Un mercado laboral flexible, pero que evite los abusos
La legislación de trabajo es muy rígida y aleja inversiones, según empresarios y el Gobierno. Cámaras dicen que un reglamento claro evitará atropellos
La economía ecuatoriana necesita de una reforma laboral para poder acelerar la creación de plazas de trabajo, tras la crisis más aguda agravada por la pandemia de la COVID-19. Es ese el argumento del Gobierno y empresarios para implementar la Ley de Creación de Oportunidades que está en la Asamblea.
“Apenas tres de cada diez ecuatorianos cuenta con un empleo formal. En el sector rural, apenas dos de cada diez lo tienen. En cuanto a mujeres, solo una de cada cuatro tiene trabajo”, dijo el mandatario Lasso, el pasado 23 de septiembre.
La rigidez del mercado laboral ecuatoriano ha sido uno de los problemas señalados en diversos estudios de organismos internacionales como una de las trabas para atraer inversión.
Por ejemplo, en el Índice de Libertad Económica 2021 del Instituto Fraser de Canadá , publicado a inicios de septiembre, la peor posición de Ecuador es regulación laboral:145 entre 160 naciones.
“La contratación temporal es una oportunidad que tienen cientos de miles de desempleados para que puedan dejar la informalidad. Eso va a dar un gran impulso a la economía”, aseguró el jurista Hernán Pérez Loose.
La Ley para la Creación de Oportunidades contempla contratos alternativos por tiempo definido y por tiempo indefinido. Por ejemplo, el contrato alternativo por tiempo definido preverá seis meses como tiempo mínimo de duración y cuatro años como tiempo máximo de duración.
También hay la opción de contratos alternativos por obra o servicios determinados, que terminan una vez concluida la labor.
Los asambleístas deberían tener algunas precauciones y evitar abusos. Las personas que trabajan menos horas deberían tener una cobertura de seguridad social mínima.
Además, la propuesta legal plantea que la jornada de trabajo máxima será de 12 horas. Las horas de trabajo podrán ser distribuidas hasta en seis jornadas a la semana. Por acuerdo de las partes, las jornadas de trabajo pueden ser distintas unas de otras, es decir, cantidad de horas de trabajo, horarios y lugares de trabajo diferentes entre ellos.
“Hoy hay una economía diferente. Una economía digital en la que se puede prestar servicios tres o cuatro horas al día en un asunto y otras tres o cuatro en otro”, dijo Pérez Loose.
Otro de los argumentos de los empresarios es el alto costo de las indemnizaciones por despido. El proyecto de ley elimina el visto bueno y propone el despido por justas causas por las que el empleador puede dar por terminado el contrato: más de dos ausencias o impuntualidades injustificadas al trabajo dentro de un término de 60 días, indisciplina, desobediencia al reglamento interno, falta de probidad, injurias, por ineptitud para el trabajo, por denuncia injustificada contra el empleador, por falta de acatamiento a las medidas de seguridad, por acoso laboral, por divulgación de información confidencial, por entrega de información falsa que haya inducido a su contratación, por inobservancia de la legislación relacionada a la ejecución de sus labores, y por no retomar sus labores al día siguiente de terminada la huelga.
La ley debe ser complementada con un reglamento. Es importante que se establezcan los controles necesarios para generar confianza, tanto en empresarios como empleados.
Pérez Loose reconoce que uno de los inconvenientes a resolver en la propuesta legal del Gobierno es evitar los abusos de empresarios, de aprobarse la propuesta. ¿Cómo evitar atropellos? Carlos Loaiza, presidente de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), señaló que luego de la aprobación de la Ley para la Creación de Oportunidades se debe implementar un reglamento robusto que deje fuera la posibilidad de arbitrariedades de empleadores.
La reforma laboral abre oportunidades para que el grupo de trabajadores que no tiene un empleo adecuado pueda tener uno. Todo trabajador seguirá recibiendo sus beneficios de ley.
“Para evitar posibles abusos y que empleadores cambien a sus trabajadores actuales del código viejo al nuevo, en este proyecto de ley se establece que esa práctica estará prohibida y sancionada”, señaló Miguel Ángel González, presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil.
Despedir es más costoso en Ecuador
Según un estudio elaborado por la Universidad de las Américas, lo que más interfiere con la movilidad del trabajo en Ecuador son los altos costos de despido. El costo de despido para un trabajador ecuatoriano que gana el salario mínimo y que ha trabajado más de 90 días en la misma empresa es 2,1 veces mayor al costo de despido en Colombia; 3,6 veces al de Perú y 1,2 veces al de Bolivia.
Con la nueva ley, el porcentaje de desahucio pasa de 25 % al 15 %.
