
Utopía laboral en Ecuador, la oferta millonaria en cada periodo electoral
Luisa González propone crear 2 millones de empleos; Noboa, 1 millón. ¿Qué tan viables son estas propuestas?
Los candidatos a la segunda vuelta de las Elecciones Generales 2025, Luisa González (Revolución Ciudadana) y Daniel Noboa (ADN) proponen la creación de hasta dos millones de empleos durante los cuatro años de gobierno. Ahora mismo esta es la propuesta que muchos votantes desean escuchar, pero ¿qué tan viable es? ¿Volverán a ser simples ofrecimientos de campaña?
Los registros históricos han demostrado que las ofertas millonarias de empleo en Ecuador, terminan archivándose en la agenda electoral. Lenín Moreno (2017-2021) prometió generar 250.000 empleos anuales y no solo que no cumplió, los indicadores laborales cayeron también como un efecto del paro nacional de octubre de 2019 y las consecuencias económicas de la pandemia. Guillermo Lasso, por su parte, ofreció crear un millón de empleos. Pero según un análisis del grupo FARO, entre marzo de 2021 y marzo de 2022, apenas se crearon 152.169 plazas plenas; es decir, menos de la cuarta parte de lo prometido. Noboa, que se encamina a culminar su primer gobierno, tampoco conseguirá su objetivo, pero lanza su promesa de 1 millón de empleos con la aspiración de reelegirse.
Vicente Albornoz, analista económico, explica que el Estado actualmente no tiene la capacidad de crear nuevas fuentes de empleo y debe delegar esta responsabilidad al sector privado. El economista puntualiza que el candidato que resulte ganador deberá generar un ambiente favorable, no solo para la creación de empleo, sino para que este sea un “empleo decente”. Esto significa un empleo adecuado, con 40 horas semanales de trabajo que permita que el ecuatoriano perciba los beneficios de ley.
Faltan herramientas
Solimar Herrera, abogada laboral, considera que no es descabellado que el presidente pretenda crear un millón de empleos en cuatro años, pero señala un factor determinante: será necesario un nuevo Código de Trabajo, ya que el actual está vigente desde 1938. “Tenemos un Código de Trabajo que no permite flexibilidad, tampoco nuevas formas de labor”, enfatiza.
Patricio Donoso, exministro de Trabajo, considera fundamental implementar la contratación por horas, generar flexibilidad y adaptarse a la vida digital. “Ese millón de empleos claro que es posible, pero diciéndole al país que necesitamos seguridad jurídica, un código laboral más moderno y por supuesto imparcialidad en los conflictos que existen entre los inversionistas y el Ecuador”.
Sin embargo, la docente e investigadora de la PUCE, Nora Fernández, no es tan optimista y discrepa. Considera que la oferta millonaria es más compleja y depende de más factores, y recalca que no basta con modificar las leyes para ocupar a la población económicamente activa.
“El verdadero interés de los candidatos debería ser mejorar la calidad del empleo al que acceden los ecuatorianos”, asegura Fernández. Según el INEC, a enero de 2025 el 56% de los ecuatorianos trabajaba en el sector informal.
La economista asegura que actualmente muchos ciudadanos han dejado de buscar trabajo por la incertidumbre en la que se encuentra el país y han perdido las esperanzas porque la economía no se recupera desde la pandemia. “El candidato que llegue a gobernar debe disipar esa incertidumbre, y la discusión no va solo por modificar el Código de Trabajo, porque en este momento el ecuatoriano no está listo para esa conversación”, afirma. “El país debe dar el paso para hacer un gran pacto social”.
El gobierno de Noboa ya tuvo intenciones de hacer cambios en la ley laboral. En abril de 2024, en la consulta popular se rechazó la enmienda a la Constitución y la reforma al Código de Trabajo para establecer un contrato de trabajo a plazo fijo y por horas cuando se celebre por primera vez.
La abogada Herrera puntualiza que “flexibilidad no quiere decir vulneración de los derechos de los trabajadores”, sino reconocer que las figuras laborales están vinculadas a nuevas formas de trabajo que la productividad requiere. La legislación actual no contempla estas nuevas modalidades. Para crear un nuevo código laboral es importante que sean escuchadas todas las voces, afirma Herrera. “Es importante que el trabajador sea un eje en la toma de decisiones del gobierno sobre el empleo”.
Fernández asegura que el próximo régimen debe evaluar el impacto real de políticas anteriores, como incentivos a empresarios que contratan jóvenes. Aunque estas iniciativas tienen buenas intenciones, su efectividad ha sido limitada. La economista considera absurdo que los candidatos insistan en las mismas soluciones ineficaces. “Necesitamos políticas que enfrenten el estancamiento económico y la baja capacidad de consumo. Esto es lo elemental, para luego avanzar a temas más serios”, afirma.
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