Ecuador pierde unos 533 millones de dólares por la suspensión del bombeo de crudo
Lasso explicó que la erosión afecta a cerca de 300 metros por donde pasaba el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE, público), el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP, privado) y otro ducto multipropósito.
Ecuador ha perdido cerca de 533 millones de dólares por la suspensión del bombeo de crudo por sus oleoductos desde la Amazonía a causa de la erosión natural en una zona del río Coca, lo que le ha obligado también a importar combustibles, reveló este martes el presidente Guillermo Lasso.
En un espacio de diálogo con periodistas en el palacio presidencial de Carondelet, Lasso explicó que la erosión afecta a cerca de 300 metros por donde pasaba el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE, público), el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP, privado) y otro ducto multipropósito.
Los policías y sus canes homenajearon a los niños que viven en casas hogar
Leer más"Hay un impacto de cerca de 533 millones de dólares porque dejas de exportar petróleo (y) tienes que importar combustibles para proveer la demanda interna. Por lo tanto, es un impacto negativo fuerte", dijo.
Y expresó su esperanza de recuperar esa pérdida "con mayor producción petrolera durante el año 2022", cuando el país esperaba terminar 2021 con un crecimiento del 8 % en su producción de 478.000 barriles diarios este año.
AVANCE DE OBRAS
La suspensión de operaciones en ambos oleoductos se declaró el pasado día 10, a raíz de un nuevo caso de corrimiento de tierra en un afluente del río Coca que amenazaba la integridad de las tuberías.
Tres días después, el Ministerio de Recursos Naturales no Renovables decretó la exención de fuerza mayor para las empresas petroleras que mantienen contratos bajo la modalidad de prestación de servicios, una cláusula que permite al país interrumpir ciertos compromisos cuando se producen circunstancias imposibles de prevenir.
De acuerdo con ese Ministerio, la construcción de la séptima variante del SOTE, ubicada en el sector de San Luis, provincia del Napo, se realiza conforme el cronograma planificado, con un avance de obra del 91 %, hasta ayer lunes.
Unos 200 técnicos de Petroecuador y del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, avanzan con las labores y maniobras de ascenso de 130 metros de la tubería correspondiente a este tramo del conducto.
Por su parte, el desvío del OCP tiene un avance del 62,6% y espera que esté terminado la primera semana de enero.
Petroecuador y OCP aseguran que disponen de un plan de manejo ambiental de respuesta a emergencias y contingencias ante los eventos adversos que pudieran presentarse durante la ejecución de los trabajos.
Pero al momento, y como medida preventiva, se mantienen suspendidas las operaciones a través del SOTE, el Poliducto Shushufindi-Quito y el OCP.
TERCERA VEZ
El petróleo es el principal producto de exportación del país andino y su venta financia una parte importante del presupuesto nacional, alrededor del 30 %.
El año pasado, la paralización de la producción, también por problemas derivados de la erosión regresiva (proceso de propagación de la erosión fluvial hacia la parte alta de los ríos o barrancos) en el cauce del Coca, afectó a las finanzas ecuatorianas en el peor momento de la pandemia del coronavirus.
Esta es por tanto la tercera ocasión que el Ejecutivo ecuatoriano decreta la aplicación de la cláusula de fuerza mayor por la erosión regresiva en el Coca o sus afluentes: la primera fue en abril de 2020 y la segunda en julio, por deslizamientos de paredes fluviales.
Pese a la adversidad, las operaciones de despacho y distribución de combustibles son normales en todo el país y el abastecimiento a escala nacional se encuentra garantizado.