El embajador del chocolate local

Pachi Larrea ha ganado notoriedad recientemente. “Estoy sorprendido de la repercusión que ha tenido esto, ya que no estoy acostumbrado”, comenta el ecuatoriano, quien reside en España desde hace una década. No es de extrañar que su nombre haya aparecido en varios medios de comunicación locales y españoles. El pasado viernes 3 de octubre de 2024, en la feria Alicante Gastronómica, se alzó con el título de mejor torta de chocolate del mundo en el Premio Internacional de Alta Pastelería Paco Torreblanca, un referente de la pastelería española y mundial.

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“Desde el principio, quería que el pastel fuera 100% ecuatoriano. Me enorgullece representar a mi país y mostrar el talento de Ecuador al mundo. Quiero que sepan que hay gente valiosa que se esfuerza día a día, y que estando lejos es aún más difícil”, comenta emocionado. Larrea elaboró una torta con chocolate ecuatoriano. Es un apasionado y firme creyente del potencial de este fruto, no solo por su origen nacional, sino también por su extraordinaria calidad. Es embajador de la marca República del Cacao.

“Quería que fuera evidente que el pastel era ecuatoriano. No deseaba que tuvieran que revisar mi perfil para saber mi procedencia. Mi intención era que hablara por sí mismo de Ecuador. Por eso, nombré mi creación 'Amazonía', ya que la realicé con un chocolate con alcohol de cacao de la línea Amazonía 75% de esta marca”, explica.

Pachi llegó a una final con 10 participantes de distintos países. La etapa de selección contó con las candidaturas de 220 chefs, quienes debían demostrar su trayectoria y obras realizadas.

Confiesa que en la final estaba “muy nervioso” porque el jurado eran personas con mucho recorrido y prestigio internacional en la pastelería.    El concurso tenía de jurado a grandes exponentes de la talla de Jordi Roca, Albert Adrià, Oriol Balaguer, entre otros. Sin embargo, Pachi dice haberse sentido motivado también de participar en la competencia, precisamente por quienes calificaban sus creaciones.

“La competencia se desarrolló en mesas frente a un escenario, con público cercano. Los jueces evaluaban nuestro trabajo en diversos criterios: sabor, textura, presentación, organización, limpieza y concepto. La precisión era crucial, ya que cada aspecto tenía un puntaje específico y los detalles marcaban la diferencia”, indica.

El pastel consistía en un bizcocho de cacao con una compota de maracuyá y limón, y un crujiente de harina de sarraceno con chocolate. Tenía una mousse de chocolate con un toque de vainilla. En su interior, albergaba un cremoso de vainilla y chocolate blanco, además de una trufa de chocolate con leche y chocolate negro.

Su trayectoria

Pachi, oriundo de Quito, se formó en gastronomía en Argentina. Al regresar a Ecuador, dirigió un pequeño restaurante familiar durante 4 años en la capital. Su llegada a España se produjo cuando su esposa vino a estudiar una maestría en Barcelona. Es en el país europeo donde él se enamora de la pastelería y chocolatería, ya que trabajó en esa área en un restaurante. Durante ese período, Larrea trabajó un año en Miami. Después de esta experiencia, volvió a España y se estableció definitivamente en Castelldefels. “Es una población de 80.000 habitantes cerca de Barcelona, mucho más tranquila, residencial y con playa”, explica. “La calidad de vida para mí, en este momento, es mejor aquí. Ya no me acostumbraría a vivir en una ciudad tan grande”, añade.

Además, destaca que estar en Europa le permite exponerse y crecer más profesionalmente en el ámbito culinario. “En Europa, la gastronomía, especialmente la pastelería, está en un nivel muy avanzado. Esto se debe a la presencia de Francia y también de Barcelona, donde se encuentran algunos de los mejores pasteleros del mundo”, señala Pachi.

Su crecimiento en su carrera y su papel como embajador de la marca de cacao ecuatoriana le han brindado la oportunidad de viajar para formar a profesionales en diversos países. “He estado en muchos sitios: Hong Kong, Australia, Singapur, Catar, Dubái y varias ciudades europeas. En estos lugares no solo imparto conocimientos, sino que también aprendo mucho. Te llevas una gran experiencia de la gente que conoces”.

El premio actual es fruto del esfuerzo de Larrea. En Cataluña, ganó el premio a la mejor “Coca de Sant Joan” —un postre tradicional de frutas confitadas— en dos ocasiones (2020 y 2023), lo que le ha otorgado prestigio en Castelldefels.

Actualmente, Larrea es propietario de dos pastelerías que llevan su nombre. Además, anhela que más talentos ecuatorianos destaquen en el escenario mundial, impulsando así la gastronomía del país y productos emblemáticos como el cacao.

Una materia prima por explotar

Para Pachi, el progreso que ha tenido Ecuador para promocionar su cacao a nivel mundial es evidente. “Cuando trabajaba en Miami, hace 6 años, conocí el producto nacional con el trabajo ahora. Y me encanta, lo uso mucho en la elaboración de mis pasteles”, relata. No obstante, Larrea señala que el país aún enfrenta desafíos significativos en cuanto al posicionamiento global de su cocina y, por consiguiente, el cacao y su chocolate. Reconoce que, si bien se han logrado avances, todavía existe un amplio margen de mejora para alcanzar un reconocimiento internacional más sólido en este sector. “Desde mi perspectiva en el exterior, la gastronomía ecuatoriana tiene mucho potencial por explotar. La cocina peruana es más reconocida internacionalmente, como se evidencia en Barcelona. En cuanto al chocolate, aún hay trabajo por hacer en producto y desarrollo de talento. Creo que hay muchas personas valiosas en Ecuador que podrían cambiar la historia”.

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