Caso Isspol: “Hay elementos que en el mercado impiden una adecuada supervisión”
La Superintendenta de Bancos, quien llegó al cargo en abril del año pasado, se refiere al caso Isspol y a las acciones que ha tomado el ente que representa. Las condiciones para controlar, admite, son una debilidad
Su primera observación en contra de las millonarias inversiones del Isspol tuvo que hacerla dos meses después de asumir como superintendenta. El tiempo que lleva en el cargo ha sido relativamente corto para Ruth Arregui, pero suficiente como para detectar también que muchas irregularidades que se cometen tienen que ver con la debilidad en las normas de supervisión.
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Leer más- ¿Cuándo se comunica la primera irregularidad y en qué términos se hace?
- Cuando llegué al cargo (30 de abril de 2019) lo primero que hice fue un diagnóstico que permitió hallar ciertos temas que se debían ajustar y que estaban relacionados a la supervisión. Cuando revisamos lo de Isspol, vimos que existían cosas que se tenían que mirar con un poco más de profundidad y con un enfoque basado en riesgos. Esa revisión de lo que ya ustedes conocen la hicimos en mayo, la misma que comunicamos al Isspol en junio. Lo curioso es que un mes después, en julio, nos ponen una acción de protección. Es decir, buscaron un juez para que les proteja de nuestras observaciones. Por suerte, el juez no aceptó y desde ese entonces la entidad luego cambió a directivos y ahora trabaja en reformas que han sido observadas por esta Superintendencia.
- ¿Cuál fue la principal preocupación que comunicaron?
- Ese es un tema que tiene reserva, por eso no puedo comentar sobre eso.
- ¿Qué papel tuvo que jugar la Superintendencia para evitar estas irregularidades?
- Es importante entender que la ‘Super’ de Bancos hace una labor de control sobre las instituciones, pero las instituciones tienen sus propios administradores, gestores, sus manuales, sus procedimientos, su consejo directivo, que con sus propios estatutos deben observar procesos. Lo que en estos días ha quedado en evidencia es que hubo operaciones en las cuales los administradores de la Isspol no pidieron autorización al directorio ni al comité de riesgo, sino que actuaron por su cuenta. Entonces eso no tiene nada que ver con el control que ejercemos nosotros.
- ¿Y a qué se limita la labor?
- El control que nosotros hacemos cumple un ciclo en el cual se revisa; generalmente es ‘post’, quiere decir después, después de que han sucedido las cosas. Por eso es que desde que llegamos estamos intentando mejorar ese proceso de supervisión que nos permita mirar prospectivamente a las instituciones. En ese ámbito hay cosas que se deben mejorar... Dentro de la Ley de Seguridad, por ejemplo, hemos encontrado otro tema. Existen elementos que no favorecen un adecuado ejercicio de supervisión en el sentido de que no se nos da una facultad sancionatoria.
La Superintendencia conocía de las irregularidades de Ecuagran desde el 2018
Leer más- Aun así, lo básico es supervisar el sistema y actuar, y eso es lo que no se hizo.
- No puedo hablar de las administraciones anteriores. Me corresponde hablar de mi periodo. En el 2014, ni siquiera estaba dentro del país. Dentro de esta revisión llegamos a solicitar a Decevale que certificara la titularidad que estaba haciendo la Isspol, y ante la negativa lo comunicamos a la Superintendencia de Compañías. Hay autoridades anteriores que sin duda deberán rendir cuentas. En nuestro caso, podemos hablar de las mejoras de supervisión que buscamos aplicar.