Las ventas nacionales pierden fuerza por menor consumo local
La facturación se desacelera, en un contexto de inseguridad y menor demanda de hogares
Los resultados nacionales de ventas aún están fuera de la línea roja, pero están cada vez más cerca de ella. La comercialización de bienes y servicios tiende a contraerse. Según el Servicio de Rentas Internas (SRI), de enero a abril de este año, la facturación del sector privado, que incluye ventas locales y exportaciones, alcanzó los $ 70.680 millones. Si bien es un 2,1% más, el resultado está por debajo del crecimiento del 3,3% registrado en el 2023, con respecto al 2022.
Empresarios rechazan cambios del SRI sobre la autorretención del Impuesto a la Renta
Leer másLas cifras incluso, remarca Xavier Andrade, director de estudios técnicos de la Cámara de Industrias de Guayaquil (CIG), se alejan de los resultados a doble dígitos que llegaron a ver años atrás, cuando el contexto era distinto al de ahora: no había tanta inseguridad y los niveles de falta de liquidez en la economía eran menores.
Las estadísticas de hoy, explica Andrade, son un reflejo neto de lo que sucede en la economía interna. Si uno desagrega las cifras nacionales y observa los datos del sector primario (ligado a la exportación de banano, camarón, cacao, etc.,) se tiene que el comportamiento de sus ventas fueron un 5 % más hasta abril. “Y eso se entiende porque está atado a la exportación que de alguna manera ayuda. La manufactura que no exporta tanto en la magnitud que lo hace el sector primario, en cambio, decreció un 2 % y esto porque este año vemos que hay una caída en el consumo local”, explica.
En esa línea se entiende también por qué la facturación de las actividades de información y comunicación cae un 2,2 %; de Transporte y almacenamiento un 0.3% y las de salud en un 16 %, la baja más fuerte.
“Por la coyuntura económica vemos que las familias tienen cada vez menos recursos para tomar un seguro privado o hacer un gasto de bolsillo en temas de salud”, dice Ana Delgado, directora de la Asociación de Clínicas y Hospitales Privados, quien añade que a esto hay que sumarle una menor cantidad de pacientes en las clínicas, por una menor derivación del sector público; esto, ante la deuda millonaria que el Estado mantiene con el sector privado.
Esa contracción de la demanda de hogares y el aporte de empresas a la economía se evidenció desde los primeros meses del año, esto fue lo que influyó en el tibio incremento que tuvo el Producto Interno Bruto (PIB) en el primer trimestre (1,2 %). Según data recientemente divulgada por el Banco Central del Ecuador (BCE), en ese período el consumo de los hogares decreció en 1,1%, y la formación bruta de capital fijo (FBKF) o inversión en 1,3%.
Sin embargo, los resultados de facturación nacional de abril (que crecieron un 4 %, según el SRI) marcan cierto alivio en los sectores productivos, que creen que podría tratarse de un punto de quiebre que lleve a una mejora. “La proyección es que con la mayor liquidez que viene con el crédito del Fondo Monetario Internacional (FMI), que permitirá al Estado tener más recursos para ir pagando a proveedores, la situación económica puede mejorar”, dice Andrade. En el marco de un nuevo programa de financiamiento de $4.000 millones, el organismo ya hizo un primer desembolso de $ 1.000 millones en junio pasado; para diciembre de 2024 o en enero de 2025, se esperan otros $ 500 millones más.
Es posible que el ritmo de facturación de enero a abril marque la pauta del comportamiento que pudo haber tenido mayo y junio. En ese sentido, dice Fausto Ortiz, exministro de Economía, “el primer semestre está jugado. Ya terminó y sobre esas cifras no hay nada que podamos hacer”. Revertir el escenario en el segundo semestre dependerá del nivel de oxígeno que el Gobierno pueda inyectar en la economía. “La inversión pública del Gobierno no fue capaz de empujar a la economía en el segundo trimestre. ¿Podrá hacer algo en el tercer o cuarto trimestre? La respuesta es sí. Pero para eso hay que acelerar la ejecución de obra pública cuya ejecución llega apenas al 15 %, hay que pagar a los contratistas para que la economía se dinamice. Está en manos de las autoridades hacer algo diferente”.
La ministra de Trabajo pide anular contratos colectivos de empresas públicas
Leer másTodo eso, dicen los analistas económicos, es lo que permitirá tener más dinero circulando en la economía, lo que en definitiva ayudará a que las empresas produzcan y contraten más y que los hogares consuman más.
Según las cifras del SRI, hasta abril de este año, Santa Elena fue la provincia que reportó la mayor caída de ventas. Allí se registraron $ 374 millones, lo que significó un 8,5 % menos. En terreno negativo también están El Oro y Tungurahua, con un 6,8% y 5,5% menos, respectivamente. Pichincha fue la provincia que más facturación tuvo con $28.182 millones (2,1 % más) , no tan lejos estuvo Guayas con $ 24.812 millones (1,6 %).
¿Te invitamos a leer Diario EXPRESO? TE PUEDES SUSCIBIR AQUÍ