La afiliación irrumpe en el mundo de las importadoras
Dos guayaquileñas innovan para competir con decenas de negocios chinos. La suscripción anual es de $ 10, permite acceder a precios al por mayor
En Guayaquil, cuando se ve un negocio que vende al por mayor y al por menor, es usual pensar en una importadora china, porque fueron los asiáticos quienes desde la década de los 90 empezaron a conquistar el comercio de la ciudad y con el tiempo han llegado decenas, al punto que hay unas cuatro cuadras a lo largo de la calle Chimborazo, desde la intersección Cuenca, donde están ubicadas. No obstante, en este negocio hay quienes apuestan por innovar en su oferta.
Dos guayaquileñas, de 26 y 28 años, han optado por nuevas prácticas, empezaron por promocionarse en redes sociales: en Instagram (88.700), TikTok (265.100) y Telegram (70.900), redes que les han permitido tener cercanía con sus clientes y publicitar lo que venden. Por ejemplo, hay carteras que van desde los 3,50 dólares. El detalle es que se puede llevar un solo artículo y pagar como si comprara al por mayor, pero esto es posible pagando una suscripción que dura 1 año y que cuesta 10 dólares.
“Me gradué en Publicidad y Marketing en 2019 y por más que busqué trabajo no encontré y justo al siguiente año empezó el confinamiento por la pandemia de la COVID-19. En esa época encontrar trabajo se volvió una tarea imposible”, contó a Diario EXPRESO Diana Arámburo, una de las dueñas de Mundo DF.
Entonces se les ocurrió comprar productos a las importadoras chinas, “empezamos a vender desde casa y a promocionarnos mediante las redes sociales. Luego el espacio nos quedó corto y abrimos un pequeño local en la Bahía; desde febrero de este año estamos en un espacio un poco más grande en Escobedo y Aguirre”, agregó Arámburo.
La estrategia de ellas es ganar por volumen de venta y así dar la oportunidad para que otras personas que no encuentran trabajo puedan encontrar una opción en la venta por redes sociales a su círculo inmediato.
Arámburo reiteró que ellas empezaron comprando a las importadoras y recién han empezado a experimentar lo que es comprar y traer la mercadería desde Asia. “Por ahora no tenemos el capital para traer muchos artículos, pero hemos empezado a importar”, señaló la joven emprendedora.
Nuestro nicho son las personas que en el comercio ven una oportunidad de trabajo, por eso mantenemos precios atractivos para que puedan vender en sus locales o por redes sociales. Nuestro negocio es formal, facturamos y cumplimos con todo lo que exige la ley.
Ellas están conscientes que competir con las decenas de negocios chinos que hay en la ciudad no sería fácil y por eso pensaron en una forma de fidelizar al cliente, y por eso ofrecen suscripciones. “Así las personas compran y regresan, porque ven que es una mercadería que sí se vende. Incluso tenemos compradores que vienen desde provincias a comprar o si prefieren, les enviamos”, manifestó Arámburo.
El día de la entrevista, entre los compradores estuvo Jorge Escobar, un licenciado en Salud que contó que no ha encontrado trabajo y por eso está dedicado al comercio. “Compro en la importadora y luego promuevo el producto entre los conocidos, así me gano unos dólares para mantener a mi familia”, dijo.
Las otras importadoras también pueden vender barato si así lo deciden, para ello hay estar convencido de que el poco margen de ganancia crece por el volumen de la compra.
La misma experiencia la tiene Martha Andrade, quien también se ha dedicado al comercio por la falta de oportunidad de encontrar trabajo en relación de dependencia.
Ecuador de enero a abril de este año ha importado desde China 1.507,5 millones de dólares de productos no petroleros, según el Banco Central del Ecuador. Y los administradores de las importadoras que hay en Guayaquil, que hasta ahora se limitan a competir entre ellas aplicando ofertas, estiman que esa cifra se va a multiplicar una vez que entre en vigencia el acuerdo comercial que tiene el país con China.
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