El escepticismo impregna la creación del consejo económico
Expertos consideran que la asesoría dará frutos si hay respaldo político a las propuestas. Sugieren flexibilidad tributaria y achicamiento del Estado.
En medio del complejo panorama económico generado en la emergencia sanitaria por COVID-19, la caída del precio mundial del petróleo y el freno a la tributación, el Gobierno ecuatoriano anunció una nueva medida destinada a paliar la crisis, que hasta ahora ha generado la pérdida de más de 150.000 puestos de trabajo y un déficit fiscal de $ 12.000 millones: la creación de un consejo asesor de expertos en materia económica.
Este, que empezará a laborar en las próximas semanas y en el que participan el exministro de Finanzas Fausto Ortiz y el exjefe del Banco Mundial Augusto de la Torre (se anunció la participación de Pablo Lucio Paredes, quien luego la desmintió), deberá “renegociar la deuda externa, conseguir nuevos acuerdos con organismos multilaterales y hallar nuevas formas de financiamiento”, señaló el Ejecutivo.
Pero los propios expertos tienen sus dudas con respecto a los resultados de esta asesoría.
“No hay soluciones mágicas para arreglar el problema”, comentó el decano de la facultad de Economía de la UEES, Francisco Swett. “Sin duda se tiene que hacer una refinanciación dura de la deuda, pero eso no será suficiente. Se debe continuar achicando el tamaño del Estado, y se debe dar libertad al comercio, a la manufactura, al turismo para producir. Eso solo se puede hacer replanteando el régimen tributario”.
Ecuador plantea reducción de pago de intereses en la primera reunión con tenedores de bonos
Leer másEste agregó que la voluntad política para aplicar las sugerencias de los asesores es vital para que la apuesta del Ejecutivo funcione, opinión que comparte Leonardo Izquierdo, analista del Círculo de Estudios Latinoamericanos. “La reducción del tamaño del Estado no es un pedido nuevo, pero el Gobierno no tuvo el poder político ni la sinergia social para optar por los recortes que debían hacerse, y ahora se lo hace, de manera insuficiente. Eso debe solucionarse”, acotó.
Para el analista José Javier Orellana, la funcionalidad del consejo se verá si se toman acciones inmediatas. “El daño causado al tejido productivo del país es cuantioso. Se necesitan soluciones rápidas y efectivas, no solo diálogo. Los estudios recientes prevén que este año se perderán hasta 300.000 empleos formales”, subrayó.
Fausto Ortiz, parte del consejo, señaló que próximamente se sabrá el método de trabajo del organismo, pero reiteró que para ello el Estado deberá levantar el sigilo a los contratos de la deuda externa. Añadió que “medidas como las bandas en el precio de la gasolina son buenos primeros pasos a nivel interno (…) pero hay bastante trabajo por delante”.
Pero no todos son tan optimistas. El economista Juan Merchán consideró que las medidas que se tomen no serán suficientes para frenar la crisis. “Las pérdidas son inevitables. Aun así, hay medidas que pueden reducir la afectación, como el aumento en los plazos de pago de la deuda, lo que se debe tramitar con urgencia. Del ahogado, el sombrero”.
Hasta 9,6 % decrecería el PIB este año
Un panorama desalentador. La previsión económica que el Banco Central del Ecuador hace para este año, basada en información proporcionada por el Ministerio de Economía y Finanzas, fuentes del sector público y privado, y estimaciones propias de la institución, prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) para 2020 decrecerá entre el 7,3 % y 9,6 % (un promedio de $ 66.678 millones).
La entidad estima un encogimiento en las importaciones por destino, una contracción en bienes de consumo por al menos $ 1.637 millones, y en materias primas, bienes de capital y combustibles y lubricantes.