El mercado laboral nacional espera su peor diagnóstico

Durante 2020, el país ha caminado a ciegas sobre su situación laboral. Sin embargo, la sociedad ya palpa el desempleo e intuye el crítico escenario que ha dejado la crisis económica agravada por la pandemia de COVID-19, que se perfila como una de las más profundas desde que hay registros oficiales.

El Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC) no ha publicado los reportes de la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (Enemdu) correspondientes al primer y segundo trimestre del año. La entidad ha mencionado que el coronavirus ha impedido aplicar la encuesta en terreno y que estaba buscando mecanismos para recopilar la información.

Se tenía previsto que el INEC divulgue las cifras ayer. No obstante, hasta el cierre de esta edición, no se dieron a conocer los números.

En su cuenta de Twitter, Patricio Alarcón, presidente de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), compartió algunos datos de lo que serían los resultados que está por publicar el INEC.

De acuerdo con los números publicados por Alarcón, el desempleo pasó del 3,8 % en diciembre del año pasado, al 13,3 % entre mayo y junio de 2020, es decir, un incremento de 9,5 puntos porcentuales.

Este desempleo del 13,3 % sería la cifra más alta desde 2007, año en el que el INEC comenzó a utilizar una nueva metodología para analizar el mercado laboral.

Asimismo, el empleo inadecuado crece del 56,7 % al 64,7 %, mientras que el empleo adecuado se desploma del 38,8 % al 16,7 %, en el mismo período anteriormente mencionado.

Para Gabriel Recalde, director del Centro de Estudios de la Política Laboral, la cifra de desempleo del 13,3 %, que estaría por reportar el INEC, se queda corta con respecto a la realidad. El experto considera que hay subregistros y que la situación puede ser aun peor a ese número.

Las políticas aplicadas por el Gobierno, como la Ley de Apoyo Humanitario o el seguro de desempleo, se han quedado cortas y es necesario buscar nuevos mecanismos para evitar un deterioro mayor de la situación, añadió Recalde.

“En términos de cifras, conforme a lo que señalo, esperemos que a fin del año ojalá no lleguemos a 20 % del desempleo, lo cual será caótico para el país. Eso tiene unos efectos macroeconómicos muy fuertes”, aseguró Recalde.

Una cifra oficial que ha dado una idea del incremento del desempleo ha sido el número de desafiliados al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). El último reporte del IESS registró 278.540 afiliados menos, entre marzo y julio del presente año.

De esa cantidad, 223.474 desafiliaciones corresponden al sector privado y 8.839 al sector público. Los otros 46.277 eran afiliados voluntarios e independientes que dejaron de aportar.

En total, de enero a julio de 2020 se registraron 295.678 desafiliados. De esa cantidad, el 92 % pertenece a los sectores público y privado.

El problema también toca a los bolsillos de la Seguridad Social. Jorge Wated, presidente del directorio del IESS, mencionó el pasado jueves que la entidad podría dejar de percibir unos $ 400 millones entre junio de 2020 y junio de 2021, debido a las desafiliaciones que se han registrado en lo que va del año y que se han acentuado producto de la pandemia de COVID.

Wated señaló que el IESS ha creado una serie de medidas para facilitar el pago y las afiliaciones, como se establece en la Ley Humanitaria. Todo ello con el fin de acoplarse a la nueva realidad de las personas. 

Reformas laborales urgentes

Para el director del Centro de Estudios de Política Laboral, Gabriel Recalde, es necesario llegar a consensos para una reforma laboral integral que se ajuste al nuevo momento que vive el país y el mundo, tras la crisis del coronavirus.

El objetivo, dijo Recalde, es normar de mejor manera las soluciones, hasta cierto punto dispersas, que ha buscado implementar el Gobierno, como nuevos contratos, que no han tenido la efectividad necesaria.