Ecuador cree que ha llegado el momento de un candidato andino en la SEGIB
El ministro de exteriores, Mauricio Montalvo, presentó oficialmente la candidatura de la ecuatoriana Rosalía Arteaga
Ecuador cree que ha llegado el momento de que un candidato andino ocupe la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), después de que el cargo haya estado antes en manos de un representante de los países "del Mercosur" y otra de Centroamérica.
Así dijo a Efe el ministro de Exteriores de Ecuador, Mauricio Montalvo, quien el pasado 10 de septiembre presentó oficialmente la candidatura de la ecuatoriana Rosalía Arteaga en una carta a Roberto Álvarez, ministro de Exteriores de República Dominicana, que ejerce la presidencia pro tempore de la SEGIB.
"Centroamérica ha tenido ya un secretario general (Rebeca Grynspan), el Mercosur ya lo tuvo a través de Enrique Iglesias, y la parte andina no ha tenido", afirmó el ministro ecuatoriano, que ve además entre sus bondades el que sea también "mujer".
Grynspan, que estaba al frente de la SEGIB desde 2014, finalizó su mandato el 10 de septiembre para asumir como Secretaria General de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
Su relevo fue parte de la reunión que los ministros de Exteriores del ámbito iberoamericano mantuvieron este jueves en Nueva York, al margen del período de sesiones de la Asamblea General de la ONU.
Como posibles reemplazos han mostrado también interés, según Montalvo, el ministro de Exteriores de Guatemala, Pedro Brolo, el de Chile, Andrés Allamand, y el exministro peruano José Antonio García Belaúnde. Aunque, precisó, "pueden surgir otros candidatos" hasta que se cierre el plazo.
La ex canciller colombiana María Angela Holguín, habría quedado descartada por falta de apoyo del gobierno de Iván Duque, apuntó.
Montalvo aseguró que su país lleva esta candidatura "con total institucionalidad" y "todo el respaldo de nuestras misiones diplomáticas".
PERFIL POLÍTICO NO AFILIADO
Ecuador acude a esta elección con una candidata que, aunque tiene un pasado político, "ha estado fuera de contiendas electorales por más de 23 años", reza la misiva oficial de candidatura a la que ha tenido acceso Efe, y en la que se destacan la trayectoria "pública y privada" a nivel social y educativo de Arteaga.
De 64 años, la candidata ecuatoriana inició su carrera política a principios de los '90 como subsecretaria de Cultura, para pasar por varios cargos públicos hasta ser ministra de Educación, Cultura y Deportes.
En 1996 se convirtió en la primera mujer ecuatoriana en ocupar la vicepresidencia, y en 1997 fue brevemente presidenta durante varios días cuando Abdala Bucaram fue declarado mentalmente incapaz.
Pero a la SEGIB, Arteaga, que habla también portugués, se postula precisamente con su amplio bagaje como activista social a favor de los jóvenes y de la mujer, educadora, ambientalista y "figura política sin afiliación partidista", según la carta.
"Se ha mantenido muy vinculada a ámbitos culturales en la sociedad civil, ha incursionado en el periodismo, es miembro de algunos colectivos sobre todo en aspectos culturales y sociales, de derechos de la mujer, lo cual le da cierta visibilidad no únicamente en el país sino también internacionalmente", destacó de ella el ministro.
La última vez que Ecuador ocupó un alto cargo en la esfera internacional fue cuando la exministra de Exteriores María Fernanda Espinosa fue presidenta de la Asamblea General de la ONU entre 2018 y 2019. En esa función obtuvo el respaldo de su país, pero no después para la Secretaría General de la OEA.
Montalvo destacó en ese sentido que a la SEGIB "se lleva a una persona que sea de conjunción, de unión, que no haya resistencia u oposición de algún país", porque se es elegido "por la capacidad de crear consensos y conciliar posiciones".
Más allá de su carrera pública en Ecuador, dijo el canciller, "la doctora Arteaga tiene un dato muy poderoso para esta circunstancia", y es que "tiene también experiencia en administración y organismo internacional", al haber sido secretaria general de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica.
"Así que acumula un buen bagaje, es una propuesta ecuatoriana interesante, y desde luego puede granjearse el consenso de la región del espacio iberoamericano", concluyó.