El FMI será clave para el nuevo presidente, gane quien gane
El nuevo Gobierno requerirá una relación con el organismo para poder acceder a crédito en momentos urgentes. Sin embargo, un acuerdo no sería viable
Más por necesidad que por convicción. Independientemente de quien llegue a Carondelet, a fines de 2023, el nuevo presidente de la República deberá mantener la relación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), aseguran expertos.
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La razón principal es el acceso al crédito que da el aval del Fondo a otros organismos multilaterales, sobre todo en momentos de difícil acceso a financiamiento que tiene el país por el alto riesgo país (1.721 puntos básicos al 8 de septiembre de 2023) debido a la incertidumbre política, aseguró Francisco Rivadeneira, exrepresentante de Ecuador ante el FMI.
El nuevo mandatario podría recurrir al FMI si el fenómeno de El Niño causa estragos importantes en el país. En ese sentido, Ecuador acudiría a un Instrumento de Financiamiento Rápido (IFR), como lo hizo en 2016 para el terremoto de Manabí o para atender la pandemia de COVID-19 en 2020. Ese crédito no requiere ningún acuerdo.
En días pasados, un reporte de Barclays, una entidad financiera de origen británico, señaló que prevé que la próxima administración utilice financiamiento interno y multilateral para cubrir sus necesidades financieras (más de 9.000 millones de dólares) y cumplir con sus obligaciones. Un escenario más favorable implicaría que el Gobierno firme un acuerdo con el FMI, sin embargo, por el espacio limitado para reformas y el ciclo político acortado, la firma cree que este escenario tiene una baja probabilidad, pero podría ser una opción para la siguiente administración.
De llegar a tener problemas con El Niño y si eso afecta a la economía tal vez ahí sí haya argumentos para conseguir financiamiento con el FMI. La pregunta es cómo.
Una opción viable, según Barclays, para Ecuador es acceder a crédito a través del Servicio de Resiliencia y Sostenibilidad (SRS), que ofrece financiamiento asequible a largo plazo para temas relacionados con el cambio climático y la preparación para pandemias. Se ha mencionado que por esta vía Ecuador puede obtener unos 1.300 millones de dólares.
Para Rivadeneira, será complicado acceder a financiamiento con el FMI porque, incluso, ya ha sobrepasado el límite de préstamos con el organismo. La deuda actual sobrepasa los 8.000 millones de dólares.
No obstante, dijo Rivadeneira, la relación con el FMI será clave para que otros multilaterales presten dinero. Esto implicará la revisión del Artículo IV, que evalúa la economía de cada país asociado al organismo.
Ambos candidatos no han manifestado cuál será su relación con el Fondo y han señalado que recurrirán a las reservas internacionales del Banco Central del Ecuador (BCE) para financiarse. En el caso de la correísta Luisa González ha mencionado que usará 2.500 millones de dólares para inyectar a la economía nacional mientras que el candidato Daniel Noboa, de ADN, ha comentado que gastará 1.500 millones de dólares para atender los gastos por el fenómeno de El Niño.
Ecuador suele acudir al FMI cada vez que tiene el riesgo país alto, aseguró José Emilio Vásconez, catedrático de Relaciones Internacionales de la Universidad Internacional del Ecuador. No obstante, al ser un Gobierno de transición, no tendrá metas a mediano plazo por cumplir, requisito indispensable para acceder a un acuerdo con el organismo.
Ninguno de los dos candidatos tienen un plan de gobierno a largo plazo. Al ser un proyecto de transición ninguno va a tener metas largas que cumplir. Eso limita acercarse al FMI.
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