La nueva ‘sangre’ de la caficultura de Ecuador
Dos empresas de Guayaquil le dan paso a las nuevas generaciones en la dirección. Las familias Bustamante y Delgado, jóvenes con poder de cambio.
En las últimas dos décadas el negocio del café ha estado en tres empresas ecuatorianas, mientras las investigaciones en el campo agrícola (clones) con buenos resultados en solo una.
En las dos más importantes, por el volumen que producen tanto para el mercado interno como para el de exportación, son ElCafé (del Grupo Noboa) y Solubles Instantáneos (Salcedo).
La primera no ha tenido un relevo de generaciones desde que Álvaro Noboa se hizo cargo; la segunda también se mantiene con la administración actual, aunque habría vendido la mayoría accionaria a una firma centroamericana.
Las otras dos empresas Askelgado y Dublinsa le apuestan a la renovación de sus administradores, así como de las ideas y las han dejado en la sangre joven, en los descendientes de sus accionistas.
Su intención es renovar su estrategia y enfocarse principalmente en nichos diferenciados, en nuevas tendencias de consumo, pero empezando por tener una materia prima de calidad, reforzando atributos del grano a través del secado y la fermentación.
Aunque si hay la oportunidad de crecer en el mercado tradicional de café soluble con precios atractivos, para competir en tiendas, podrían realizarse alianzas que conduzcan hacia ese objetivo.
En busca del mejor café robusta
Denisse Bustamante recién llegó de Italia, donde siguió una maestría que no tiene otro objetivo que mejorarle los aromas al café, y hacerse de la empresa que desde los ochenta desarrolló su padre, Freddy Bustamante.
“En Ecuador hay un gran trabajo en investigaciones sobre café y hay empresarios como Askley Delgado (ya fallecido) que han dejado un camino, en solubles, que falta recorrer”.
Sabe que el café robusta tiene un gran potencial y más cuando tiene un clon, el Ecurobusta, creado por ellos mismos y que cuenta con algunos atributos nuevos que le sirven para entrar a un nuevo nicho: los cafés diferenciados. Este es bueno para la extracción, rinde más a nivel industrial, tiene potencial.
Hoy su marca (café para colar) está en Supermaxi, Del Portal y las tiendas Nelson, así como en cafeterías, hoteles, “estamos viendo si desarrollamos algo adicional tanto en café diferenciado”.
La variedad ecuatoriana tiene algunos atributos que sorprenden, sabor a pimiento rojo, a miel, notas a chocolate (que es tácito), frutillas, mora, arándanos y una acidez fosfórica, es decir, burbujeante, y eso es bueno, muy particular. “Es una sensación refrescante difícil de encontrar en cualquier café, o una o acidez láctea, como el yogurt; ha expresado también una nota salada, muy positiva”.
Buscamos procesos distintos y esto va de la mano con la nutrición, ubicación y en los procesos; la carga genética de calidad.
Pero la idea es mejorar esas cualidades con una buena poscosecha: “Estoy poniendo el café bajo sombra para poder extender el proceso de secado, hay que trabajar en ello, hay que seguir investigando para obtener lo que se quiere, para prepararlo y que exprese sus cualidades”. La idea de Dublinsa es comprar todo el café robusta de Santa Elena.
Avanzar en el valor agregado soluble
Los jóvenes Jorge (22 años) y Askley Delgado (19) están empeñados en hacer crecer la manufactura de café que levantó su padre Askley Delgado, fallecido este año a causa de la pandemia de la COVID-19.
“La queremos continuar y hacerla crecer, hacer algo más grande de lo que fue. Realizar mejoras, ampliar las líneas de producción, crear una mayor cultura de consumo a nivel local. Estamos abiertos a conversar (si alguien quiere hacer una alianza para producir más café soluble para el mercado local o internacional)”, señala Jorge Delgado a Diario EXPRESO.
Habla de la posibilidad de algún valor agregado, “algún sabor en el café, algo adicional, algún estilo distinto; porque ahora vendemos soluble. ¿A qué se refiere? puede ser aglomerado, un café saborizado, una presentación diferente, un tostado o molido, o alguno líquido.
Hoy en la empresa trabajamos con marcas blancas, es decir, en su planta elabora café para otras empresas o personas que tienen ya un mercado, o una marca, pero que no tienen maquinarias y, por lo tanto, necesitan que alguien les manufacture.
Nosotros evitamos los préstamos, los haremos solo si son necesarios. Todo dependerá del consumo, la demanda.
Askley (de 19 años) manifiesta que se espera aumentar la eficiencia, “las áreas con problemas las estamos mejorando para hacerlas más óptimas. Estamos remodelando la planta para poder ampliar el volumen cuando la circunstancia lo amerite y lograr más eficiencia y evitar parones por falta de energía”.
Su madre es la gerenta de la empresa, pero “mi padre tenía deseos de que entremos al negocio, en ese momento tal vez no teníamos la edad”.
Hoy el sector lo dominan marcas importadas desde Colombia.
