Industrias ya miran los retos que traerá el 2025

Los cambios regulatorios que nacen desde la Asamblea, a través de las propuestas de proyectos de ley, así como la inseguridad por delitos que hay en el país, pueden afectar fuertemente a las empresas en su crecimiento, el próximo año.

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Estos son dos de los siete riesgos que afrontan las industrias en Ecuador que expertos políticos y económicos expusieron ayer en un auditorio con alrededor de un centenar de empresarios, de la Cámara de Industrias de Guayaquil (CIG).

Pues cada año, los legisladores proponen un promedio de 275 proyectos de ley. De esos, pocos se aprueban, pero por la alta cantidad, el riesgo de que alguna de estas propuestas afecte directamente a las industrias es alta. Y en cuanto a la inseguridad, al estar institucionalizada, es decir, que obliga a la ciudadanía a acoplarse a ella, se forma un debilitamiento en el comportamiento del consumidor y en el ánimo social que se traduce en menos ventas.

Así lo explicó el analista Juan Rivadeneira, quien expuso otros puntos de riesgos: muchos procesos electorales, la inestabilidad política e institucional, el cuestionamiento a la democracia, el cambio o la continuidad del Gobierno actual y los mismos problemas de siempre en cada gestión pública.

Entre las soluciones adecuadas está el involucramiento del sector empresarial en la política, “como el estar pendiente de qué asambleísta representa a la jurisdicción en donde el empresario tiene su industria”; “ser aliados de los grupos sociales y entenderlos”; “estar al tanto de lo que ocurre en el entorno” y “estar abierto a la comunicación”, según mencionaron en su intervención, tanto Rivadeneira como Stephanie Macías, también analista en comunicación política y económica.

Ambos fueron ponentes en un encuentro económico-político, en Guayaquil, donde los representantes del sector industrial trazaron vías por dónde salir del bache económico.

Y es que las industrias del país están pasando por una crisis en sus finanzas, debido a la crisis energética que se sumó a otras como la inseguridad, y que ha dejado para ese sector pérdidas de al menos el 30 % de sus ventas normales y que dejará un costo fiscal de 0,6% del PIB en estos últimos cuatro meses del 2024 y de 0,7 % hasta febrero del próximo año, según mencionó el también experto económico Walter Spurrier, quien fue parte del foro.

Un panorama que, a la vista de los empresarios, podría ser peor por la agitación política que se aproxima en el país en los próximos meses y que podría perjudicarles con medidas como la imposición de más impuestos, ante una economía nacional debilitada. De hecho, esa fue la gran preocupación de la mesa.

Spurrier indicó que las previsiones económicas dicen que este año 2024 cerrará recesivo y que habrá una caída de la economía en 1,4 %, de acuerdo al último estudio de Barday´s que toma en cuenta la crisis energética. “Pero si el próximo año se regulariza la situación eléctrica, habría un rebote de la economía y un crecimiento del 3 %”, añade.

Aunque la preocupación está latente, los empresarios mantienen las esperanzas de que la situación mejorará para sus negociosa el próximo año, según una encuesta instantánea realizada en el evento.

Pues de la muestra de alrededor de 100 personas que atendieron el foro, tras una encuesta, el 70 % se mostró optimista de que el panorama mejorará; un 20 % cree que la situación será igual y un 9 % cree que será peor.