“Para subvalorar lo importado se falsifican hasta las facturas”
En 2022 se recuperaron 16 millones de dólares. Hay falencias y por ello se repotenciará el Ecuapass. Los negocios legales, los más afectados
La tendencia de importar productos, declarando ante la Aduana menores precios, como artimaña para burlar el pago de tributos, es un mal que sigue afectando las arcas del Estado, pero también a negocios que denuncian una competencia desleal. El año pasado, Senae logró recuperar $ 16 millones en valores que no se habían pagado, $ 4 millones más dentro de un universo de defraudación que el propio ente, admite, podría ser mayor.
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Leer másEsta mala práctica, conocida como subfacturación, viene siendo denunciada por los empresarios formales porque, dicen, les afecta económicamente al tener que lidiar en el mercado con un mayor volumen de mercadería que ingresa al país ilegalmente y que no se vende al valor real. Por ejemplo, una piscina cuyo precio es 80 dólares, es declarada como si costara 20 dólares, porque los aranceles que se deben cancelar se calcula con base en el precio del producto. La razón por la que alteran la cifra es para pagar menos impuestos.
El sector textil dice ser uno de los más afectados por esta modalidad. En una entrevista a Diario EXPRESO, el expresidente de la Asociación de Industrias Textiles de Ecuador (AITE), Javier Díaz, denunció como las telas de algodón se llegan a declarar en menos de 1 dólar, cuando el kilo de algodón cuesta 2 dólares. “Hay prendas de vestir que incluso se declaran en centavos de dólar”.
meses
más o menos se necesitan para repotenciar el sistema Ecuapass.
Desde el Servicio Nacional de Aduanas (Senae) se sigue de cerca este problema, aunque admiten, aún no tener las herramientas para controlarlo. “Para ello se requiere repotenciar el sistema Ecuapass para poder detectar más estos casos de defraudación. Para mejorar se necesita actualizar la herramienta virtual y este trabajo demorará unos 18 meses”, dijo Felipe Ochoa, subdirector del Servicio Nacional de Aduana de Ecuador.
Ochoa detalló que el sistema Ecuapass repotenciado funcionará con inteligencia artificial y ello les permitirá detectar con más facilidad las facturas falsas. En la actualidad, para saber si el documento es original o no, tienen que pedir, por ejemplo, a la Embajada de Estados Unidos que confirme si el recibo es o no auténtico.
Con esta nueva herramienta, explicaron las autoridades, es posible llegar a desmontar un sistema que, se intuye, es usado por “mafias” del narcotráfico. Lo que se presume es que el mismo grupo que actúa fuera de la ley y que saca la droga de Ecuador al exterior es el se encarga de traer productos subfacturados; es decir, que en lugar de traer el dinero por la droga vendida se trae mercadería, lavando así capitales mal habidos. El mecanismo, que también se aplicaría con el contrabando, y que está en investigación.
Sin embargo, el tema sigue preocupando al Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE), ente que demanda más controles, pues se preguntan cómo es posible que, con la base de datos que existe, las autoridades no se den cuenta de que algún producto está subvalorado. Otra solución, dijo, Gabriela Uquillas, directora ejecutiva de CEE, es que se bajen los impuestos.
“Es verdad que un producto se abarata por el volumen de compra, pero esa diferencia en el precio es de un 7 %, no puede ser del 30 % o más como se ve en los casos de subfacturación”, alertó Roberto Bigalli, gerente general de Alessa, compañía que administra Almacenes Estuardo Sánchez, que en el país es uno de los mayores importadores.
Bigalli agregó que el mercado está inundado de productos para el hogar, cristalería, juguetes, tecnología, etc. que ingresaron con subvaloración “El problema es que antes el control se hacía en la Aduana, ahora se hace en perchas, pero solo visitan a los formales. En el caso de los juguetes que ingresan de forma ilegal, estos ni siquiera cumplen con las normas del INEN”, aseveró.
Para Bigalli, la afectación no solo se debe a que los importadores deshonestos pagan menos aranceles, sino que tampoco pagan IVA. Y si tienen empleados, no los aseguran al IESS, ni les pagan el salario oficial. Entonces la competencia desleal no solo atenta contra los ingresos del Estado y de la empresa formal, sino que tampoco permite que se generen más plazas de trabajo adecuado e incluso desalienta la llegada de compañías internacionales a invertir al Ecuador.