Mayores de 45, un grupo que crece en desempleo

De acuerdo con un estudio de la Fundación multinacional Adecco, realizado a través de encuestas anónimas a reclutadores de trabajadores de diferentes países de la región, incluido Ecuador, el 75 % de las empresas no cuentan con políticas de inclusión para la población de colaboradores mayores de 50 años, en muchos casos descartando sus hojas de vida de manera automática.

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Y como consecuencia de ello, se replican ideas desde los departamentos de Recursos Humanos como que las personas en ese rango de edad no tienen conocimientos digitales, que no soportan tener un jefe más joven, que se resisten a los cambios o que aspiran a sueldos muy altos.

El estudio precisa que entre las respuestas más comunes de los encuestados están que “las empresas consideran que al ser mayores de 50, ya son (personas) obsoletas”, “las empresas prefieren el talento júnior para ahorrarse costos salariales” y “porque las empresas creen que las personas no son capaces de abrirse”. Es que la edad, según el informe de Adecco, sigue siendo un factor determinante a la hora de dar un empleo: mientras más joven, mejor.

Una idea que es errónea, “ya que el talento no viene dado por la edad, sino por el conocimiento, las habilidades y las competencias que tenga la persona”. Así lo explica a EXPRESO Gabriela López, líder de Consultoría y Formación de Adecco Ecuador.

Lo cierto es que este sondeo ratifica la situación del trabajador sénior (mayor) en Ecuador. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), hasta el primer trimestre de este 2024 la población de trabajadores de 45 a 64 años de edad es la que más aumenta en desempleo. Incluso más que los jóvenes de 15 a 24 años, que son los más desempleados y quienes recién se integran al mercado laboral. Mientras de enero a marzo los júniores han aumentado en desempleo en 2 puntos porcentuales, entre los séniores esa cifra se incrementó.

Hasta marzo pasado, el 14 % de los trabajadores de 45 a 64 años no hallaban empleo. Un mes antes, esa cifra era del 10 % y en enero era del 13,3 %. Mientras que el grupo de trabajadores de entre 15 y 24 años de edad tenía en marzo una tasa de desempleo del 41,4 %, menos desempleo que en febrero (cuando llegó al 43,6 %) y que en enero (cuando alcanzó el 38 %).

López menciona que la dificultad de esta población mayor para hallar empleo se origina en el hecho de que las empresas prefieren a los más jóvenes porque son quienes aceptan un sueldo menor y menos beneficios sociales a cambio del enganche al mundo laboral. Y es así como terminan restándoles oportunidades a los veteranos que, en general, mantienen deudas por propiedades adquiridas e hijos que mantener. “Es un sesgo que vivimos en Ecuador”.

La psicóloga organizacional Karolina Pazmiño, quien es gerente general de la consultora Gente y Gestión, añade que el aumento del desempleo en los mayores de 45 tiene que ver con los intereses de las empresas: renovación generacional, para no ser contemplados en la jubilación patronal, porque acumulan muchos beneficios o montos de liquidaciones, lo que se traduce en mayores costos para las compañías. “Después de los 45 años empieza la preocupación, porque lo cierto es que ninguna empresa tiene la obligación de jubilar a un trabajador. A esa edad y más cuando se llega a los 50, los trabajadores deben enfrentarse al estrés de perder su empleo en cualquier momento y de no volver a ser contratados”, indica.

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Pazmiño añade que los trabajadores séniores deben pensar en otras alternativas antes de ser desvinculados de las empresas, cuando se acercan a los 20 años de trabajo. Tales como emprender, convertirse en asesores y consultores en las áreas en las que por tantos años se especializaron.

El informe de Adecco muestra que en los países que tienen una gran proporción de economía informal, como lo es Ecuador, las desigualdades por la edad se amplifican aún más. De todos los grupos etarios, los trabajadores mayores son los que presentan un mayor porcentaje de empleo informal.

Un dato que lo ratifican las cifras del INEC en su encuesta de empleo y desempleo: el subempleo, es decir el trabajo ambulante, informal y sin beneficios de ley, ha venido aumentando desde noviembre en la población de entre 45 y 64 años de edad. Hasta marzo, el 30,8 % de esta población estaba en el subempleo. Esto incluso fue mayor que en marzo de 2023, cuando el subempleo para este grupo estaba en el 29 %, y mayor que en marzo de 2022, cuando estuvo en un 28 %.

