Los Ríos llega al top con doble hilera en el banano
Con mayor densidad de plantas, en Valencia, sobrepasan las 5.000 cajas por hectárea. El sistema mejora las ganancias.
Joel Zambrano se vio obligado a hacer lo que Misael Álava rechazó: doble hilera en la producción de banano. En esta técnica han fracasado la mayoría, incluso los grandes grupos bananeros, que no creen ya en este sistema.
Pero en La Planada (Valencia, Los Ríos), donde tomaron el riesgo, los temores se disiparon y ya van para la tercera cosecha de racimos con tal éxito, que ahora Misael Álava quiere que las nuevas 85 hectáreas que se van a sembrar estén a cargo de él. “Esas las quiero yo”, dijo a Diario EXPRESO, con seguridad y una dosis de envidia a Joel.
Los resultados son extraordinarios, pero todos los días se aprende un poco y más en esta zona, con escasas 700 horas anuales de luminosidad (zona nublada) y 3.600 milímetros de lluvia. Allí, en la zona de Valencia, Quevedo, las densidades de siembra (plantas por hectárea) son menores que en cualquier otra parte del Ecuador, por eso cada detalle, en doble hilera, debe cuidarse, porque van más plantas por hectárea y es más voraz, por lo tanto, el ataque de hongos como la sigatoka negra.
Ya con la experiencia y con una producción por arriba de las 4.000 cajas por hectárea, muy superior al pírrico promedio del Ecuador, Álava lo tiene decidido: estará a cargo de un nuevo lote de 85 hectáreas nuevas que se sembrarán y donde espera llevarse la bonificación por productividad.
En Río Verde II, una hacienda del grupo Mendoza, en la misma zona, decidieron iniciar un proyecto de 5 hectáreas en doble hilera, confirma su administrador, Roque Zambrano, luego de que se ha logrado una mejora sustancial de la productividad en el sistema tradicional con nuevas técnicas para control de nematodos, deschive, uso de bioles, mejoramiento de suelo, que le han permitido, ipso facto, subir de 3.000 a 3.800 cajas por hectárea con la aspiración de llegar en dos o tres años a 4.500 o 5.000 cajas, algo que les parecía hasta hace un año “una locura”.
En promedio han subido 639 cajas por hectárea en el año 2019 (ya para esta fecha llevan 800 más), lo que no es pelo de gato: le han significado a la hacienda 103.000 cajas más.
En La Planada, cuenta Joel Zambrano, comenzaron con una hectárea de prueba en doble hilera, como investigación, con 2.100 plantas; después “hicimos reingeniería y nos bajamos a 1.790 plantas por hectárea y no nos dio mucho resultado, era mucha población para esta zona, donde tenemos máximo 700 horas luz; hemos quedado en 1.600 plantas, pero en lo nuevo que vamos a sembrar (85 hectáreas) se usará es 1.536 plantas por hectárea, frente a un cultivo tradicional de la zona, donde se utilizan 1.280 plantas.
En doble hilera el peso está entre 96 y 99 libras por racimo en R1 (segundo racimo cosechado en el lote), la semana pasada y eso llevado a cajas es bastante (- 20 % de merma) les da 1,78 cajas de 43 libras por racimo, o 5.126 cajas por hectárea, lo que hace rentable sacando ya los costos adicionales por interciclos de fumigación, aplicación de enmiendas, abonos, etcétera.
Exacto!!! . Y en una buena nutrición. Si se hace doble hilera en Valencia cómo no hacerlo el otros sitios con mejores condiciones climáticas. https://t.co/0cqxsdX544
— EditorEc Lizarzaburo (@Guillogl) May 23, 2020
Subir la productividad requiere un trabajo ordenado, planificación y hasta pesaje automático de los racimos, ya que con este se detectan los lotes con baja productividad. El problema es que la mayoría de los dueños (a nivel nacional) no van a sus haciendas, por lo tanto no existe interacción con los administradores in situ.
En La Planada esperan seguir de largo en los mismos lotes con doble hilera, es decir, cosechar racimos R3, R4 y más, pese a que la mayoría que lo ha hecho o lo hace, solo cultiva hasta el R1, la tumba y vuelve a sembrar el área, lo cual implica mayores costos.
