Los precios de los servicios médicos privados en Guayaquil son excesivos

ADVERTENCIA: Enterarse de cuánto pueden llegar a costar algunos servicios médicos en el sector privado puede ser perjudicial para su salud.

No es exageración. Solo por poner un ejemplo, una paciente que debía hacerse un cateterismo para saber cómo estaban sus arterias encontró que en un hospital privado del sector de Ceibos le salía a $ 22.000; con el mismo médico especialista en una clínica de Samborondón le costaba $ 17.000; y en otra de la ciudadela Alborada, $ 15.000.

Los datos son proporcionados por una dependiente de una compañía de seguros de salud para ilustrar por qué algunos planes de estas empresas resultan tan caros en Guayaquil, como publicó EXPRESO.

Para tener una idea de cuánto representan esos precios, bastaría con indicar que una persona que gane solo el sueldo básico de 460 dólares debería hipotecar tres años de sueldos para pagar ese servicio en la clínica que cobraba menos. Y para la primera, casi cuatro años de sueldos.

Si bien se trata de una intervención médica delicada porque involucra al corazón y los vasos sanguíneos, lo que se podría explicar su alto costo; sin embargo, llaman la atención las diferencias de precios en miles de dólares entre una clínica y otra por un mismo servicio médico.

Pero esto también ocurre con otros procedimientos más comunes como una cesárea. Este Diario efectuó un recorrido por varias clínicas de Guayaquil y encontró que hay diferencias de cientos de dólares, como lo muestra el gráfico incluido más adelante.

Y en su mayoría son precios de paquetes que no incluyen los honorarios médicos, los cuales tienen su propia variación y hasta pueden ser superiores a los valores que cobra el hospital.

Por ello, según afirma el presidente de la Federación Médica Ecuatoriana (FME), Wilson Tenorio, en Guayaquil una cesárea sin complicaciones puede costar entre 500 y 5.000 dólares.

Ojo: sin complicaciones. Porque los paquetes anotados en el gráfico se ‘rompen’ por ejemplo si la operación demora más tiempo del que está presupuestado o si se requieren exámenes de laboratorio o de imágenes que tampoco están incluidos. En una de las clínicas indicaron que si el recién nacido llegara a necesitar de cuidados intensivos, el usuario tendría que hacer un abono inicial de 5.000 dólares.

Tenorio defiende el derecho de los médicos a emprender y ejercer de manera particular, sobre todo ante la falta de plazas en el sistema público de salud. Pero también cuestiona que, ante la ausencia de controles, registros o regulación, “cualquier hijo de vecino puede autotitularse especialista en alguna área y de ahí pues los casos de mala praxis o de impericia médica”.

El dirigente médico agrega que eso también ayudaría a evitar los extremos: los cobros que en unos casos resultan excesivos, así como otros muchos más bajos que se ofrecen por internet o redes sociales, pero sin ningún tipo de garantía.

Plantea, por una parte, la necesidad de que los médicos vuelvan a afiliarse a los gremios o al menos registrarse dentro de cada provincia o cantón. Y por otro lado, la necesidad de que haya una regulación o un tarifario de los servicios médicos.

Una regulación o un pronunciamiento sobre esta situación le correspondería hacerla al Ministerio de Salud Pública (MSP), como autoridad nacional. Pero pese al pedido formal de este Diario efectuado desde la semana pasada para tener una entrevista con el ministro Franklin Encalada o un directivo para hablar de este tema, la cartera de Estado optó por cambiar el significado de sus siglas por el de Ministerio de Silencio Público.

Factores que intervienen en los costos de los servicios médicos

Quienes sí se pronunciaron fueron los dueños de clínicas. En entrevista con este Diario, el presidente de la Asociación de Clínicas y Hospitales Privados del Ecuador (ACHPE), Raúl Alcívar, explica cómo se determinan los costos de los servicios médicos en el sector privado.

Por una parte están las clínicas, que cuentan con diferente infraestructura, equipos, espacios, personal de atención, cumplimiento de estándares internacionales, etc. y según ello establecen sus precios. Dice que esto funciona igual que los hoteles, que pueden ser desde los comunes hasta los de cuatro o cinco estrellas. “Al final, somos hoteles para enfermos”, grafica.

En segundo lugar están los médicos, cuyos honorarios difieren según este sea un recién graduado o un especialista con 20 o 30 años de experiencia, con posgrados, certificados, reconocido en su área, etc. Por lo general, ellos definen sus propios valores, pues la regla en el sector es que no tienen relación de dependencia laboral con la clínica.

Y, por último, cita los insumos médicos, como catéteres, sondas, gasas, oxímetros, agujas, nebulizadores y más. Afirma que en este tema también ocurre que un mismo insumo puede tener diferentes precios.

El resultado de todo ello es esa variación de tarifas en la que no hay más techo que el que las clínicas y los médicos quieran fijar por su voluntad y que puede derivar en casos como el de la paciente del cateterismo.

Normativa y regulación de los precios de servicios médicos

¿Pero, por qué es importante el tema de los costos médicos en el sector privado, si el usuario no tiene la obligación de acudir a ellos y puede ir a un centro de salud o a un hospital público?

Porque “en la situación en que estamos, no se trata de alguna vanidad o de tener recursos; simplemente el sistema público tiene un montón de defectos y a veces la situación obliga a que la persona busque al médico privado o la clínica privada”, dice el exlegislador y expresidente de la Comisión del Derecho a la Salud en la Asamblea Nacional anterior, Marcos Molina.

Se refiere a que si bien en el país la salud es un derecho y el Estado tiene la obligación de garantizarla, para lo cual existe una amplia red de consultorios y hospitales públicos; en la práctica el sistema público tiene conocidas carencias y los usuarios se quejan por la falta de especialistas, medicinas y cirugías. Todo lo cual empuja a la población que tiene urgencia de una operación o un procedimiento médico a buscarlo en el sector privado.

Tenorio y Molina recuerdan que en la Asamblea Nacional anterior quedó pendiente de aprobación una Ley de Carrera Sanitaria que podría aplicarse en algunos de estos casos.

Molina también es partidario de que se establezca una normativa. “Yo creo que sí. Y normar hacia abajo, no hacia arriba. O sea, tú no tienes por qué pagar más allá, tienes que pagar el justo precio que se estableció”.

Alcívar, en tanto, considera que para garantizar la atención médica a toda la población sería necesario contar con un seguro universal de salud, algo complicado por ahora por la alta fragmentación del sistema de salud en subsistemas que no están conectados o articulados entre sí. Y acota que para ello sería necesario tener una normativa como el Código Orgánico de Salud.

Afirma que instituciones como la que él dirige procuran regular el costo del servicio que brindan y actuar con ética para evitar excesos. “Pero no voy a meter las manos al fuego por todas. Hay clínicas y clínicas”.

(Si te interesó esta información, te invitamos a leer: Propuesta: una superintendencia de Salud autónoma para regular los costos médicos

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