‘Influencers’: con muchos seguidores, pero con poco o cero pago de impuestos
Los creadores de contenidos, que promocionan marcas en redes, están bajo el radar del SRI. Existen mecanismos de control, pero su alcance deja dudas
Dentro de poco los ‘influencers’ tendrán una responsabilidad más. Ya no solo deberán preocuparse por la cantidad de personas que los siguen en redes y los ‘likes’ que logran por los contenidos que crean para promocionar marcas, sino que tendrán que cuidar que su pago de impuestos sea consecuente con el dinero que ganan y el estilo de vida que llevan. El SRI ha detectado en este nicho una posibilidad más para incrementar su base de contribuyentes, quienes por su actividad pueden facturar al mes, o al año, miles y miles de dólares.
El SRI controlará desde ‘influencers’ a grandes contribuyentes en 2023
Leer másEXPRESO se impuso la tarea de averiguar cuál es nivel de pago de tributos de ciertas personas que exponen parte de su vida y trabajo en redes. Y la respuesta, según los datos que el Servicio de Rentas Internas (SRI) publica en su sitio oficial, es que no todos estarían pagando lo que deberían. Según esta lista, hecha al azar pero que toma en cuenta a los ‘influencers’ que destacan por la cantidad de seguidores que tienen, una mayoría tributa en cero y otros ni siquiera estarían declarando sus rentas.
Detrás de estos bajos aportes, explican los analistas, podrían existir dos escenarios: que se esté recibiendo un ingreso de alguna empresa sin dejar rastro fiscal alguno para no declarar, o que el creador de contenidos digitales esté dando un servicio que factura no de forma personal sino a través de otra compañía. “Lo que estaría mal es que la persona no esté declarando o que tenga el dinero en su bolsillo y no en las cuentas de esa compañía” que también debe declarar, sostiene Pablo Guevara, consultor y socio de la firma especializada en tributos Andersen Ecuador, quien ha calificado como “justo” que la autoridad ponga en su radar a este grupo de personas.
Este Diario intentó contactarlos, pero no todos respondieron. Quienes sí lo hicieron se limitaron a asegurar que están al día en sus declaraciones, pero no quisieron comentar sobre los controles que aplicará la entidad tributaria.
Yilda Banchón, una joven cantante y creadora de contenidos digitales con más de 4,7 millones de seguidores en TikTok y 446.000 en Instagram, fue una de las excepciones. Sus declaraciones en cero de años anteriores fueron justificadas porque, según dijo, “aún era menor de edad”. Igual respuesta tuvieron los Busta Brothers, dos hermanos (Kelly y David Bustamante) a quienes solo en TikTok siguen más de 21 millones de personas. Kelly dice que en un principio no pagaba impuestos porque se inició en TikTok a los 16 años y como menor de edad no podía hacer trámites tributarios. Ahora los Busta Brothers, además de seguidores, tienen una empresa que maneja diferentes tipos de negocios, que van desde la venta de publicidad hasta una pizzería.
Banchón, quien tiene 20 años de edad y empezó el 2023 trabajando con cinco nuevas marcas, dice estar de acuerdo con los nuevos controles que se anuncian. Entiende que todo es parte de una evolución, “porque esto igual es un trabajo. Antes esto se manejaba de manera informal porque era nuevo. Muchas personas no veían a las redes sociales como un trabajo y por eso las manejaban sin rigurosidad. Si ahora ven un despunte, un mayor número de influencers, pues me parece bien”.
Cuando alguien no paga, no es justo para el formal. Si pagamos, pagamos todos. Eso evitaría que se eleven impuestos.
¿Pero existe una forma de controlar el pago del impuesto a la renta sobre el trabajo que realizan estas personas? Este Diario hizo consultas al respecto al SRI, pero hasta el cierre de esta edición no hubo una respuesta. No obstante, Guevara explica que para lograr que se pague lo justo, existen varias vías. Desde lo más básico como auditar todo tipo de transacciones, hasta lo más complejo: estudiar el comportamiento de cada contribuyente. “La administración podría poner en su radar a quienes viajen con frecuencia, por ejemplo. Podría determinar su capacidad de gasto y ver si esa persona no está presentando impuesto a la renta cuando está gastando valores importantes. Si eso es así, podría ser un indicio de que esté teniendo ingresos no declarados”, argumenta.
Otra forma, añade, es efectuar un catastro de los bienes adquiridos en los últimos años y encender las alarmas cuando se observe una acumulación importante de riquezas.
Recurrir a estas estrategias, señala el experto, es algo contemplado en la norma tributaria, que también elimina todo tipo de sigilo de reserva para que el ente recaudador pueda cumplir su inspección. “Puede pedir información al banco y no hay sigilo bancario, al mercado de valores, a cualquier mercado financiero, económico, patrimonial, sin ningún tipo de restricción”.
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Leer másSin embargo, aclara que para emprender esta tarea, el ente tributario primero debe corroborar que el contribuyente sea residente fiscal en Ecuador. “Y si no se es residente fiscal en Ecuador, igual debe tributar en el país, pero solo respecto a los ingresos de fuente ecuatoriana”.
El analista económico Alberto Acosta, quien en los últimos días ha venido exponiendo su opinión sobre este tema en redes, reconoce que existen mecanismos legítimos de control, pero pone reparos a la idea de que esta inspección deba arrancar observando el estilo de vida que lleva la gente. “Una cosa es que el SRI valide el monto de propiedades que tiene una persona, el monto total de gasto y cuánto reporta en ingresos. Eso está bien, pero el problema estaría cuando entre a revisar el detalle de esos gastos. Decir que le va a investigar porque se fue a Qatar es meterse en la privacidad de las personas. El SRI no tiene por qué enterarse de cómo gastó. Sí puede enterarse de cuánto, el total; pero no de cómo gasta”. Los alcances que podría tener este monitoreo, dice, deberían aclararse. De lo contrario, es dejar abierta la puerta para que ese tipo de control pueda ser mal usado por un gobierno autoritario.
Las formas, coinciden los expertos, deben aún analizarse. Lo que no está en discusión es la necesaria inserción de estos contribuyentes. Simplemente, como indica Guevara, “porque no es justo para un formal que sí paga. Si pagamos, pagamos todos, porque si pagáramos todos, la recaudación sería suficiente y eso evitaría que el Estado nos siga subiendo los impuestos a todos”.