El mundo de la pitahaya
El exceso de oferta castiga a una de las frutas más prometedoras. No hay políticas públicas. El Gobierno toma asunto del tema
Sin duda, la pitahaya amarilla es la mejor del mundo y la produce Ecuador. Ya sea en Morona Santiago, Pastaza, Los Ríos o Guayas, el producto ha ganado espacio mundial, no solo por su sabor insuperable hasta ahora, si no por su poder laxante y vitamínico (antioxidantes, fibras, vitamina c).
Pitahaya: el ministro Lazo y la CFN están preocupados
Leer másPero hoy la aqueja también un poderoso problema: el exceso de oferta. El coronavirus, que afecta al mundo, solo adelantó lo que los exportadores veían venir y lo advirtieron, el exceso de oferta, sumado a una demanda concentrada en Hong Kong y Estados Unidos.
Y sin espacio para hallar otros nichos donde las barreras sanitarias pueden más que la gestión de un sector oficial cuando a inicio del mes que corre lo tomó por sorpresa.
Fue Diario EXPRESO el que dio la voz de alerta y despertó la preocupación del ministro de Agricultura, Xavier Lazo, la Corporación Financiera Nacional (CFN) y BanEcuador.
Ahora le sobran defensores, le falta estrategias.
Hay tres clases de pitahaya: la amarilla, la roja que está floreciendo en la Costa de Ecuador y una de rojo remolacha, silvestre, que empieza a ser analizada comercialmente.
“Calculamos que hay 3.000 hectáreas de pitahaya entre amarilla y roja”, señala el exportador Sebastián Bustamante, que produce en Isidro Ayora (Guayas) y en Mocache (Los Ríos). La referencia, porque no hay datos oficiales, es de una producción anual de 12.000 a 15.000 kilos por hectárea, esto es, 45 millones de kilos. Pero se exportan oficialmente 7 millones. Y se van a Hong Kong, Estados Unidos, y algo a Europa y Canadá.
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Leer más¿El resto? Se lo vende localmente, pero se va irregularmente a Perú y Colombia, incluso se ha llegado a detectar que desde allí sale hasta Chile;pero es el consumidor asiático el que más demanda, ya sea que donde viva, de ahí que se la comercializa en comercios de origen chino en Estados Unidos.
Datos oficiales del Banco Central del Ecuador arrojan una cifra bastante importante de exportación anual, 45 millones de dólares. Que ubican a la pitahaya como la segunda fruta de exportación después del banano y el plátano, pero por arriba del mango, al que desplazó en muy poco tiempo. Y si se añaden otros $ 35 millones que, a ojo de buen cubero dejarían las exportaciones a Perú y Colombia, el negocio total de este sector intenso en mano de obra, serían 80 millones de dólares (o más).
Bustamante habla en serio de que les hace falta un negociador que derribe las barreras que ponen nuestros vecinos y también China, con quienes existe un abultado déficit comercial, que cada año se hace más grande y desangran los dólares.
Guido Álvarez, presidente de la Asociación de Productores de Pitahaya de Pastaza, y quien dio la voz de alerta, cree que debe existir como desafío del Gobierno, un plan para potenciar al sector, porque ya la pitahaya roja prolifera a ritmo de farándula.
La prioridad es abrir el cerrojo de los mercados, solo porque ya mucha gente vive del cultivo, sino porque el costo de exportar a Hong Kong es alto: 8 dólares por caja y 4 días de viaje en avión. A Estados Unidos el viaje es por barco y dura 7 días.
Después, o a la par, es necesario investigar, ya que es un cultivo nuevo que está en fase de conocimiento desde el sector exportador. Y porque hay prácticas agrícolas que desdicen la calidad: hace poco fue quemado un cargamento de Palora por exceso de un producto químico que acelera la maduración, ya que algunos productores quieren salir antes para tener mejor precio.
Por ejemplo, no hay evidencia científica detallada de cómo la pitahaya se comporta según el sitio donde se la siembra. En Palora se cosecha a los 120 o 140 días de la floración; en Guayas a 110 o 120 días y unos 50 frutos por planta.