Según Zambrano y Álava, hay varios puntos por analizar sobre por qué los productores ecuatorianos se conforman con 1.800 o 2.500 cajas por hectárea, aun en zonas con mejor luminosidad y menos humedad relativa que Valencia. Por ejemplo, no llevan estadísticas. No todos pesan el racimo y tampoco permiten que se innove en cosas tan necesarias como mejorar la calidad del suelo.
Coronavirus en Ecuador: El agricultor no se confina, sale a trabajar
Leer másShirley Nájera cuenta con lujo de detalles cómo se ha llevado a cabo el combate a una millonaria población de nematodos, que afectan a las raíces y son una de las causas de la baja productividad en las bananeras.
“El nematodo en una de las plagas más importante en las bananeras, debido a que la parte afectada por este, es el sistema radicular. Una planta si no tiene un buen sistema radicular no tendrá una buena capacidad de absorción de nutrientes. Por mucho fertilizante que le echemos a la planta esta no lo va a aprovechar”.
En la hacienda de Río Verde, en septiembre, “hicimos un análisis y tuvimos resultados de hasta 100.000 dematodos por cada 100 gramos de raíces, lo normal es 10.000; si se tiene más es necesario aplicar nematicidas para evitar más daños y hay que gastar en mano de obra y en el producto que lo controla y que es bastante caro”. Además cuando usamos nematicidas no solo atacamos a la plaga que queremos, sino también a los insectos benéficos.
¿Qué hizo?: empezamos a aplicar bioles desde septiembre de 2019. Hicimos un nuevo muestreo a inicios de marzo de 2020 y los resultados son sorprendentes: de 100.000 bajó a 2.104. Solo aplicamos lixiviado de lombriz con micronutrientes, vía fertirriego.
ENTREVISTA A VICTOR HAÓN. El productor señala que legalizar las siembras de banano y subir la productividad es importante para la economía, ya que el agro fue desprovisto de todo lo necesario durante el gobierno de Rafael Correa.
El expresidente de la Asociación de Productores de Ciclo Corto de Quevedo hace un largo periodo y ahora bananero es un duro crítico de Rafael Correa, donde se permitió el desmadre de recursos del país y se quiso “sepultar” a la agricultura.
Durante esta pandemia casi todo estuvo paralizado, menos la agricultura.
Todos trabajamos: bananeros, cacaoteros, arroceros, plataneros, maiceros. Se demostró que nadie toma petróleo ni come cemento, que aquí vivimos de lo que se produce en el campo.
Esto pese a que la investigación no existe desde la esfera del Estado.
La investigación cuesta mucho dinero y aquí no se la hace, pese a que tenemos mejores suelos que Brasil, Perú, Colombia, Costa Rica o México, que sí tienen tecnología e investigación.
¿En qué ha fallado el Estado ecuatoriano?
En todo, no hay apoyo financiero, no hay política de comercialización. En las épocas de cosecha los agricultores son extorsionados, el agricultor que lleva arroz a la UNA (Unidad Nacional de Almacenamiento) para que le reciban el producto tiene que dar una coima, y tiene que dar otra coima para que le paguen.
¿Este sistema de corrupción que usted denuncia viene desde la época de Rafael Correa?
Sí, queríamos exportar arroz a Irán, cuando venían los colombianos con el dinero a comprar y con eso regulaba el exceso de arroz y el precio; solo Correa pudo hacer eso, querer exportar a Irán donde son 40 días de viaje; se hizo una exportación de banano a ese país en la que estafaron a la gente con un total de tres millones de dólares. Los agricultores hemos sido extorsionados.
¿Le siguen debiendo al agro este gobierno y el anterior?
Los agricultores no debemos pedir, sino exigir respeto, y no ser extorsionados: tenemos que recibir créditos a tiempo; no tenemos capacidad de almacenamiento; en la época de Correa se perdió grano en los silos de la UNA. El Estado perdió 1.000 millones de dólares.
La política de no sembrar más banano ¿es errada?
El que puso la ley es un tipo sin sentido común, cuando el mundo consume más. El Gobierno debe legalizar las siembras; gente del Ministerio quiere extorsionar y cobrar 200 a 300 dólares por hectárea. Si Ecuador no siembra otros países lo hacen.