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La producción de petróleo se ha visto afectada en este 2023 por varios factores.Cortesía.

Tres factores complican los ingresos del Gobierno en 2023

Un petróleo más barato, la imposibilidad de concesionar activos del Estado y el poco acceso a crédito, pesan. El margen para gastar más se achica.

No solo la política es el problema. La situación económica también comienza a complicar al Gobierno en el primer trimestre de 2023.

El régimen percibe menos ingresos en este año por una caída del precio del petróleo y la menor producción petrolera. Además, se esperaban $ 1.000 millones por la concesión de activos del Estado, lo cual luce complicado debido a los problemas políticos. Finalmente, el alto riesgo país (1.950 puntos hasta el 17 de marzo de 2023)impide el acceso a financiamiento.

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Con ese contexto, se prevé que el déficit fiscal, que llegó a un monto equivalente a 1,7 % del Producto Interno Bruto (PIB) pueda elevarse al cierre de este año.

La crisis de los bancos en Estados Unidos y Europa ha golpeado el precio del barril de petróleo. El precio del crudo West Texas Intermediate (WTI), referencia para el crudo ecuatoriano, ha rondado los $ 67 en los últimos días. Con ese costo, el precio de barril ecuatoriano se está vendiendo por debajo de lo presupuestado para 2023.

El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) elaboró la proforma 2023 con un precio del barril de petróleo de $64,8, pero su precio está por debajo de ese rango. Por ejemplo, el 17 de marzo pasado, el crudo Oriente se vendió en $59,69 el barril y el de Napo en $ 50,07, según cifras de Petroecuador.

Además del bajo precio del petróleo, la producción se ha visto afectada por protestas y por desastres naturales, como el terremoto del sábado 18 de marzo pasado. Petroecuador señaló que hubo una “drástica caída” en el bombeo de crudo.

Debido al sismo, dijo la petrolera estatal, se produjo una falla eléctrica en el Sistema Nacional Interconectado (SIN), que perjudicó a los campos Auca, Shushufindi, Indillana, Lago Agrio, Libertador, Palo Azul, ubicados en las provincias de Sucumbíos y Orellana, dejándose de extraer alrededor de 17.400 barriles de petróleo.

Según la Agencia de Regulación y Control de Energía y Recursos Naturales no Renovables (ARC), la producción de crudo llegó a 465.000 barriles por día (bpd). Normalmente, llegaba a los 490.000 bpd.

El presupuesto 2023 contemplaba un aumento de la producción de petróleo hasta los casi 515.000 bpd, es decir, un aumento del 8 %.

“Las presiones políticas y sociales siguen sin resolverse y ahora los precios del petróleo más débiles brindan aún menos flexibilidad política”, aseguró Siobhan Morden, managing director de Santander Investment Securities, en un análisis para inversionistas.

No hay espacio para un mayor gasto fiscal bajo los precios del petróleo débiles y menos capacidad de endeudamiento bajo el supuesto de que no hay un programa sucesor con el Fondo Monetario Internacional (FMI), señaló Morden en días pasados.

En ese contexto, la Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes) señaló en días pasados que el resultado fiscal, que en 2022 mostró una mejora significativa, puede deteriorarse en este año, en el que además hay presiones adicionales por el lado del gasto, por ejemplo, por el alza en el sueldo de los docentes públicos y limitadas fuentes de financiamiento a nivel externo.

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¿Qué salidas le queda al Gobierno? Acumular atrasos a proveedores están en una de las alternativas que mira Morden y menos gasto. Las alternativas de financiación limitadas deberían obligar a reducir el gasto, ya que no puede gastar lo que no puede pedir prestado bajo las restricciones de la dolarización, señaló la especialista.

“Tenemos que ser prudentes con las cuentas fiscales, no podemos ser populistas. No estamos en una situación de bonanza en las finanzas públicas (...) Tenemos que seguir siendo prudentes”, señaló el ministro de Finanzas, Pablo Arosemena.

Otros factores y efectos

  • Impuestos: La recaudación de impuestos crece, pero con un menor dinamismo. El Gobierno ha dicho que busca recaudar unos $1.000 millones más con más controles. En este año, habrán menos ingresos porque terminan cobros temporales de la reforma tributaria.     
  • Desastres: El Gobierno ha debido afrontar problemas como desastres naturales en el primer trimestre del año. Inundaciones y un terremoto han sido los inconvenientes que el régimen ha debido sortear. Finanzas ha señalado que adelantará recursos de multilaterales.
  • Déficit: Se prevé un mayor déficit fiscal para este año, si los gastos suben y los precios del petróleo se mantienen a la baja. El ministro de Economía y Finanzas, Pablo Arosemena, dijo que se prevé $ 2.500 de déficit para 2023.