Un manto de sigilo cubre $ 327 millones en inversiones del Isspol
La operación para el Isspol fue entre Nats Cumco (Citibank) y Citadel. El banco usó una subcuenta en Picaval Casa de Valores
La operación ‘swap’ por $ 327 millones del Isspol tiene su génesis un 30 diciembre, un día antes de la celebración de fin de año de 2015.
Ese día, Citadel Casa de Valores realizó las puntas de compra y también las puntas de venta de la negociación de los bonos de deuda interna por la cual el Instituto de Seguridad Social de la Policía (Isspol) entregó a Nats Cumco LL. C. (de Citibank) dichos bonos a cambio de una nota estructurada por Ecuador Yield Bond Fund, una empresa de Jorge Chérrez Miño, el “Mago”.
Chérrez es uno de los principales artífices de una negociación total por $ 532 millones entre esta operación ‘swap’ y otra de reporto.
Diario EXPRESO no pudo consultar acerca de cómo empezó la relación Isspol-Nats Cumco. Los voceros del Citibank consultados señalaron que no emitirán criterios sobre la negociación de su filial. Diario EXPRESO no pudo consultar, dada esta negativa, si Nats Cumco o Citi, al emitir GDN a favor de Ecuador Yield Bond Fund, hicieron el ‘due dilligence’ necesario para verificar la titularidad de esos bonos.
En un segundo momento Nats Cumco solicitó al DCV (Depósito Centralizado de Valores del Banco Central del Ecuador) traspasar los bonos a una subcuenta que mantiene en Picaval Casa de Valores. Como contraparte de estos bonos recibidos, el Citi emite en Estados Unidos lo que se llama un GDN (Global Depositary Notes), un espejo de los bonos que mantiene en custodia en Ecuador, y deduce de los flujos recibidos las comisiones que cobra por prestar este servicio.
EXPRESO le consultó a la ministra de Gobierno María Paula Romo quién en el Isspol autorizó la transferencia a favor de Nats Cumco y si esta cumplió los requisitos de ley. También solicitó información al Banco Central y una entrevista para aclarar estos puntos. No tuvimos respuesta.
El Central responde solamente que hoy los bonos no están en Citadel y que por sigilo bursátil no puede atender el pedido. EXPRESO confirmó con Picaval que, en efecto, esos bonos fueron acreditados a la subcuenta de Nats Cumco en esa casa de valores. Aunque el Central se escuda en el sigilo, este Diario tiene las copias del extracto de esta subcuenta con el detalle de los bonos de deuda interna. Estos vencen entre el 2028 y 2034 por un total de 265 millones de dólares. Es que este año ya se amortizaron 60 millones.
En la breve respuesta del Banco Central, este anota que la operación se realizó en la Bolsa de Valores de Guayaquil con la Casa de Valores Citadel “y son esas instituciones las encargadas de las verificaciones de la documentación que habilita la operación”.
La gerente de Picaval, María del Carmen Astudillo, señala que la empresa actuó responsablemente y como manda la ley, pues únicamente abrió una subcuenta para el cliente internacional sobre el cual EXPRESO le consultó, el Citibank.
Expertos consultados señalan que cada interviniente tiene su nivel de responsabilidad. “Una casa de valores es un asesor profesional, que debe hacer las debidas diligencias (‘due dilligence’). Si pido que me abran una cuenta en Citi y si me dicen que Citi está representado por tal o cual empresa, tengo que hacer la debida diligencia”. Eso es un “buen juicio profesional, y viene con el tema de las buenas prácticas profesionales. Es un protocolo como cuando se lleva a un enfermo a un quirófano”.
Las compañías deben tener manuales de procedimientos que son obligatorios y seguir las mejores prácticas. Y las autoridades tienen la responsabilidad de juzgar esos manuales.
En un primer correo con una respuesta a Diario EXPRESO, el 22 de septiembre pasado, Xavier Neira, gerente de Citadel, había dicho que su representada “no ha realizado operaciones de reporto, ni operaciones ‘swap’ con Isspol; estas últimas solo se dan en mercados internacionales”.
“Todas las operaciones de compraventa de títulos valores de mis comitentes están sujetas a sigilo bursátil. Y las operaciones que han incluido a una entidad del sector público como comitente, han sido debidamente reportadas a la autoridad de control”.
En un último correo, del 4 de noviembre, sostiene que en la actualidad todas las operaciones que tienen que ver con el Isspol están siendo cuestionadas tanto en lo político como en lo jurídico, “lo que obliga al suscrito a respetar el curso de las investigaciones y, por buen orden con las autoridades jurisdiccionales del país y coherencia con el trabajo de los organismos de control y vigilancia del mercado de valores, a mantener los datos bajo la entrega de los requerimientos oficiales”.
