La tendencia de hacer un cultivo urbano crece un 50 %

Hasta entidades no gubernamentales y organizaciones religiosas motivan los cultivos de alimentos en la urbe. Entre esas están la Fundación del Jardín Botánico, la Cruz Roja, Asociación Municipal del Ecuador, el Colegio de Ingenieros Agrónomos del Guayas, Prefectura del Guayas, unidades educativas y hasta iglesias, según señalaron los expertos entrevistados, que han colaborado con sus conocimientos sobre cómo utilizar los espacios de una casa para sembrar dentro de la ciudad. Es el caso del ingeniero José Luzardo, de la mesa técnica del Colegio de Ingenieros Agrónomos del Guayas.

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Luzardo destaca que lo primero que inculcan a las personas es que no usen los patios para guardar cosas viejas o en desuso; más bien, que aprovechen ese espacio para cultivar. Se puede hacer en cajones o macetas.

La tendencia después de la pandemia creció en un 50 %, dice a Diario EXPRESO Boris Briones, vicepresidente de la Fundación del Jardín Botánico, lugar donde también se han dictado talleres y hay cultivos urbanos.

Sobre el aumento en la compra de plantas para sembrar en casa, la cadena de supermercados Megamaxi indica que es un segmento que se mantiene en crecimiento. Las plantas que ellos más venden son albahaca, tomillo, menta, cilantro, hierbabuena y romero. Las semillas más requeridas en sus locales son las de tomate Tomito, orégano, tomate Sunrise, cebollín Tokio Long White, perejil, tomate Montego, pimiento verde, cedrón, manzanilla y zanahoria.

Esta es una lista que coincide con lo que indicaron los expertos sobre qué productos siembran más las personas en sus casas. Luzardo sostiene que cultivan tomates, pimientos, zanahorias, remolacha, repollo, etc. “Por lo general, se acompaña de hierbas aromáticas o medicinales, que además sirven para evitar ciertas plagas. Por ejemplo, la albahaca, ruda y eucalipto”.

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Luzardo es uno de los ingenieros agrónomos que han ayudado dando asesoría técnica a varias entidades, para que más personas puedan tener cultivos en casa. Y de todos los talleres que ha dado, los que más satisfacción le dejan son los realizados en colegios.

“Llevo un buen tiempo instando en las unidades educativas a que se creen cultivos urbanos y que esas plantas sean atendidas por los jóvenes que necesitan disciplina, por ‘X’ razón. Entonces, en lugar de suspenderlos por unos días, que los manden a sacar maleza y regar las plantas. Esto ayuda mucho no solo para tener alimentos, sino para que reflexionen sobre el camino que quieren llevar en la vida y que se alejen de la violencia y de los grupos de delincuentes”, plantea.

La propuesta de Luzardo la han acogido varias unidades educativas. Él dice que se nota en el rostro del joven la alegría cuando le toca cosechar, y es que esto hasta les enseña que todo en la vida requiere un esfuerzo y que no se trata de conseguir todo aplastando un botón.

Más allá de la tarea social que hace Luzardo, también está el bienestar de la familia, que puede consumir los productos de su propia siembra. “No importa si hay poco espacio, porque se pueden hacer cultivos verticales”, puntualiza Briones.

En efecto, en la ciudadela Kennedy, norte de Guayaquil, la ciudadana Nelly Zurita tiene en su balcón cultivos de tomates, pimientos y varias hierbas aromáticas y medicinales.

Zurita vive en un edificio, pero ello no la ha privado de disfrutar de una ensalada o una tortilla preparada con sus tomates recién cosechados.

Y claro, como dice Briones, hasta una pared sirve para colocar las plantas. En el recorrido otros ciudadanos mencionan que la práctica sirve hasta para reciclar, porque hay quienes usan ollas viejas o botellas como maceteros.

Hay planes de cultivos urbanos que han ido más allá de sembrar para consumo propio. Un ejemplo es la Casa Rohayhu, en cuyo patio están sembradas más de 40 plantas de cacao fino de aroma. El dueño es Xavier Macero, quien cuenta que tras la cosecha pone a secar la pepa del cacao para posteriormente elaborar chocolate semiamargo. Un producto que vende a lugares exclusivos donde se expende todo orgánico.

La Casa Rohayhu está ubicada en Mapasingue, norte de Guayaquil. “Hasta acá han venido varios colegios y les explico que toda esta zona antes de ser urbana fue una hacienda y que los nutrientes se mantienen en la tierra. También les cuento de la historia del cacao, de la época en que la calle Panamá tenía ese aroma típico de este alimento y donde había algunas bodegas de cacao”, indica Macero.

Agrega que muchas unidades educativas lo contactan para que los alumnos puedan ver su cultivo urbano, que en este caso mayormente es de cacao, aunque allí hay también otros árboles frutales. “Me buscan a través de las redes sociales y me escriben. Yo soy feliz de promover los cultivos urbanos y que los jóvenes conozcan la historia del cacao. Aquí ellos mismos muelen el cacao y hacen chocolate”.

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Sobre cómo cuidar las plantas, en los viveros donde las venden siempre hay expertos que asesoran acerca de la cantidad de agua que se debe añadir, la calidad de tierra y cómo protegerla de plagas. Uno de las preocupaciones en este momento es qué hacer con las lluvias que se vienen por el fenómeno de El Niño. La opción es poner un techo plástico e incluso hasta se recomienda colocar unas mallas, para que el intenso sol no las dañe.

Los expertos dicen que es mejor buscar la asesoría en los viveros, porque el cuidado depende del tipo de cultivo. Y aclaran que lo importante es que más ciudadanos puedan experimentar la alegría de cosechar y comer un producto fresco. Porque no hay nada más satisfactorio que tomar el tomate directamente de la planta, en lugar de ir a comprarlo a la tienda del barrio y pagar sobreprecio.

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