Ambas expertas mencionan que si bien los jóvenes tienen más habilidades con la tecnología, las empresas deben empezar a valorar más las habilidades blandas que manejan mejor los mayores, tales como el liderazgo, la estabilidad, más compromiso, trabajo en equipo y comunicación asertiva, “algo que solo lo da la experiencia”. Además, coinciden en que los séniores pueden aprovechar su conocimiento para abrirse oportunidades también en la docencia y en vender consejos y estrategias.

El momento de la vergüenza

Basada en su experiencia como asesora de Recursos Humanos, Karolina Pazmiño añade que la vergüenza juega un papel relevante a la hora de buscar un nuevo trabajo entre la población sénior. De hecho, resalta, es uno de los motivos por los que demoran en salir del desempleo.

La experta de Adecco, Gabriela López, añade que en vista de que la población mundial envejece de manera imparable, hay países que ya están pensando en insertar a los mayores en plazas de trabajo especializado. Una de esas empresas es Walmart, una cadena de ropa de Estados Unidos, que contrata personas jubiladas para promover esta diversidad y para que apliquen estrategias con base en su experiencia.

ENTREVISTA: “Reentrenar, retener y estimular”

Diego Bernardini, académico argentino, brindará cuatro conferencias del 28 al 30 de mayo en el Centro de Convenciones de la UEES, donde abordará temas como ‘Llegué a los 50+ ¿Y ahora qué?’ y la ‘Silver Economy’, para explicar en qué consiste la economía de la longevidad. En vista de que la esperanza de vida se extiende, y el desempleo entre los mayores aumenta en Ecuador, EXPRESO conversa con el experto sobre cómo sobrellevar esta realidad.

- Hay un crecimiento del desempleo entre los trabajadores de mayor edad. ¿Qué explicación nos da?

- Está pasando en todo el mundo. Ahora vivimos más y todavía está en la cabeza el estereotipo de que para el trabajo se tiene que ser joven y fuerte; que la juventud es sinónimo de belleza y creatividad. Pero para crear se debe haber experimentado.

- ¿Qué es lo bueno de tener trabajadores mayores?

- Hoy, desde el punto de vista de la investigación sabemos que hay características que van mejorando con la edad, como la creatividad, el trabajo en equipo, la mentorización, la posibilidad de transmitir cultura organizacional, un compromiso más fuerte con la empresa, más fidelidad.

- Entonces, ¿podemos decir que hoy en día un trabajador de 60 años es relativamente joven?

- Completamente. Estamos hablando de la capacidad de dar que tiene una persona y eso va por un camino distinto de lo que es la edad. La inteligencia cristalizada habla de comprensión del entorno, de la riqueza del vocabulario, de decisiones que son más lentas pero más asertivas. Todo eso se empieza a levantar a partir de los 50 años.

- Hoy la tecnología es importante en las empresas. ¿Cómo preferir a un veterano que la maneja menos que un trabajador joven?

- Ese es un gran estereotipo. Tener más de 50 no significa que alguien maneje menos la tecnología que uno más joven. Hoy los datos nos dicen que más del 70 % de las personas mayores de 60 años utilizan internet. Además, en las redes sociales los grupos que más han crecido son los de personas mayores. Que tengas 20 años y pases todo el día en TikTok no significa que gestiones mejor la tecnología que uno de 50.

- Los directivos del IESS han mostrado su interés por alargar la edad de jubilación. ¿Está de acuerdo?

- El desequilibro en los sistemas de protección social es algo universal. Por lo tanto, tenemos que entender que cuando se creó el concepto de jubilación la expectativa de vida era de 65 años. Hoy a una persona que se jubila en Ecuador le quedan por delante 20 años. Tiene que haber una flexibilidad de los sistemas de retiro.

- Las empresas tienen presiones como la jubilación patronal. ¿Cómo incentivarlas a que no despidan a sus veteranos?

- El responsable de políticas públicas debe saber que una persona ocupada es una persona más sana, (hay que) estimularla diciéndole que si sigue trabajando más, se le aumentará un determinado porcentaje en su jubilación. Y que a las empresas que tomen trabajadores mayores o que los retengan, les van a dar ciertos beneficios. Esto ya lo están haciendo otros países. Pero hay que pensarlo desde el lado de que una persona mayor de 50 y 60 años todavía tiene mucho por dar.

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