Los restaurantes, retados a revertir las secuelas del paro
Los 450 integrantes de un gremio de Quito tuvieron que despedir a 900 trabajadores. Se espera que bajen los precios de la comida
La herencia que deja el paro nacional de 18 días es de millones de dólares de pérdidas para los restaurantes. Terminada la movilización, ahora tendrán que recuperar las plazas de trabajo que se perdieron como efecto del bajón en las ventas y el encarecimiento de los alimentos, por las vías cerradas.
Millones de litros de leche se botan sin llegar a las industrias y los hogares
Leer másEl sector viene de soportar una caída en su facturación por dos años como efecto de la pandemia del coronavirus y cuando habían empezado a recuperarse llegó el paro nacional. “Estábamos en un proceso de reactivación que conllevó a reclutar a nuevos trabajadores para nuestros negocios, estas personas que estaban en tiempo de prueba un 20 a un 30 % han sido removidas”, dijo a Diario EXPRESO Diego Vivero, director de la Confederación de Restaurantes de Ecuador.
No son cifras nacionales, pero una muestra de cómo afectó la jornada de protestas son los datos de la Asociación de Restaurantes de Pichincha, que tiene 450 integrantes y que da empleo a unas 4.500 personas, de las cuales se han tenido que despedir a 900.
Un ejemplo es Pizza S.A., ubicado en el Centro Histórico de Quito, que estuvo cerrado por dos años por la pandemia. Abrió hace un mes y no ha podido trabajar estos 18 días. Aquí daban empleo a 25 personas y por las pérdidas despidieron a cinco.
“Tenemos pérdidas pese a utilizar las flores artificiales”
Leer másEste Diario habló con tres líderes de los gremios de los restaurantes, hasta el cierre de este artículo no tenían la suma de las pérdidas económicas. Pero para tener una idea, en el caso del restaurante Sur Parrilla Gourmet, las pérdidas son más de 50.000 dólares, señaló Leandro Buratovich, presidente de la Asociación de Restaurantes de Pichincha.
En el Centro Histórico de Quito hay entre 250 y 300 restaurantes que no pudieron abrir, por los actos de violencia que se dieron.
En el caso de los restaurantes de Guayaquil, estos sí abrieron pero igual están afectados por la escasez y encarecimiento de los alimentos.
“Nuestras ventas bajaron en un 70 %, entonces como efecto tuvimos que despedir a dos personas”, manifestó María Moreira, administradora de El Bolón de la Morejón, ubicado al sur de Guayaquil.
Ahora esperan que la cubeta de huevos que llegó a costar 10 dólares regrese a los 3 dólares; el atado de cebolla blanca baje de 12 dólares a 1,50 dólares; el atado de yerbita, de 11 dólares a 2 dólares; la libra de papa de $ 0,60 a $ 0,25, etc.
El Gobierno debió prever lo que iba a significar un paro nacional. Lo que más nos afectó fue el cierre de vías por el desabastecimiento de alimento que generó.
En la línea de las pérdidas económicas no se escapan ni siquiera los locales que han mantenido sus clientes. Por ejemplo en el caso de Boloncity tuvo que dejar de vender humitas y corviche y esto afectó más de un 5 % de los ingresos, según Sergio Barré, supervisor de Cocina de Boloncity.
Pese a todas las pérdidas económicas y de empleos los líderes del sector de restaurantes, consultados por este Diario, no han determinado realizar acciones legales contra los organizadores del paro nacional. Para ellos lo importante es que exista la paz necesaria que continuar con el trabajo.
Aún no tenemos cifras de las pérdidas pero sí estimamos $ 1.000 por día, nuestro gremio que tiene 450 miembros, ha perdido más de 8,1 millones de dólares.
No obstante la Asociación de Restaurantes del Guayas se destacó que ahora es cuando más necesitan créditos que les permita tener el capital para seguir adelante, por lo tanto esperan que en la brevedad el Gobierno lo ofrezca, para evitar el cierre de los negocios, indicó su presidente André Obiol.
Junto a la inyección de capital también demandan la necesidad de que se mantenga el diálogo abierto y campañas para que la gastronomía se recupere.