Pablo Arosemena: “Las cifras son una realidad, no se puede contraargumentar el sentir (ciudadano)"
Cuando falta algo más de dos meses para que termine el año, el Gobierno dice estar cumpliendo con su meta de fomentar una reactivación económica. Los resultados, dice el ministro de Finanzas, serán progresivos
Su gestión ha sido y seguirá siendo una de las más duras y desafiantes. Desde que Pablo Arosemena aceptó encabezar el Ministerio de Finanzas se ha puesto con la tarea de seguir encarrilando la economía hacia una reactivación con orden fiscal, dejando atrás, sostiene, el despilfarro que generaron gobiernos pasados. Tras cuatro meses en el cargo, asegura que el Gobierno ya lo está logrando. Las cifras son su mayor argumento.
La proforma 2023 prevé unos $ 16.000 millones en impuestos
Leer más- En los últimos meses usted ha venido diciendo que la economía está ‘ON’ o que al menos ya está en etapa de reactivación. Y para sostenerlo cita la facturación récord de $ 200.000 millones que el país tendrá a finales de este año, superando incluso a las del 2019. Sí, las cifras no mienten, pero realmente ¿se puede hablar ya de una reactivación? Parte de ese resultado también podríamos atribuirlo al alto contexto de inflación que el país ha tenido.
- Efectivamente es lo primero que evidencia que ya tengamos una reactivación. Las ventas de enero a septiembre que es el último dato que tenemos superan los 160.000 millones de dólares, lo cual es superior al mismo período de 2019 ajustado por inflación. Y Ecuador tiene la tercera más baja inflación de todo el continente americano, y parte de la respuesta de por qué ese resultado, es por un manejo ordenado en la economía porque nosotros ya frenamos a raya el tren del despilfarro.
Es válido decir hoy, el 2021 crecimos porque hubo efecto rebote, pero con respecto al 2019, o sea, ya no. Ya estamos creciendo, y ya incluso vendemos más
que en el 2019.
- Pero cuánto incide justamente esa inflación en estos resultados. Ha habido altos costos de flete, alza de materias primas. Los productos se encarecen, la gente paga más.
- Obviamente es el 4 %, y como digo, una de las más bajas del continente. Y claro que influye, como ha sucedido en cualquier parte del mundo. Pero cuando tú haces el deflactor igual tienes un crecimiento en ventas que supera el 2019. Y para hablar de reactivación, no es el único indicador. Está el tema de la recaudación: 13.178 millones de dólares, eso es un 26,8% por encima del mismo período en el 2021. En cuanto a empleo medido por afiliaciones a la Seguridad Social, de agosto de este año en relación a agosto del año pasado, se han incrementado en 130.000 las plazas de empleo. La pregunta sufridora. ¿Eso es más que el 2019? No todavía, no es más que el 2019. Pero lo que yo veo hasta aquí son datos positivos.
- ¿Y estas cifras reflejan la realidad que viven los ecuatorianos o son cifras positivas que están impidiendo que el Gobierno vea lo que está pasando en la calle?
- Es que las cifras son el resultado de la realidad, son un espejo de lo que sucede en la calle.
- Pero en la calle lo que más hay es descontento. El empleo pleno incrementa, sí, pero en mejor ritmo lo hace el subempleo; aún hay escasez de medicina en hospitales; en inseguridad, la gente todos los días se queja, hasta los policías, que dicen no tener suficientes recursos para equiparse y combatir la inseguridad.
- Yo expongo hechos. Si tienes este año el mayor nivel de ventas de la historia económica contemporánea para los años comparables, para los últimos cinco años, entonces eso es un espejo de lo que hay en la calle. Yo entiendo que hoy hay grupos políticos de oposición que necesitan vender pesimismo, porque es la única forma para regresar, pero esa realidad se choca con los $200.000 millones en ventas.
