Floricultores exploran el cannabis
La semejanza en el cultivo de ambos productos despertó el interés. La crisis ha acelerado la necesidad de diversificar el negocio.
Luego de 35 años de incursionar en el sector florícola, Elena Terán tiene curiosidad por la siembra de cannabis medicinal. Ella es gerente de Florequisa, una florícola ubicada en Otón, Cayambe, a 34 kilómetros al norte de Quito.
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Leer másFlorequisa, cuenta Terán, siempre ha buscado experimentar e innovar en su sector. Por ejemplo, hace 15 años comenzó el cultivo de claveles transgénicos. Ahora, dice Terán, la crisis del coronavirus le obliga a pensar en diversificar su producción. “Siendo un producto suntuario las flores, yo pienso que a futuro la gente ya no se preocupará tanto de las flores, aunque nos sigan gustando y sea una producción de primer orden en el mundo. Pero frente a la alternativa (de un producto) que ayude a la salud, (este) es mucho mejor, tiene más futuro”, dice Terán.
El pasado 30 de junio, la Asociación Nacional de Productores y Exportadores de Flores del Ecuador (Expoflores)invitó a sus socios al seminario web ‘Entrando a la industria del cannabis’, para incursionar en el cultivo de materia prima para aceites, cremas u otros productos terapéuticos.
Siendo un producto suntuario las flores, yo pienso que a futuro la gente ya no se preocupará tanto de las flores.
Alejandro Martínez, presidente de Expoflores, asegura que el taller virtual se impartió debido al interés de varias fincas florícolas por ingresar en esta naciente industria en Ecuador.
La industria explora transformarse o, al menos, diversificar su oferta. ¿La razón? Martínez explica que la floricultura es un cultivo muy tecnificado y tiene ciertas semejanzas con el cultivo de cannabis medicinal. “No es un tema de invernaderos. Los tomates también tienen invernaderos. (El cannabis) Es una planta que tiene un ciclo corto, eso quiere decir que tú siembras y, eventualmente, tienes que reemplazar la planta, resembrar (...) Eso se parece a algunas flores de verano”, explica.
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Leer másEs decir, la experiencia del sector florícola puede ser una ventaja para cultivar cannabis, que también requiere florecer. “El floricultor en general lo sabe hacer”, asegura el titular de Expoflores. Asimismo, la cosecha del cannabis se asemeja a la de las flores, explica Martínez. Es decir, se debe tener buen entrenamiento para saber cuándo cosechar el cogollo (brote) del cannabis para obtener un buen producto.
El sector se está capacitando actualmente en manejo agrícola del cannabis y posteriormente lo hará en aspectos industriales. Eventualmente, Expoflores buscará también preparar a sus asociados en temas comerciales. Por ahora, unas 30 fincas de flores aproximadamente están interesadas en el cannabis medicinal, asegura Santiago Saa, gerente de Investigación y Desarrollo de Expoflores, quien está al frente de los cursos sobre el tema que iniciaron en noviembre del año pasado.
¿Cuándo una florícola podrá empezar a producir cannabis? Saa explica que en el mediano plazo. Por ahora, se deben probar semillas que se adapten al medio. Hay una fase de prueba de genética y de adaptación de las plantas.
El año 2020 ha sido el peor para el sector florícola desde que se tienen registros, debido al impacto de la pandemia de COVID-19, que ha dificultado las exportaciones a los mercados internacionales. Las pérdidas, según Expoflores, ascienden a unos $ 100 millones y todavía no se ve la luz al final del túnel.
El sector exportó en 2019 un total de $ 879 millones, según cifras del Banco Central del Ecuador (BCE). De enero a abril de este año los envíos sumaron $ 317 millones y registran una caída de casi el 6 % frente al mismo período de 2019.
Las florícolas aseguran que el interés por el cultivo de cannabis medicinal surgió hace varios meses, pero la crisis provocada por la pandemia aceleró su búsqueda de cultivos alternativos.
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Leer másEl interés de florícolas por el cannabis no es una novedad. “Hay un caso en Colombia de floricultores que se volvieron productores de cannabis. En California (Estados Unidos) también y en Canadá también (...) Va a suceder lo mismo acá. Los floricultores son más aptos para entrar en esta industria”, sostiene Saa.
El pasado 24 de diciembre, las reformas del Código Orgánico Integral Penal (COIP) fueron publicadas en el Registro Oficial. En el documento se aprobó el uso de cannabis para uso medicinal o terapéutico, lo que abre una puerta para el ingreso de medicamentos con compuestos de este tipo, así como la investigación. Sin embargo, esto será detallado en la reglamentación que emitan las autoridades respectivas.
Por ahora, todos los interesados en la producción de cannabis medicinal están a la espera del reglamento, que debe ser emitido por los ministerios de Agricultura y Salud. Desde el 24 de junio de 2020, estas carteras de Estado tienen 120 días para elaborar un reglamento para trazar la cancha de la siembra y producción de cannabis.
A inicios de mayo de 2020, en pleno confinamiento, el ministro de la Producción y Comercio Exterior, Iván Ontaneda, publicó en su cuenta de Twitter: “… la industria medicinal y de cannabis es una gran oportunidad para el país, generará miles de empleos y dólares”.
La gerente de Florequisa asegura que lo difícil en el país será cambiar la imagen que tiene el cannabis como producto únicamente alucinógeno. El reto es vencer prejuicios.