La producción petrolera de Ecuador caerá al 12 % del total de su capacidad por daño en oleoductos
La construcción de la sexta variante del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) demorará 17 días. Se calcula cuál el costo para el fisco.
El ministro de Energía, Juan Carlos Bermeo, aseguró que la construcción de la séptima variante de los oleoductos demorará 17 días, tras los daños ocasionados en la zona de Piedra Fina (provincia de Napo).
Ecuador para su producción petrolera y declara fuerza mayor por erosión en el río Piedra Fina
Leer másActualmente, Ecuador produce el 45 % del total de su capacidad actual (229 mil barriles por día) y el bombeo caerá paulatinamente hasta el 12 %, aseguró el ministro Bermeo, en entrevista con radio La Única. Ductos en el bloque 10, que se conectan a la zona no afectada del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) permitirán transportar una producción diaria de hasta 20.000 barriles, dijo Bermeo.
Mientras tanto, otros pozos petroleros se irán "apagando" paulatinamente de manera segura, es decir, que permita reiniciar rápidamente su producción tras la reparación de los ductos.
Bermeo señaló que un equipo del Ministerio de Energía trabaja en conjunto con el Ministerio de Economía y Finanzas para evaluar el costo al fisco de la caída en la producción petrolera.
Petroecuador informó la tarde de este 14 de diciembre de 2021 que el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) colapsó debido a la erosión regresiva en la zona de Piedra Fina (provincia de Napo).
Sin embargo, según la estatal petrolera, no se registran daños ambientales, ni derrames de hidrocarburos en la zona por la suspensión del bombeo de crudo desde el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) y las actividades de drenaje realizadas de manera preventiva.
Con la aceleración de la erosión regresiva y ante el riesgo del colapso del SOTE y del Poliducto Shushufindi - Quito, Petroecuador desplegó en días pasados equipos y cuadrillas de trabajo, activando puntos de control en la toma de agua del río Coca y en el cañón de Los Monos, en donde se tendieron barreras de contingencia.
También se realizó monitoreo constante de las grietas y taludes del área con topógrafos del Proyecto Amazonía Viva y a través de vuelos mediante dron. A ello se sumó la vigilia de personal de campo en el sector de Piedra Fina para monitorear desprendimientos y generar alertas tempranas aguas abajo.
