Empresarios, tras una apertura comercial ‘inteligente’ con China
El gremio le toma el pulso al avance de la firma del tratado, programada para el 15 de diciembre Ecuador busca excluir de la negociación el 10 % de partidas
El Gobierno de Guillermo Lasso tiene como meta la firma de un acuerdo comercial con China para la XV Cumbre Empresarial China-América Latina y el Caribe (China-LAC), que tendrá lugar en Guayaquil el 14 y 15 de diciembre. La fecha se acerca y el sector empresarial es cada vez más cauteloso sobre la posibilidad de cerrar las negociaciones en tan pocos días y en el mejor escenario para el país.
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Leer más“Se mantiene ese cronograma. Hemos avanzado con cuatro rondas y estamos en la etapa final”, aseguró el viceministro de Comercio Exterior, Daniel Legarda. La convicción sorprende un poco a los empresarios, porque en negociaciones, según dicen, es difícil dar fechas.
“Hay unos objetivos. Depende mucho de la voluntad de cada país de negociar. En etapas finales puedes avanzar rápido o lento”, dijo Pablo Jiménez, vicepresidente ejecutivo de la Cámara de Industrias y Producción (CIP).
El sector empresarial acompaña el proceso a través del Cuarto Adjunto, instancia conformada por representantes de los distintos gremios, liderada por el Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE). “El Cuarto Adjunto cuenta con ‘negociadores espejo’ del sector empresarial, que ayudan a los negociadores del Gobierno en cada una de las mesas temáticas”, explicó Miguel Ángel González, presidente del CEE. De esta manera, el sector privado ha logrado ser partícipe y estar informado de los avances.
En este acuerdo hay 10 mesas de negociación: Acceso a Mercados, Origen, Comercio Electrónico, Obstáculos Técnicos al Comercio, Facilitación de Comercio, Defensa Comercial, Inversiones, Solución de Controversias, Acceso Sanitario y Fitosanitario y Competencia. “Algunas están cerradas; otras siguen abiertas. La más compleja es la de Acceso a Mercados, donde se definen las desgravaciones. Lo importante es que se pueda tener una apertura inteligente. Hay sectores sensibles que sentirán algunos efectos, pero hay que pensar en acciones internas que mejoren su productividad”, profundizó Jiménez.
Todavía creo que aún estamos lejos de encontrar un equilibrio en la negociación comercial. La competencia de ambos países tiene que darse en igualdad de condiciones.
En las negociaciones del acuerdo, cada país presenta una propuesta de desgravación. Esto implica reducir los impuestos o aranceles que paga un producto al ingresar a un país. Dependiendo del caso, se podrán reducir en su totalidad y de manera inmediata, o será de manera gradual en distintos plazos.
A estas alturas de la negociación, existen gremios empresariales que ya han solicitado la exclusión de ciertas partidas arancelarias de las desgravaciones que se otorgarán a las importaciones chinas.
Hemos pedido que en la negociación se incorpore la necesidad de implementar protocolos sanitarios que permitan acordar reglas de acceso con mayor previsibilidad.
“Se ha hecho una propuesta ambiciosa para poder tener un total del 10 % de partidas arancelarias excluidas”, precisó Gustavo Cáceres, presidente de la Cámara de Comercio Ecuatoriano-China.
En otros casos se ha pedido que el plazo de la desgravación a los productos chinos sea el más largo posible, explicó Cáceres. Algunos sectores vulnerables serían los textiles, metalurgia, metalmecánica, cerámica.
Para Javier Díaz, presidente de la Asociación de Industriales Textiles (AIT), la producción nacional de textiles está en “absoluto riesgo”, de no haber una negociación adecuada. Este sector emplea a más de 130.000 personas. El gremio ha solicitado la exclusión de prendas de vestir, grupos de tejidos, sombreros y otros productos terminados.
La producción nacional de textiles está en absoluto riesgo dentro de esta negociación. Es el escenario más complejo al que nos enfrentamos, junto al contrabando.
Otro sector que ha pedido la exclusión de las negociaciones es la producción nacional de vehículos. David Molina, director ejecutivo de la Cámara de la Industria Automotriz Ecuatoriana (Cinae), recalcó que hay una asimetría importante en materia de producción con China, al ser un mercado con altos subsidios en toda su cadena, mano de obra barata e incumplimientos de estándares ambientales. Estos factores, consideró Molina, inciden en los precios bajos de sus vehículos, a pesar de los aranceles.
El presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano concuerda en que uno de los retos de la negociación es considerar las asimetrías y situaciones particulares de cada país, de tal forma que todos los rubros económicos puedan verse beneficiados.
- El principal destino de la oferta local
El sector exportador podría ser el gran beneficiado de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China. Entre enero y septiembre, las exportaciones no petroleras al gigante asiático alcanzaron los 4.447 millones de dólares, un alza del 115 % con relación al mismo período de 2021.
Felipe Ribadeneira, presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), dijo que un acuerdo, además de eliminar aranceles, puede destrabar el acceso a ese mercado, con menos condiciones sanitarias y fitosanitarias.
Las frutas exóticas ecuatorianas, como maracuyá, pitahaya y uvillas, tienen el mayor potencial.