
Reserva Marina Hermandad cumplió 3 años entre la protección marina y la pesca de atún
En 30 mil kilómetros cuadrados conviven preservación y actividades productivas
La Reserva Marina Hermandad, que abarca 60.000 kilómetros cuadrados del océano Pacífico entre las Islas Galápagos (Ecuador) y la Isla Coco (Costa Rica), cumplió tres años de establecida protección y manejo diferenciado de actividades pesqueras.
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Establecida oficialmente el 14 de marzo de 2022, la Reserva Marina Hermandad se ha consolidado como un referente en la conservación marina en el Pacífico Este Tropical, y aspira a convertirse próximamente en Reserva de la Biósfera. Diseñada para preservar hábitats críticos y asegurar la migración segura de especies como tiburones martillo y tortugas laúd, la RMH protege también importantes rutas migratorias y ecológicas en la región.
El modelo de gestión de la reserva se basa en una división funcional de su territorio: en 30.000 kilómetros cuadrados se prohíbe cualquier actividad extractiva de pesca, mientras que en la otra mitad se aplican estrictas regulaciones, que incluyen la prohibición del palangre, para garantizar que las actividades pesqueras sean responsables y sostenibles. Estas medidas buscan proteger especies en peligro de extinción y promover la conservación de los recursos marinos, incluyendo la gestión sostenible del atún.
Eliécer Cruz, director del Programa Galápagos en Fundación Jocotoco, subrayó que la efectividad de las áreas marinas protegidas (AMP) depende de una gestión adecuada, respaldada por información científica y financiamiento sostenible. Cruz enfatizó la necesidad de involucrar a todos los sectores en el diseño de estas áreas para evitar que se conviertan en “reservas de papel” y lograr una protección real de los océanos y las especies migratorias.
La visión desde el sector atunero
Por su parte, Guillermo Morán, director ejecutivo de la Fundación para la Pesca Sostenible del Atún (Tunacons), resaltó que el sector pesquero ha cumplido con las nuevas regulaciones establecidas en la RMH, lo que beneficia a largo plazo la conservación de especies vulnerables. “El océano es la fuente de vida en la Tierra; conservarlo y pescar de manera sostenible no es una opción, es una necesidad para el futuro de nuestro planeta”, afirmó Morán.
La cooperación entre Fundación Jocotoco y Tunacons ha sido clave para garantizar que las actividades pesqueras sean compatibles con la conservación de especies vulnerables. Las mesas de diálogo entre la pesca artesanal, industrial y las organizaciones conservacionistas han permitido definir áreas de pesca que respetan los límites y promueven prácticas responsables.
María Auxiliadora Farías, directora del Parque Nacional Galápagos, destacó que la Reserva Marina Hermandad se ha convertido en un modelo de alianzas colaborativas intergubernamentales e internacionales, afirmando que “el éxito de su conservación depende del compromiso y la acción conjunta de todos los actores involucrados”. Asimismo, Patricia León, directora asociada de Conservación de la Naturaleza de Bezos Earth Fund, enfatizó que “proteger nuestros océanos no es una opción, es una necesidad”, y subrayó la importancia de la colaboración para conservar la biodiversidad y gestionar los recursos marinos de forma sostenible.
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