Los sabores de cada ciudad que los viajeros llevan consigo
De Quito por lo general traen la caja viajera de los panes de Cyrano. De Guayaquil empacan encebollado o bollos
Un destino turístico no solo cautiva por sus paisajes, sino también por sus sabores. Visitar Guayaquil y no comer un encebollado o un bollo es como no haber pasado por el Puerto Principal de Ecuador. O, ir a Quito y no deleitarse de sus panes. O, ir a Loja y no engreír al paladar con la carne cecina es como no haber aprovechado a plenitud el viaje. Lo bueno es que sí se lo hace y en ese momento ocurre una chispa mágica, inmediatamente se organiza todo para traer consigo y compartir con la familia o amigos esos platillos singulares del país.
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Leer másLos dueños de los negocios, que siempre deben estar pendientes de las necesidades de sus clientes, se dieron cuenta de esta tendencia y han creado cajas o empaques especiales para quienes desean llevar el alimento de un destino a otro.
Se ha vuelto una costumbre ver a las personas que viajan a la capital de Ecuador regresar con una caja en la mano que dice: “Me llevo de regreso un pedacito de Quito”. En el interior hay panes o dulces de la panadería quiteña Cyrano, que en el mercado nacional está desde 1958.
Nuevos empaques y presentaciones
La vocera de Cyrano dijo a Diario EXPRESO que el negocio diseñó la caja viajera para aquellos clientes que desean llevar el pan quiteño a sus hogares o a otras ciudades del país.
“Las cajas encajan perfectamente en el compartimiento de equipaje de mano del avión, y para muchos viajeros, se ha convertido en una tradición hacer su última parada en la ciudad para comprar el delicioso pan quiteño de la marca”, manifestó la vocera. Aunque no hay manera de cuantificar qué cantidad de panes o dulces quiteños van para provincias o para el exterior, se puede tener una idea de cuán arraigado está este hábito. Basta con tomar un vuelo al azar, que aterrice en el aeropuerto José Joaquín Olmedo, para ver que la tendencia persiste. Esí lo comprobó EXPRESO, al ver a Elsy Pacheco saliendo por “Llegada Nacional” trayendo consigo una funda de panes. “El pan quiteño es delicioso, por eso cuando voy siempre traigo”, indicó Pacheco. Agregó que esa panadería tiene 66 años en el mercado y está considerada como parte de los negocios tradicionales quiteños.
En el caso de Guayaquil hay negocios como La Casa del Encebollado que han creado los encebollados y bollos congelados sin agregarles preservantes artificiales. Su administrador, Willian Parra, relató que empezaron a empacar al vacío el encebollado hace un año y medio y que en ese tiempo las ventas han crecido en un 100 %. “En el principal local, que queda en la Alborada, a la semana vendemos 300 encebollados y 300 bollos congelados”, dijo.
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Leer másDel Puerto Principal los viajeros también se llevan cangrejo congelado, empacado al vacío. Este servicio lo ofrece Carlos Guerrero, quien se promociona mediante las redes sociales.
Desde Loja lo que se busca traer es la carne cecina y los cuyes, uno de los restaurantes que vende el producto empacado al vacío es Mamá Lola. Su administrador, David Morocho, destacó que la demanda en su local ha crecido en un 35 %.
En efecto cada destino tiene sus sabores que lo caracterizan, en el caso de Manabí está su queso y la salprieta.
En un recorrido que se hizo por la terminal terrestre de Guayaquil se vio que hasta para ahorrar dinero se opta por llevar un determinado alimento. “Vamos a Salinas a un congreso de terapeutas y llevamos una caja de guineo verde, para hacer tortillas y así ahorrar el gasto del desayuno”, contó María Arce, viajera.
Los ‘souvenirs de los sabores’ de cada ciudad están listos para que los turistas del feriado por el 10 de Agosto los puedan llevar. Los dueños de los negocios esperan un incremento de ventas.
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