- Quiénes son responsables. Hasta ahora no se ha mostrado documento alguno que indique al o los responsables de las transacciones hechas por el Isspol con empresas nacionales y extranjeras. Es decir, quiénes autorizaron las transacciones.
- Lo pagado y no pagado. No se conoce en detalle el monto de lo pagado en papeles y en efectivo al Isspol, por parte de los inversionistas.
- Sin mayores detalles. No se ha detallado con exactitud, salvo algunas revelaciones de inversiones a través de la casa de valores Valpacífico, cuáles son las empresas y personas que manejaron el portafolio del Instituto de Seguridad Social de la Policía.
- No hay auditorías. La Superintendencia de Bancos no ha mostrado ni los protocolos de control, ni las auditorías, ni la responsabilidad de personas naturales y empresas en las labores de control de las entidades de ahorro previsional.
- No hay informes.La Contraloría tampoco ha hecho público informe alguno de responsabilidad sobre el posible manejo doloso de estos fondos. La Asamblea Nacional tampoco ha sacado una resolución o iniciado una investigación sobre el tema Isspol.
- Los procesos. A pesar de que existen procesos en la Fiscalía, las autoridades no han detallado contra quiénes son.
LA VERSIÓN DE PICAVAL. María del Carmen Astudillo, gerente de Picaval, habló con EXPRESO para dar su versión “hasta donde el sigilo bursátil lo permita”. ¿Efectivamente Picaval participó en esta operación del Isspol con Nats Cumco? ¿Cuál fue su participación?
“En la operación bursátil no participó Picaval, participó otra casa de valores, ellos estuvieron en la parte de la compra y la venta”, señala.
“Nosotros en lo que participamos”, anota, “es en la apertura de una subcuenta para un banco internacional. El artículo 63 de la Ley de Mercado de Valores indica que las casas de valores estamos facultadas para abrir subcuentas en los depósitos centralizados de valores. Es decir, si un inversionista local quiere participar en el mercado de valores tiene que abrir una subcuenta bajo una casa de valores, no puede ir directamente al DCV ni al Decevale”, sostiene Astudillo.
“Este (apertura de subcuenta) es el único servicio que le hemos dado a ese cliente”
Anota que “un cliente nuestro que por tema de sigilo no puedo revelarte, pero del que tú has hecho mención, apertura una subcuenta de valores bajo Picaval en 2015. El titular de esa cuenta recibió en ella unos bonos. Esa es la única participación, y Picaval tiene no más de 900 subcuentas de este tipo de inversionistas extranjeros, hasta de jubilados...”.
¿Picaval no tenía que verificar la licitud de esta transacción?
Según indica Astudillo, parte de los procesos de Picaval es la debida diligencia. “Nosotros verificamos la información de nuestra contraparte antes de aperturar la cuenta o antes de hacer un operación; tenemos la debida diligencia del cliente, que es un banco internacional muy grande, muy grande. Si teníamos que verificar la lictitud de esa transacción que se hizo en bolsa, la respuesta es no, porque nosotros no cerramos la operación. Si la operación hubiese sido hecha en Picaval, por supuesto, debí haber hecho la debida diligencia, pedir toda la información”.
POR QUÉ NO SALTARON LAS ALARMAS. Expertos en el tema hablan de la responsabilidad de las autoridades de control y de la colaboración entre ellas. La Superintendencia de Bancos es el ente de control de esa transacción, señalan.
La Constitución dispone la colaboración entre autoridades, por ejemplo del Banco Central del Ecuador, tratándose de la magnitud de las transacciones (537 millones de dólares) y sin recibir nada a cambio; “debió preguntar o comunicar a la Superintendencia de Bancos, que es la encargada del control no solo del Isspol sino del Issfa (Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas) y del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS)”.
“Cuando hay la supervisión basada en riesgo, lo primero que se hace es conocer las áreas de más alto riesgo de un negocio, y en este caso es el portafolio;por lo tanto, debieron haberlo revisado. ¿Por qué no saltaron las alarmas?”, manifiesta un exvocal del directorio del Banco Central.
¿Dónde está esa supervisión de entrada? ¿Dónde está la alerta? ¿Quién dio la orden?, ¿el Isspol? ¿Quién contabilizó la orden, quién la auditó, quiénes aprobaron los estados financieros del Isspol? Son controles que se van dando cuando se conoce del tema, pero cuando hay un exceso de confianza y desconocimiento se dan estas situaciones, agrega.
La Superintendencia de Compañías, indica, debe entrar al proceso, ver el mercado, porque siempre queda rastro en el mercado bursátil, pues el ‘extrabursátil’ no se ha regulado. Este fue “decretado por Rafael Correa porque le permitía hacer transacciones directas entre empresas estatales sin ir a las bolsas, sin dejar rastros”.