Sumesa está bajo la mirada de inversores del mercado bursátil
Obligacionistas analizan la situación financiera de la firma. En este mercado, donde suma deudas por $29 millones, se aclara que la empresa no ha caído en mora
La empresa alimenticia Sumesa busca poner su casa en orden. Lo ha hecho por iniciativa propia, y desde marzo, según conoció EXPRESO, con ayuda de una intervención ejecutada por la Superintendencia de Compañías. No obstante, la noticia, que hasta ayer siguió sin oficializarse, continúa generando preocupación entre los inversionistas.
Según información del mercado bursátil, al que este Diario tuvo acceso, la firma, hasta el cierre del año pasado, acumulaba $ 29 millones en pendientes por la emisión de obligaciones y papel comercial. Además de $ 25,5 millones de deudas que tendría con la banca. Y, aunque se aclaró ayer que esta empresa, al menos en bolsas, no ha caído en mora, el temor de los inversionistas es que pueda hacerlo, por un aparente declive económico registrado en el último año, pues hasta el 2020, según data disponible de la Superintendencia (ver gráfico), la firma reflejaba tener una situación financiera estable, con un activo que llegó a los $ 136,9 millones, frente a los $ 57,9 millones de pasivos.
El pasado martes, los obligacionistas de tenedores de obligaciones emitidas por Sumesa S.A. en el mercado de valores, se reunieron en asamblea con la finalidad de analizar la situación financiera de la empresa. Allí preveían tener detalles y resolver sobre la propuesta de la industria de constituir “una garantía específica o resguardo que caucione la emisión de obligaciones”. La convocatoria, se aclara, corresponde exclusivamente a los obligacionistas de la cuarta emisión de obligaciones del 13 de junio de 2018.
Desde el pasado martes, este medio viene solicitando a Julián García, directivo de la compañía, una entrevista para hablar del tema, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta. Este Diario logró contactar a Álvaro González, quien habría sido designado como interventor de la empresa, pero se negó a dar una explicación, alegando no estar autorizado a hablar del proceso del que, por ley, la Superintendencia de Compañías pide guardar reserva.
Sin embargo, la reunión de obligacionistas del martes generó también preocupación y rumores en las redes sociales, donde incluso se llegó a hablar de una posible liquidación de la empresa. No obstante, expertos de este mercado descartaron tal hecho.
El temor de que una nueva empresa caiga en impagos en el mercado de valores no es infundado. Hace dos años, el país conoció cómo algunas compañías cayeron en irregularidades ante el laxo control que habría existido por parte de los anteriores administradores de las bolsas y la misma Superintendencia de Compañías. El caso Delcorp y su relacionada Ecuagran es uno de los más emblemáticos.
La noticia de la intervención de Sumesa surge aun cuando el año pasado, su fundador, Jorge García, contó en entrevista con este Diario que el negocio atravesaba por un buen momento y que uno de sus planes más inmediatos sería convertir a la empresa en una agroindustria. Apuntaba a corto plazo a exportar derivados de pitahaya.
Según información de la Superintendencia, en el 2020, año de pandemia en el que la demanda general de alimentos registró un incremento, esta empresa llegó a tener más de $ 51 millones en ventas. Si bien ese año terminó con ganancias netas de $ 376.818, estas fueron un 40 % menos que las de 2019. La data oficial de 2021 aún no está disponible. No obstante, información extraoficial señala que sus activos habrían caído tras pasar de $ 136,9 millones a $ 135,9 millones; sus pasivos, en cambio, habrían subido de $ 57,9 millones a $ 64,9 millones.
