Los anuncios de protesta social desalientan la meta de crecimiento del 2023
El banco estadounidense JPMorgan prevé un crecimiento menor frente a 2022 debido a posibles movilizaciones. Empresarios locales están en alerta
Expectativa local e internacional. El anuncio de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que hiciera el pasado viernes de retomar las protestas sociales, preocupa a los empresarios nacionales e inversionistas en el extranjero.
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Leer más¿La razón?Las movilizaciones puede tener repercusiones en la ya complicada estabilidad política que atraviesa el país y, como efecto colateral, en el desempeño de la economía, que algunas autoridades han proyectado será positiva (incluso con resultados mejores al promedio de la región) para este año.
El banco JPMorgan prevé una desaceleración de la economía a 2,5 % en 2023, tras haber crecido 3 % en 2022. Pero, ¿cuál es el motivo de la caída en el dinamismo? Uno de los factores tomados en cuenta, justamente son las protestas sociales, aseguró Lucila Barbeito, analista de JPMorgan en un foro organizado por Ecuadorean American Association, que se realizó el pasado jueves.
El escenario difiere de la proyección del Banco Central del Ecuador (BCE), que estima un crecimiento de 3,1 %para 2023 y contradice al discurso del Gobierno, que ha mencionado que se prevé un año de reactivación económica para este 2023.
Los efectos perjudiciales de las paralizaciones nacionales de junio de 2022 ascendieron a un monto de $ 1.115,4 millones, según estimaciones del BCE. El valor de las pérdidas representa el 1% del Producto Interno Bruto (PIB) corriente ($ 116.010 millones) de acuerdo con la previsión macroeconómica del BCE publicada el 15 de septiembre de 2022.
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Leer másEn ese contexto, los empresarios manifestaron su malestar ante posibles movilizaciones. Gabriela Uquillas, directora del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE), señaló que temen nuevas paralizaciones porque aquello implica pérdidas para las empresas y afectación directa a los empleos de los ecuatorianos y la reputación del país. “Con un paro perdemos todos”, añadió.
“El golpe más profundo de las paralizaciones sería para toda la cadena de producción, a los niños que no puedan ir a sus escuelas, personas que no puedan recibir sus medicinas, entre otros. El Gobierno y los municipios deben defender la ciudad”, aseguró, por su parte, María Paz Jervis, presidenta Ejecutiva de la Cámara de Industrias y Producción (CIP).
Francisco Chiriboga, presidente de la Cámara de Agricultura de la Zona 1, aseguró que su sector está tratando de tomar precauciones desde ya. Los productores buscan tener acercamientos con militares, la Iglesia y el Gobierno para tratar de cuidar sus cultivos, uno de los sectores más golpeados en anteriores movilizaciones.