Ecuador tiene un 21,32% de hacinamiento en las cárceles

En la masacre carcelaria del 23 de febrero de 2021, había 38.751 Personas Privadas de Libertad (PPL). El hacinamiento alcanzaba un 29,62%, y el Cuerpo de Seguridad y Vigilancia Penitenciaria (CSVP) contaba con 1.500 agentes, lo que equivalía a un guía a cargo de 26 presos.

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Para octubre de ese año, se comenzó a hablar de comenzar un censo carcelario con el objetivo de determinar alternativas para combatir el hacinamiento. La capacidad penitenciaria de Ecuador es para custodiar a 27.714 internos.

En 2023 se dieron a conocer los resultados del censo, sumados a los indultos otorgados por el presidente Guillermo Lasso y a la aplicación de beneficios penitenciarios como la prelibertad. Se informó que la población carcelaria se redujo a 31.321 personas.

Capacidad en las cárceles

Diario EXPRESO tuvo acceso a un informe del Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de Libertad (SNAI), en el que se reportó que hasta el 6 de diciembre de 2024 había el registro de 33.623 internos en las 35 prisiones de Ecuador.

De ese total, 20.896 tienen sentencia condenatoria ejecutoriada, mientras que otros 12.727 ciudadanos están en prisión preventiva, por apremio o clasificados como contraventores.

El documento oficial detalla que 12 reclusorios aún cuentan con espacio disponible, aunque es limitado. Por otro lado, en 23 prisiones existe una sobrepoblación que varía desde el 7,81% hasta un alarmante 120,95%.

Las modificaciones que requiere el sistema

Para el experto en seguridad Diego Pérez, las cifras expuestas representan “la desatención que ha existido sobre el sistema penitenciario, no solo en este periodo, sino desde siempre. Esto comenzó a sentirse en 2018, empeoró durante la pandemia y, sencillamente, son condiciones de hacinamiento y de retirada del Estado sobre los espacios que debería dominar o controlar”.

Pérez considera que esta realidad no se resuelve únicamente con la creación de más centros, sino con una reestructuración completa e integral del sistema carcelario del país.

“Ya sabemos que las cárceles son espacios de reclutamiento y control de los grupos criminales, y en ese hacinamiento se generan las condiciones necesarias para que estas organizaciones aumenten su incidencia tanto en las calles como en los sistemas corruptos que existen en Ecuador”, acotó.

Por su parte, el exviceministro de Justicia, Julio Ballesteros, sostiene que la reestructuración del sistema carcelario podría demorar años. Sin embargo, para que sea eficiente, se debe iniciar con la reorganización de los internos según su peligrosidad y el tipo de delitos cometidos.

• Una alternativa que plantean los expertos es digitalizar las fichas de los privados de libertad con el fin de tener un historial criminal del PPL, su reincidencia y evitar corrupción al emitir su boleta de excarcelación. Hay internos que no pueden salir por la burocracia en el sistema.
•  “Un nuevo censo puede ser la opción”, dijo Ballesteros. Su planteamiento llega porque el anterior no contempló al sistema de justicia; por lo tanto, se desconoce el perfil criminológico de cada PPL. Así, ayudará a reubicarlos por peligrosidad y a la digitalización de fichas.
• Los pasos anteriores son procesos que “van a generar mucho dolor”, porque los grupos delictivos tratarán de tomar el control. Ballesteros advierte que inteligencia debe prevenirlo y el Estado evitarlo para así marcar el primer paso.

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