El plato indio cautiva con sazón y picor
La oferta picante, rica en especias y con variedad vegetariana, atrae al cliente. Sus recetas usan materia prima, en su mayoría, importada de India
Una fiesta de especias invade la oferta gastronómica hindú, incluyendo el picor que se palpa y se disfruta en el paladar local. No tan fuerte como para volverlo incomible, pero lo suficiente para dejar plasmada la idiosincrasia culinaria de sus platos, que en su mayoría se preparan con ingredientes directamente traídos de la India.
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Leer másLa cultura india no es tan conocida en el mercado local, pero cada vez está más presente con la apuesta de restaurantes en la ciudad. La clientela que recurre a ellos destaca los sabores distintos e intensos de sus platillos. Eso, dicen, es lo que más los atrae, como si fueran hipnotizados cual serpiente que baila al son de la melodía de un flautista. Las mezcla de especias como garam masala, comino, cúrcuma, cardamomo, pimienta blanca y negra, entre otras, son las que ponen ‘a bailar’ el paladar.
La añoranza de la gastronomía de su tierra y la recomendación de amigos para incursionar en este mercado es lo que ha llevado a varios emprendedores a dar un paso para exponer al ecuatoriano su oferta. Si bien la clientela no ha crecido en gran medida en los últimos años, hay comensales fieles y frecuentes.
Mantraa, que nació en 2018 y atiende solo en Samborondón, inició como un ideal de su dueño de promover la gastronomía de su amada nación, donde ofrecen una variedad de platos tanto vegetarianos como aquellos que incluyen pollo y cordero.
“La mayoría del menú hindú es vegetariano porque la vaca es sagrada, pero las especias nos han permitido resaltar y dar distintos sabores a los vegetales y a las carnes. Gracias a esto, tenemos cientos de millones de platos diferentes, todos hechos con vegetales, queso ricota, champiñones, berenjenas. No hay límite”, detalla de forma entusiasta el fundador de Mantraa.
Los platos típicos ahora son veganos
Leer másAgrega que por llevar vegetales en su mayoría, existen varios platos relativamente baratos, que van desde los 6 dólares hasta los 17 como máximo, por persona. El dueño de este establecimiento, uno de los más grandes y cercanos a Guayaquil, detalla que, en su caso, los platos más cotizados son el kashmiri rogan you, el masala de pollo y las albóndigas de vegetales mixtos. Una preferencia que se repite en el resto de restaurantes indios que hay en la ciudad.
Pero no toda la oferta que existe se sirve, necesariamente, dentro de un restaurante. Otros emprendimientos han optado por entregar su oferta a domicilio. Aun así, logran tener popularidad.
Ese es el caso de Shivva, un restaurante en línea que comenzó a atender a su clientela desde febrero del 2018. Este negocio es manejado por una pareja, Yogesh Thakur, el chef, y Lily Mora, la administradora. Yogesh ya trabajaba de chef, pero incursionó en el negocio para tener un ingreso extra, motivado también por la nostalgia por su patria y el deseo de dejar una huella con su comida. Asegura que ya lo ha conseguido con algunos platillos, entre los que destacan el cordero masala y mattar panner, ofertas similares a un estofado, pero distintas en sabor por las especias usadas, que le dan un sabor más fuerte.
Actualmente, muchas personas llegan a la dirección donde cocinan, solo para llevarse la sorpresa de que allí solo es cocina y no comedero.
La inseguridad ha detenido muchos planes de expansión, pero no nos ha puesto en riesgo de cerrar. De hecho, la recurrencia de nuestros clientes nos juega a favor.
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Leer más“No solo eso, también hemos comenzado a recibir muchos pedidos, incluso de otras ciudades como Manta y Cuenca. Ahí llevamos el alimento refrigerado para que no se dañe y tenga el mismo sabor al calentarse. Tristemente, no podemos atender a todos porque solo somos Lily y yo. Nos faltan manos, pero no ganas”, indica Yogesh.
Sin embargo, por el modelo que manejan, una orden bien puede costar seis dólares para una sola persona, o 150 dólares para un grupo de diez.
El atraer principalmente a clientes recurrentes no es visto como algo negativo. Para Sam Satwant, propietario de Shere Punjab, que tiene locales en Guayaquil, Quito y Baños, este tipo de comensales también son una ‘bendición’ a su manera, pues considera que el captar a la misma clientela es señal de la calidad de sus platillos.
“Extranjeros, gente que ya ha comido aquí o en otros países la comida de la India: ese es nuestro principal nicho y quienes más vuelven. La inseguridad y la pandemia truncaron el flujo de caras nuevas, pero solo con nuestras opciones hemos logrado fidelizar a quienes ya nos han visitado. El fin es que siempre vuelvan”.