Ha habido mucha indolencia (con deudas en el sector social). Hemos tenido que llegar nosotros para poner orden en lo fiscal y enfoque en lo social.
- Pero, ¿por qué eso no se termina de trasladarse a la calle?
- Pero es que las cifras son una realidad… cómo puedo discutir o cómo puedo argumentar contra lo que uno siente. Lo que yo transmito son hechos.
- Pero no solo es lo que se siente, es lo que se vive.
- Son 160.000 millones de dólares, pero yo entiendo que hay gente que no quiere ver esa realidad. El comercio está en la calle. Si uno habla con todo tipo de vendedores, todo el mundo está vendiendo más.
- Al iniciar su gestión, prometió tener una política económica más conectada con la ciudadanía. ¿Qué vienen haciendo?
- Nuestra estrategia del orden fiscal con el enfoque social nos ha permitido pagar deudas históricas. A mí me resulta dramático que este Gobierno en el año 2022 esté pagando deudas desde el año 2011. Con los GAD, maestros jubilados, con el IESS. El gobierno de Correa eliminó la aportación del 40% del Estado al IESS, eso creó un hueco de $5.000 millones.
- ¿Cómo corrigen eso? ¿Cómo lo contemplarán en la proforma del 2023 que presentarán a finales de este mes?
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Leer más- Sí, claro, ahí lo verán. Creo que somos el primer Gobierno en más de una década que está poniendo en el presupuesto el valor full de la contribución. Serán como $ 2.100 millones solamente para ese rubro del 40%. En seguridad también se elevará el presupuesto. Estaremos aumentando el número de policías en 8.000... A mí me gustaría que la gente pueda ver cuánto ha invertido este Gobierno en lo social y compararlo con lo invertido en otros gobiernos. El anterior $11.000 millones; el de Lasso $13.000 millones.
- Usted ha dicho que la austeridad en el gasto público seguirá en el 2023. ¿De forma general, qué nivel de gasto tendremos el próximo año?
- Los detalles los van a ver, no me puedo adelantar porque legalmente tengo que hablar ya con números cuando sean presentados. Pero le puedo decir eso. Vamos a tener mayor inversión social, vamos a eliminar gastos que no son sociales, que pueden ser más eficientes.
Poner orden fiscal a veces no es tan popular. Mi política es que el bienestar, producto del orden fiscal y el enfoque social que tenemos, se va a ir regando en
toda la sociedad.
El FMI ha proyectado un crecimiento para el país del 2,7 % para el 2023, ¿Cómo garantizar ese crecimiento si se sigue con la tendencia de cuidar ese gasto y en un año que se advierte será recesivo?
- Tenemos un plan económico que nos permite el próximo año, que es un año de recesión global, tener ese nivel de crecimiento que se proyecta, que es superior al promedio de toda Latinoamérica. Vamos a aumentar la recaudación, no por subir impuestos, sino por dinamismo de la economía y una mayor inclusión de la formalidad... Confiamos en la inversión, somos un Gobierno que apunta a tener reglas claras, no reglas raras. Estabilidad en las reglas genera inversión, reinversión de locales que reinvierten en el país.
- A este Gobierno se le puede reconocer el orden económico que trata de seguir implementando. Pero insisto, y con esto cierro este capítulo, ¿Qué tiempo más el ciudadano debe esperar para decir estamos mejor?
- Mi argumento es que hay un norte que es la reactivación y estamos dando pasos hacia eso... no es que hemos llegado a la meta... Yo creo que en economía, en política y en ética hay que hacer lo correcto. Y a veces lo correcto, poner orden, no es lo más popular, pero hay que hacerlo. Tal vez lo popular sería despilfarrar, no pagar ninguna deuda hacia atrás y dejar deudas, pero eso sería incorrecto.
- Y eso tiene un riesgo.
- Sí, políticamente sí... Pero mi percepción es que cada vez este bienestar, que es producto del orden fiscal, y el enfoque social se va a ir regando en toda la sociedad.