La pesca traza la ruta para evitar sanciones
El sector tiene un comité de emergencia para subsanar críticas de la Unión Europea. La aprobación de la ley está en camino.
La posibilidad de que Ecuador sea considerado como país no cooperante contra la pesca ilegal, no declarada o no regulada, desnuda los errores de la administración y del sector privado, que se ha comprometido a enmendarlos.
Tan como publicó ayer Diario EXPRESO, la Unión Europea (UE)_ha puesto reparos a la capacidad de la autoridad para sancionar y disuadir el cometimiento de infracciones; y de no ser resueltos desembocarían en una restricción a las ventas de pescado ecuatoriano, algo grave para la economía nacional dada la importancia de ese mercado. De la UE llegaron hasta Ecuador $ 619,2 millones por exportaciones de preparaciones y conservas de pescado (atún principalmente).
“La pesca ilegal es un problema mundial”, señala el presidente de la Cámara Nacional de Pesquería, Bruno_Leone. Es considerada como la tercera actividad ilícita después del tráfico de drogas y de armas. La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) la ha cuantificado en el orden de los $ 23.000 millones.
El sector ha tomado varios caminos para resolver la ‘tarjeta amarilla’ que le ha sacado la UE, como el impulso de una ley que camina ya al segundo debate en la Asamblea y la autorregulación, como es el caso del grupo Tunacons, formado por Nirsa, Eurofish, Grupo Jadran, Servigrup y Trimarine, con 44 barcos que buscan la sostenibilidad, es decir, que su actividad satisfaga las necesidades presentes sin comprometer las necesidades futuras.
Pero un informe de la comisión de la UE dice que algunos barcos nacionales no respetan las leyes. “Digo categóricamente que no. Si hay un caso es por un error, o no comunicó a tiempo o hubo un problema de falta de comunicación”, sostiene Leone sobre posibles incumplimientos en el marco de la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT). Y aclara que hay dos sectores de pesca: la pesca oceánica o del atún y los pelágicos pequeños y los demersales (de fondo).
“Cumplimos como miembros de la CIAT. Todos los barcos tienen rastreo satelital y observadores a bordo”, afirma Guillermo Morán, gerente de Tunacons.
Mónica Maldonado, directora ejecutiva de Ceipa (Cámara Ecuatoriana de Industriales y Procesadoras de Atún), aclara que el mercado internacional del atún es altamente competitivo. “A diferencia de los otros sectores de exportación de nuestro país, su competitividad depende de una variedad de factores ajenos al entorno empresarial”, entre los que destaca la tendencia en la demanda del mercado, costos de operación de la pesca del atún, desarrollo en tecnología, capacidad, regulaciones gubernamentales para el sector, factores climáticos, naturaleza altamente migratoria de la especie.
Además, al haber suscrito Ecuador el Acuerdo Multipartes con la Unión Europea, la política pesquera de dicho bloque comercial es un elemento fundamental y clave a tomar en consideración para la correcta gestión de la industria atunera del país.
“Es fundamental que siendo el sector atunero del Ecuador un participante transcendental a nivel mundial, el Gobierno nacional a través del Comité de Crisis Público-Privado implemente en el menor tiempo posible un plan de acción sólido y sustentable para corregir las desviaciones observadas por la Unión Europea, así como que asigne los recursos necesarios para la consecución de este gran objetivo”, expresa.
Tenemos un acuerdo con la FAO. Ceipa emprendió hace 7 años una colaboración técnica estrecha con la FAO a través de un acuerdo de cooperación para fomentar y reforzar las garantías de calidad y seguridad alimentaria; contribuir al desarrollo de proyectos de investigación, tecnológicos y de innovación en el campo de la seguridad y la calidad de los productos; asistencia técnica para el desarrollo y fomento de la seguridad alimentaria; promover la celebración de conferencias, foros, congresos. Se han realizado 4 foros de Sostenibilidad Ecuatoriana Atunera, manifiesta Mónica Maldonado, directora ejecutiva de Ceipa.
Un proceso de sanción disuasivo. En la nueva Ley de Pesca las sanciones son de tres niveles: leves, graves y muy graves. Las graves tienen una multa de hasta 600 mil dólares y si hay reincidencia pueden haber múltiplos de dos o de tres, anota Bruno Leone titular de la Cámara de Pesquería. Por una sanción grave, como pescar estando en veda, al armador le cae una multa de 600.000 dólares; la otra multa grave es pescar sobre la Reserva de Galápagos o en la zona exclusiva de otro país sin el debido permiso. Lo que la Unión Europea exige es un proceso sancionatorio disuasivo por parte de Ecuador.