El seguro de vida colectiva fortalece el mercado de primas
Durante el primer trimestre, su participación siguió creciendo hasta llegar al 21,4 %. Hasta marzo, el sector facturó $ 483 millones por sus servicios
En un inicio de año que ya pintaba convulso, el mercado asegurador demostró ser uno de los más estables. Al menos lo hizo durante el primer trimestre del año, en el que logró facturar $482 millones en la venta de primas, la cifra más alta de los últimos 4 años. Unos ingresos que, se prevé, empezaron a afectarse ya en abril, a partir de los efectos del COVID.
Los cuatro integrantes del Consejo Asesor Económico se reunieron con Moreno
Leer másSegún, la Federación Ecuatoriana de Empresas de Seguros (Fedeseg), a inicios de año la demanda de seguro de vida colectiva (que cubre de riesgos a un grupo de personas o familias) fue lo que marcó la estabilidad de esta industria. Este ramo siguió teniendo la misma tendencia alcista con la que terminó el año pasado. Su participación en el mercado subió de 19,6 % a 21,4 %, tras alcanzar los $ 103,4 millones del total.
Se trata de la prima más vendida, incluso en los meses de pandemia, dejando atrás al seguro de vehículos, que tuvo una participación del 20,9 %. En el listado le siguieron la línea de incendios (16,3%), de ramos técnicos (13,6%), responsabilidad civil (4,9%), accidentes personales (4,4%), entre otras.
Las ventas totales en primas, que llegaron a incrementarse un 3,2 % si se las compara con el mismo periodo del año pasado, recogen los primeros efectos que el coronavirus empezó a dejar en el mercado a finales de marzo. En lo que respecta a las pérdidas de abril y mayo, estas se siguen calculando. Solo en abril, el sector prevé que las ventas pudieron haber caído hasta un 24%. En ese mes se vendieron 700 nuevos vehículos que demandaron seguros, esto cuando antes el mercado automotor lograba colocar hasta 10.000.
La repercusión del virus en el mercado asegurador también se ha sentido de forma directa, dice Andrés Cordovez, gerente de Seguros Equinoccial. Si bien “los grandes negocios mantuvieron los seguros, hubo pequeños que dejaron de contratarlos. Otro tema fue el problema de cobranzas, la falta de pago que empezamos a percibir por la iliquidez que hay en el mercado”.
Pese a ello, dice, este es un sector que nunca llegó a paralizarse y que siguió activo, ofreciendo sus coberturas, pese a las limitaciones. El sistema lo permite. Según Fedeseg, a marzo de este año, las cuentas de este mercado lucían sólidas. El sector sumó $ 2.240 millones en activos y $ 651 millones en patrimonio, $ 51 millones más que en igual periodo del año pasado.
Desde este 9 de junio rige nuevo período para diferir deudas con los bancos
Leer másQuienes trabajan en esta industria no creen que esta crisis pueda repercutir en una alza incontenible del costo de las primas. Si eso se da, dice Cordovez, debe darse en mutuo acuerdo con los clientes. “Con una subida indiscriminada no habrá mercado que pague”.
Un encarecimiento en este contexto, explica, tampoco estaría justificado porque está demostrado que los peores reclamos que existen son causados por el hombre y no por la naturaleza. “Las pérdidas que por estos días se calculan en EE. UU. (en tiempo de desorden social) superan los 10.000 millones de dólares; el terremoto de Chile, con tsunami y todo costó 8.000 millones”.