Recetas cortas para el IESS
Se propone desde vender activos, hasta revisar beneficios de afiliados con bajo aporte. El déficit en pensiones alcanzará los $2.700 millones
Para el año 2024, el total de jubilaciones a pagar por parte del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) estará en unos 6.000 millones de dólares. Para entonces esa institución tendrá en aportes una entrada de $3.300 millones aproximadamente. Lo que significa que quedarán $2.700 millones por cubrir.
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Leer más“¿Cómo se va a cubrir ese déficit? Incluso si el fisco pudiera transferir el 40 % de los pagos jubilares que la ley le indica pagar no se cubriría la deuda completa”, explica a EXPRESO el economista Augusto de la Torre, coordinador de la Comisión de Reformas al IESS, que en julio pasado trazó varias propuestas para seguir dándole oxígeno a la institución en su liquidez y que a la vez el pago de las pensiones jubilares, cuyo 40 % le corresponde al Estado, no exceda el 3 % del Producto Interno Bruto del país.
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Si bien sus propuestas enfocadas a solucionar el problema de raíz son las que se estructuraron para resultados a largo plazo, como los planes de ahorro, De la Torre indica que hay recetas cortas que suman a mitigar la enfermedad de fondo. Entre ellas, menciona, está el vender a la banca privada algunos activos de los fondos de pensiones que son bastantes rentables, como créditos quirografarios, por ejemplo.
Y aunque “no es una enormidad”, De la Torre dice que la comisión también ha propuesto que el seguro campesino se transfiera al Ministerio de Inclusión Económica y Social para ser tratado como un sistema de pensiones asistenciales. Así, ese monto de dinero que se aparta del IESS para los campesinos se mantenga en los fondos de la institución.
Actualmente, de los 3,7 millones de afiliados a la seguridad social que hay en todo el país, casi 1,2 millones son del seguro campesino. Un seguro que le significa al IESS un promedio de 480 millones de dólares al año, según cifras de la entidad. Este beneficio fue creado en el año 1968 como un método de inclusión de los trabajadores del campo y pescadores artesanales en la seguridad social. A cambio, solo deben pagar un valor simbólico de $ 1.79 para tener derecho a la jubilación por vejez o invalidez a más de cobertura de salud.
En 2018 hubo reformas en la Ley de Seguridad Social en el que se dispuso el incremento de 65 a 100 dólares las pensiones para los jubilados que pertenecen a este seguro, un incremento que, sin embargo, año a año no tiene el respaldo de un debido financiamiento.
Patricia Borja, abogada y experta en derecho laboral y Seguridad Social, destaca que el seguro campesino no se puede eliminar porque está previsto por la Constitución. Lo que se debe hacer es controlar que no haya personas que pudiendo aportar al seguro normal del IESS sean beneficiarios de este seguro campesino, pues menciona que hay muchos casos que se camuflan entre los beneficiarios.
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Otras de las reformas que si bien no es al fondo de pensiones, sino al fondo de salud, ayudaría a refrescar mucho la economía de la entidad, dicen los expertos, son los 398 millones de dólares al año que se destinan del IESS para brindar atención médica a los hijos y cónyuges de los afiliados. En este punto los especialistas coinciden en que sería necesario y justo que los afiliados paguen una prima extra por estos servicios a sus familiares o que la atención médica a ellos se de en el sistema de salud público, pue es el Estado el que debe velar por ellos.
Nelson Erazo, presidente nacional del Frente Popular de Trabajadores, difiere con la idea. Para él, “la salud de los ecuatorianos es responsabilidad del Estado”, pero a través de ese 40 % que se paga como aporte al seguro (aunque esto tenga retrasos). Él considera que la recuperación de dinero para el IESS debe vincularse a la generación de empleo, al cobro de las deudas a las empresas morosas y a un plan de pago para que el Estado pague lo que le compete.
No obstante, el sociólogo, especialista en temas de seguridad social, Henry Llanes, coincide con que los familiares del afiliado y, aumenta, personas con discapacidades y personas con enfermedades catastróficas no afiliadas, también deberían recibir atención médica, pero en el sistema público de salud que, recalca, “debe ser de calidad, eficiente y oportuna”.
Llanes también tiene sus propias propuestas para el IESS, a través de un proyecto de ley orgánica de reformas a la Seguridad Social que envió a la Asamblea Nacional en abril pasado, en el que propone que el IESS se haga accionista de los sectores estratégicos de la economía nacional como los hidrocarburos, las telecomunicaciones y el sector eléctrico. Así tendría utilidades cada año.
Como accionista de los sectores estratégicos de la economía nacional, el IESS pasaría a recibir utilidades anuales
La comisión de la Torre ha dado también otras sugerencias para devolver la estabilidad a la entidad, como la de cambiar los años que se toman en cuenta para calcular el pago de la pensión jubilar. Proponen que no sean solo los cinco mejores años, sino que sean cada vez más con el pasar del tiempo: 6, 7, 8, etc. “Porque así el pago de pensiones es menor. Porque si se toma en cuenta más años del sueldo, se va a tener una base de cálculo un poco más baja”, detalla.
Borja también propone desdoblar la corrupción en el IESS para evitar una fuga de dinero de sus fondos, que llega a los bolsillos de personas a las que no les corresponde. “Por ejemplo, evitar que se entreguen pensiones de vejez por discapacidad a personas que no reunían los requisitos”. Añade, incluso, que la misma institución podría acumular parte del dinero que necesita si optimiza mejor sus recursos y da un servicio más eficiente. No obstante enfatiza que la deuda principal que es la del Estado, con el 40 % de los fondos, debe ser el monto principal a pagar.
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Otra medida que propone la comisión De la Torre es cambiar la tabla de cuántos años de aporte y cuántos años de edad como mínimo tiene que tener un afiliado para ser elegible para una pensión. “Nosotros hacemos un cambio gradual en esa tabla. No proponemos que se cambie la edad mínima, pero sí proponemos que vaya cambiando gradualmente el número de años de aportes. En la tabla actual una persona de 64 años se puede jubilar si tiene 30 años de aporte. En nuestra tabla esa persona de 64 años solo necesita 27 aportaciones. Proponemos una tabla más equitativa y razonable entre edad y años de aporte”, detalla. Con esta propuesta, la comisión propone que en promedio los años de aporte suban 5, pero que suban de manera gradual, esto, asegura el consultado, “ayuda al sistema de pensiones porque la gente necesita seguir aportando un poquito más para jubilarse”.
También propone que si se van a pagar 14 pensiones, los afiliados deberían aportar sobre la base de 14 sueldos, es decir los 12 de cada mes y los pagos extras, como décimos. Además, proponen que la pensión básica siga siendo igual para todos, pero que la variable sea una fusión de los años de aporte y de edad de jubilación. “Con esta fórmula las pensiones de los afiliados con ingresos bajos y medios no van a cambiar, donde va a ver cambios es en las pensiones de los afiliados con ingresos altos. Por eso tenemos también en nuestra propuesta planes de ahorros para compensarles esas bajas”. Borja hace énfasis en la deuda que empresas y afiliados independientes adeudan al IESS ($ 2.254 millones). Detalla que hay que centrarse más que en alargar los plazos de pago, que puedan lograr una recuperación más ágil.
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