Las exportaciones amortiguaron la peor crisis desde que hay registros
Los envíos de banano, minerales cacao, atún y camarón inyectaron dólares al país. Otros negocios también sacaron ventaja de la estrechez económica.
Entre abril y mayo de este año, los organismos internacionales no paraban de repetir una frase: “La peor crisis desde la Gran Depresión”. Esas palabras buscaban explicar la magnitud del ‘shock’ que la economía global estaba atravesando.
En el país, el Banco Central del Ecuador (BCE) estima que el Producto Interno Bruto (PIB) nacional decrecerá este año 8,9 %, una recesión peor que la de 1999, año del feriado bancario. Mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI)calcula que la caída económica en 2020 sería del 9,5 %. Pero pudo haber sido peor.
La llegada de préstamos de organismos multilaterales y las exportaciones no petroleras se convirtieron en una suerte de airbag ante una gran colisión. Mientras Ecuador se confinaba para detener la propagación de la pandemia de COVID-19, empresarios y trabajadores se adaptaban sobre la marcha a la “nueva normalidad”.
En medio del “Gran Confinamiento”, nombre que dio el FMIa la crisis de este año, banano, camarón, cacao, concentrado de cobre, doré (barras de oro y plata)... no pararon de llegar a los puertos de Estados Unidos, Europa o Asia. Esos segmentos aportaron con una inyección de dólares a una economía anémica por la falta de liquidez.
Mientras las exportaciones petroleras ecuatorianas caían más del 42 % (hasta octubre), envíos de productos como el banano crecían 7,7 %, hasta octubre, si se compara con el mismo período del año pasado. Asimismo, el cacao y el atún tuvieron un buen 2020, con crecimientos del 5,1 % y 4,6 % respectivamente.
De 45 actividades que analiza el BCE, solo nueve habrían crecido en 2020. Sectores como minería, producción y procesamiento de camarón, elaboración de alimentos como panadería y fideos, o la elaboración de productos lácteos mostraron una gran resiliencia.
Los pequeños negocios buscaron sobrevivir o transformarse. Se multiplicaron las tiendas de barrio y los comercios apostaron por la transformación digital. Luego de 2020, habrá un antes y un después para el comercio electrónico local. Las empresas del país ahora sopesan la importancia de los nuevos canales de venta.
Las entregas a domicilio se convirtieron en otro medio que ayudó a los clientes a conseguir productos y a que diversos sectores no pararan completamente para no ver morir sus negocios. Miles de repartidores en moto y bicicleta fueron los otros héroes de la pandemia. En esa misma línea, los couriers o empresas de logística y transporte, tanto locales como internacionales, fueron protagonistas de un 2020 que cambiará la historia.
El año del ‘boom’ de las entregas a domicilio
En medio del confinamiento más estricto, entre marzo y junio, las aplicaciones de entrega a domicilio se convirtieron en la plataforma para que pequeños negocios como restaurantes no detengan su actividad. Las multinacionales Glovo, Uber Eats y Rappi multiplicaron en esos meses sus operaciones y sumaron a sus filas más repartidores. Por ejemplo, la plataforma Uber Eats ha mencionado que Ecuador ha sido uno de los países donde más se ha consolidado en 2020 y suma 2.500 restaurantes asociados. En el caso de la colombiana Rappi, llegaron a más de 500.000 usuarios a escala nacionaly tienen 3.500 repartidores registrados en la aplicación. En el caso de Glovo, la app se expandió a otras ciudades, como Ibarra y Portoviejo. También surgieron aplicaciones de entrega a domicilio locales para satisfacer la creciente demanda en las diferentes urbes del país.
Los couriers crecieron salvando a emprendimientos
El mayor uso de plataformas virtuales inyectó dinamismo en los couriers, que en este 2020 lograron crecer ayudando a terceros. Su labor de entrega y distribución, durante y después del confinamiento, impidió que el flujo de mercancías se detuviera, haciendo que millones de negocios puedan sostenerse. Una labor que permitió que más de 50 firmas del sector pudieran cerrar un año con una facturación récord. Es el caso de firmas como Servientrega, que proyectaba para este año un 37 % más en ventas. Ingresos que invirtió en una nueva flota de carros y en la ampliación de sus operaciones, lo que motivó también una mayor contratación de mano de obra. Resultados similares alcanzó DHL, que solo en la época navideña esperaba incrementar en un 40 % sus envíos. Para ello tuvo que invertir en una aplicación que facilita la compra de productos estadounidenses.
Las farmacéuticas y el sector de alimentos se fortalecen
La demanda esencial de fármacos y alimentos, que también fluyó a través de nuevos canales de oferta, como el online, puso como ganadores a otros sectores: las farmacias y los supermercados que no dejaron de operar pese a los riesgos que generó la pandemia. Dentro de la línea de supermercados, las carnicerías tuvieron mucho éxito, tras experimentar un alza de consumo de hasta un 30 %. Eso les permitió seguir con sus planes de expansión. Así, en pleno año de pandemia, Fernández renovó el concepto y la imagen de su negocio, y no solo abrió nuevos establecimientos sino que se prepara para inaugurar su línea gastronómica. Algo parecido hizo La Española tras invertir $ 5 millones, con la apertura de su local más grande, en Daule.
