obligó a usar más generadores y a reactivar su parque termoeléctrico, pudieron ya haber batido un posible récord. Según las cifras oficiales de Petroecuador, solo hasta noviembre del año pasado Ecuador tuvo que importar cerca de 6.024’813.135 millones de dólares en derivados, un valor que hasta diciembre, estiman expertos, llegó ya a los $ 8.0000 millones.
Con esa cifra se calcula que el gasto en diésel pudo haber alcanzado aproximadamente los 4.880 millones de dólares, lo que habría obligado a que el Gobierno (asumiendo un 40 % de subsidio) destine en el 2024 unos $ 1.952 millones aproximadamente solo en subsidio al diésel. Y ese es un alto costo, agrega Baldeón, “que se seguirá transfiriendo a las arcas públicas y que hará que el país siga teniendo menos recursos, tenga que seguir endeudándose con organismos como el FMI para comprar diésel caro, para subsidiarlo, de los cuales como 250 millones de dólares se roban en los pinchazos de los poliductos”.
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Leer másOtro monto del diesel subsidiado, entre un 10 y 15 % estima José Xavier Orellana, experto en temas petroleros, se continúa yendo por contrabando. Por eso, el tema de la eliminación del subsidio al diésel, concuerda, debe entrar en consideración, entrar a discutirse en la campaña política y ser prioridad para el nuevo Gobierno que gane en las urnas en las próximas elecciones.
Baldeón y Orellana recuerdan que Colombia y otros países han comenzado a retirar el subsidio al diésel desde el 1 de enero de este año. Si Ecuador no toma una decisión similar, su combustible terminará siendo mucho más atractivo para los contrabandistas.
Para Baldeón, si el régimen de turno tiene como fin ayudar a la población más necesitada, la forma no es recurriendo a las ayudas estatales, sino creando las vías para acceder a un combustible barato. “La clave está en empezar a producir nuestro mismo recurso: licitando el campo Amistad, delegando el campo Sacha, el Pungarayacu, para tener combustible barato. Esa es la manera de obtener un recurso económico. La tendencia mundial es esa”.
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